Kobe y Shaq: el amor imposible de... ?la mejor pareja de siempre?
Ambas estrellas tuvieron una relaci¨®n casi imposible durante a?os, pero formaron uno de los mejores d¨²os de la historia de la NBA. Las broncas y los anillos, su legado.
Amigos, enemigos, compa?eros, rivales, hermanos... son muchos y muy numerosos los adjetivos que han acompa?ado a Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Una pareja extraordinaria que domin¨® el baloncesto a inicios del siglos XXI a pesar de ser polos opuestos en cuanto a car¨¢cter, posici¨®n en cancha, ¨¦tica de trabajo o estilo de juego. Dos enemigos ¨ªntimos durante gran parte de sus respectivas carreras a los que acab¨® reconciliando la edad, la madurez y el tiempo. Y que tuvieron idas y venidas, matrimonios perfectos, divorcios sonados, ¨¦pocas de amor devoto y rec¨ªproca admiraci¨®n y otras de un odio que dejaban claro de manera manifiesta y casi desvergonzada.
Cumplidos ya casi tres meses de la tr¨¢gica muerte de Kobe, queda claro que es la ¨²ltima cara de la relaci¨®n la que ha perdurado. La del respeto mutuo, entonar el mea culpa y profesar una extraordinaria y rec¨ªproca admiraci¨®n que se guardaban dos jugadores que, individualmente, son parte esencial de la historia de la NBA. Y de Los ?ngeles Lakers, donde jugaron juntos de 1996 a 2004. En total, ocho temporadas llenas de altibajos en una competici¨®n constante por ver quien era el macho alfa y que pas¨® por numerosas etapas, momentos hist¨®ricos y amagos de una disoluci¨®n que se torn¨® en inevitable y que finalmente se produjo.
Kobe Bryant fue elegido en la 13? posici¨®n del draft de 1996 por los Charlotte Hornets. Su agente dej¨® claro a la franquicia que no quer¨ªa jugar con ellos, y el traspaso para que recalara en los Lakers a cambio de Vlade Divac estaba ya pactado, pero antes de todo eso Jerry West decidi¨® reservarse el nombre que quer¨ªa que los Hornets escogiera. Hab¨ªa visto en aquel chico criado en la cultura europea, casi mimado y de familia bien, algo que el resto de ojeadores quiz¨¢ solo llegaban a imaginar, y quiso esperar hasta el ¨²ltimo momento para que nadie se echara atr¨¢s y cambiara de opini¨®n. Bryant aterrizaba en los Lakers a cambio de un Divac que no quer¨ªa irse de un equipo con el que hab¨ªa jugado las Finales de 1991, todav¨ªa con Magic en activo, pero que no le qued¨® m¨¢s remedio que abandonar. Al fin y al cabo, West ya ten¨ªa cubierto el puesto de p¨ªvot por Shaquille O'Neal, que llegaba procedente de los Magic a una ciudad que buscaba recuperar el glamour parcialmente perdido en los ¨²ltimos a?os y que se hab¨ªa animado viendo el breve retorno de Magic la temporada anterior.
Pronto se hizo evidente que Kobe y Shaq eran polos opuestos. El primero, entregado al trabajo y poco dado a las bromas, contrastaba con el segundo, simp¨¢tico, amigable, parcialmente dejado en cuanto al cuidado de su cuerpo y m¨¢s abierto que el escolta, que se encontraba continuamente encerrado en s¨ª mismo y mostrando una profunda introspecci¨®n para tener apenas 18 a?os. Por aquel entonces, Bryant era solo un muchacho endeble que estar¨ªa tutelado por Byron Scott, que jugaba su ¨²ltima temporada en la Liga; O'Neal, todo lo contrario, ven¨ªa de ser el m¨¢ximo anotador en 1995, a?o en el que jug¨® y perdi¨® con los Magic las Finales tras derrotar a los Bulls de Jordan antes de recibir el aleccionador sweep de los Rockets. Al a?o siguiente, tras una nueva derrota sin paliativos ante Chicago, que se cobr¨® su venganza, dio por finalizada su etapa en Orlando, donde no encontr¨® el camino al anillo y la lucha de poder junto a Penny Hardaway se hab¨ªa hecho insostenible. Shaq necesitaba atenci¨®n y se fue a Los ?ngeles, la ciudad de la luz, a recibirla mientras era el centro de atenci¨®n y la referencia en ataque del juego r¨¢pido, ofensivo y alegre inherente a Del Harris, un buen entrenador de regular season que cortocircuitaba en playoffs, donde los Lakers cayeron en semifinales, finales del Oeste y semifinales con un bochornoso 12-1 de parcial en los tres siguientes a?os. Un resultado que dio pie a un cambio de entrenador a inicios de esa ¨²ltima temporada, la del lockout, y que dej¨® a Harris relegado como asistentes de Mavs, Bulls y Nets antes de abandonar la NBA en 2010, con 72 a?os, 35 de experiencia en los banquillos y el recuerdo de esa oportunidad perdida.
Ya por entonces, la lucha de poder de Shaq y Kobe hab¨ªa tenido alg¨²n que otro episodio, aunque no explot¨® del todo hasta que Phil Jackson hizo su aparici¨®n. El Maestro Zen hab¨ªa firmado con los Lakers y pasaba el verano en Montana, su refugio, cuando recibi¨® la inesperada visita de Shaq, que pasaba por all¨ª y fue recibido por la esposa del t¨¦cnico, June, que le hizo pasar a casa. El p¨ªvot, que tras el ¨²ltimo fracaso en playoffs ante los Spurs hab¨ªa aumentado sus sesiones de pesas y su ingesta de creatina, pesaba por aquel entonces 160 kilos. Para deleitar a la gente que por all¨ª pasaba se puso a saltar sobre un embarcadero que ten¨ªa un peque?o trampol¨ªn que le llevaba al agua. As¨ª lo encontr¨® Phil Jackson, quien pronto descubri¨® que la diversi¨®n era el mejor argumento de su nuevo pupilo. Habl¨® con ¨¦l, le pregunt¨® sobre los problemas del equipo en playoffs y le pregunt¨® por Kobe, algo que pill¨® desprevenido a Shaq. Tras un silencio inc¨®modo que el Maestro Zen manejaba como nadie, el center contest¨® que todo el mundo dec¨ªa que era joven y que eso le sonaba "a excusa". Ya por ah¨ª, su mento le pidi¨® paciencia con su compa?ero y le mand¨® mover un ¨¢rbol, cosa que hizo, pero ese primer encuentro ya marc¨® un antes y un despu¨¦s. Y a buen seguro que en ¨¦l, Shaq ten¨ªa en la mente los cuatro airballs de Bryant en las semifinales del Oeste de 1997 ante los Jazz, en las que el escolta, con apenas 18 a?os y en su primera temporada como profesional, no tuvo reparos en lanzar 14 veces a canasta (con solo 4 aciertos) y quedarse en un ignominioso 0 de 6 en triples.
La primera gran disputa entre ambos no tard¨® en llegar en la primera etapa de Jackson en los Lakers. Este nombr¨® a Bryant su general en pista, pero le ignor¨® para el puesto de co capit¨¢n, para el que no le consideraba todav¨ªa preparado, en favor del reci¨¦n fichado Ron Harper. El equipo hizo una temporada extraordinaria, pero pronto el t¨¦cnico vio como las diferencias entre ambos se hac¨ªan evidentes. Uno, criado en la cultura europea (Italia), con una vida c¨®moda econ¨®micamente hablando, hijo de un jugador de baloncesto como Joe Bryant y con una esposa, Vanessa, con la que se casar¨ªa con tan solo 18 a?os en contra de la voluntad de sus padres, estaba motivado por un deseo incesante de ganar hasta "10 anillos", como aseguraba a sus compa?eros por aquel entonces. El otro, abandonado por su progenitor cuando era joven y criado por un militar que Shaq siempre considerar¨ªa su verdadero padre, valoraba mucho las figuras de poder como las de Jackson, eternamente respetado por el p¨ªvot, pero tambi¨¦n ten¨ªa una escasa ¨¦tica de trabajo y un af¨¢n por la diversi¨®n y las bromas constantes que Kobe no compart¨ªa y que incluso le sacaban de quicio. "Es muy inteligente, es un poco nerd. No sale por ah¨ª, no va a clubs, no tunea su coche¡ Es un chico muy sofisticado. Creo que demasiado maduro para su edad¡±, defini¨® Shaq a su compa?ero.
En la primera tempora empezaron muy bien y finalizaron con un r¨¦cord de 67-15, el mejor de la franquicia desde el 69-13 de la temporada 1971-72, esa que coron¨® finalmente a Jerry West con Wilt Chamberlain en el equipo. Sin embargo, ya hubo episodios como el ocurrido en febrero, durante una sesi¨®n de v¨ªdeos en la sala Southwest Los Angeles Community College, a la que llegaron tras una racha nada positiva. All¨ª Shaq se levant¨® y dijo lo que muchos pensaban: "Me parece que Kobe juega de una forma demasiado ego¨ªsta como para que ganemos", dijo el p¨ªvot, secundado por sus compa?eros, ninguno del cual sali¨® en defensa de un Kobe que se sent¨® en ¨²ltima fila. Jackson no estaba nada contento con ellos: "Shaq necesita y Kobe desea", escribi¨® en su diario tras una bochornosa derrota por 105-81 ante los Spurs. Poco despu¨¦s, Jackson habl¨® con el escolta: "Supongo que alguna vez querr¨¢s ser capit¨¢n del equipo", le dijo. "Quiero serlo ma?ana", asegur¨® Bryant. "No podr¨¢s serlo si nadie te sigue", replic¨® el t¨¦cnico.
La temporada acab¨® bien, con los Lakers venciendo en una remontada hist¨®rica en las finales del Oeste a los Blazers con 25 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias y 4 tapones de Kobe, incluida el alley oop a Shaq que redonde¨® la relaci¨®n entre ambos y que quedar¨ªa para la posteridad. Y unas Finales dominadas por Shaq de principio a fin con un cuarto encuentro que supuso el momento de Kobe. El escolta, lesionado, anot¨® 8 puntos en la pr¨®rroga, ya sin un O'Neal eliminado por faltas (y 36 puntos y 21 rebotes...), y dio a los Lakers la victoria, asegurada con un rebote ofensivo que transform¨® en canasta tras un tiro errado de Briant Shaw. Tras esto, Shaq lo defini¨® como su "peque?o gran hermano". Kobe fue el primero en buscarle tras el pitido incial del sexto partido y en fundirse con ¨¦l en un largo abrazo en el a?o en el que empezaba la dinast¨ªa.
?La mejor pareja de la historia?
Los momentos de amor incondicional eran sustituidos con frecuencia con otros de un odio profeso durante los a?os siguientes. Tan pronto hab¨ªa una racha que se alababan el uno al otro como una en la que no se dirig¨ªan la palabra. "La lucha del macho alfa". As¨ª lo defin¨ªan sus compa?eros por aquel entonces, algo que Brian Shaw ya hab¨ªa vivido con Shaq y Hardaway en los Magic. Sin embargo, todo contrastaba con su conexi¨®n en pista, sobre todo en playoffs, donde ambos dejaban a un lado sus diferencias para conquistar el anillo. La temporada 2000-01 fue buena muestra de ello: Shaq lleg¨® a pedir el traspaso a Mitch Kupchak, sustituto de Jerry West tras la sorpresiva dimisi¨®n de ¨¦ste en el ¨²ltimo verano, a finales de diciembre y despu¨¦s de llegar pasado de peso al training camp y ver como Kobe se intentaba adue?ar del ataque, parte de la pista en la que hab¨ªa explotado por completo. Sus car¨¢cteres, tan distintos, eran tambi¨¦n complementarios y ayudaban a aumentar la leyenda de pareja ideal con la que luego fueron tratados. Se compenetraban en pista, como una pareja dentro fuera como hab¨ªa sido entonces la de Stockton y Malone pero con menos asistencias y m¨¢s anillos. Y en cuanto a la forma de ser, radicalmente distinta: "A Kobe le enloquec¨ªa una cosa en relaci¨®n a Shaq. Necesitaba divertirse hasta en los momentos m¨¢s serios. Si no se divert¨ªa, no quer¨ªa participar", afirmaba Rick Fox.
El propio Fox a?adi¨® esta frase de Kobe: "Llegabas a preguntarte como hab¨ªa sido Kobe de ni?o. Esa era la cuesti¨®n, nunca fue un ni?o". Esa versi¨®n no era compartida con Jackson, que pensaba que a Bryant la faltaba madurez, aunque le conced¨ªa la intensa mundolog¨ªa y concentraci¨®n de la que hac¨ªa gala. Esa temporada, Shaq, enormemente generoso, regal¨® un Rolex a todos los miembros de la plantilla en pretemporada cuando muchos no iban a seguir con el equipo, otra muestra de su car¨¢cter. Tambi¨¦n se ha sabido hace poco que le ofreci¨® a Isaiah Rider 10.000 d¨®lares para que se uniera a ¨¦l contra Kobe.
La realidad es que ambos se necesitaban y pon¨ªan la directa cuando se trataba del campeonato. Ese curso, Kobe promedi¨® 28,5 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias por partido, mientras que Shaq se fue a 28,7+12,7+3,7. Desde Elgin Baylor y Jerry West, ninnguna pareja anotaba tant¨ªsimo en los Lakers. Y cuesta ver alguna temporada en la que eso pase en cualquier momento de la NBA. Era sencillamente incre¨ªble que ambos produjeran casi 60 puntos, 19 rebotes y 9 asistencias por noche. Algo impensable, sobre todo cuando estaban pr¨¢cticamente solos. El ¨²nico que pasaba de los 10 tantos de promedio en el resto del equipo era Fisher, con 11,5. Kobe lleg¨® a las Finales promediando 31,6 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, y Shaq con 29+15. Y si contamos todos los playoffs, que finalizaron con un espectacular 15-1 (r¨¦cord hasta el 16-1 de los Warriors en 2017), vemos que el p¨ªvot, que repiti¨® MVP de las Finales, se fue a 30,4+15,4+3,5, 16 dobles-dobles en 16 partidos, tres de ellos por encima de los 40 puntos y cinco superando los 20 rebotes. Y Kobe, 29,4+7,3+6,1 hizo 5 dobles-dobles, un partido de 48+16 para eliminar a los Kings tras viajar a Los ?ngeles para estar con su esposa Vanessa, ingresada en el hospital. Y a 45+10 en el duelo inaugural ante los Spurs. Una conexi¨®n imparable para tratarse de dos hombres que no hablaban con un reportero si lo hab¨ªa hecho el otro o que no compart¨ªan preparador f¨ªsico a pesar de estar en el mismo equipo. Unos extremos absurdos olvidados para ganar el anillo.
Los a?os siguientes se desarrollaron de la misma manera. En 2002 ganaron su ¨²ltimo anillo tras una temporada enla que Kobe hizo 25,5+5,5+5,5+1,5. Y Shaq, 27,2+10,7+3+2. Ambos se llevaron muy bien, y Shaq fue con su compa?ero a la retirada de su camiseta del instituto, en Lower Merion High School, en la que se fundieron en un largo abrazo. Y en playoffs estuvieron a punto de ser eliminados ante los Kings, pero ambos se combinaron para 72 puntos y 28 rebotes en el sexto partido y 65 puntos y 23 rebotes en el s¨¦ptimo, en el Arco Arena, para pasar a las Finales. En ellas, el p¨ªvot se pase¨® en su tercer MVP (36+12+4 de promedio) bien secundado por un Kobe (27+6+5), que lanz¨® con un 51% en tiros de campo y un 55 en triples. Incluso la 2002-03, eternamente olvidada al no contar con anillo, fue testigo de actuaciones asombrosas (30+7+6 para Bryant en regular season y 27+11 para O'Neal), sobre todo en playoffs, donde el center firm¨® 27+15 (con un duelo de 34 puntos y 23 rebotes ante los Wolves en primera ronda) y el escolta 32+5+5 con un 40% en triples.
Es dif¨ªcil saber si Kobe y Shaq son la mejor pareja de la historia. Las conexiones entre ambos fueron continuas en pista, protagonizaban todos los higlights y se un¨ªan en los momentos m¨¢s importantes. Hay muchos equipos en los que siempre hay un tercer actor, como los Lakers de Magic y Kareem (James Worthy...), el tr¨ªo de Spurs, Celtics 2008, de los Heat de LeBron o de los Warriors de Curry (que han sido m¨¢s que un tr¨ªo). Y habr¨ªa que irse casi a la prehistoria para ver alguna pareja, como Baylor y West antes de que llegara Chamberlain. Tampoco valen los Bulls, donde Jordan sobrepasaba por mucho al resto. Generalmente se le relaciona con Pippen, al igual que se contabilizan los logros de los ya mencionados Lakers de los 80 en torno a Magi y Abdul-Jabbar. Sin embargo, ninguna de esas parejas estaba tan sola, ni monopolizaba tanto el juego como que formaron en Hollywood dos de los mejores baloncestistas de la historia. Otras ganaron m¨¢s, pero no de la misma manera. En un mundo como la NBA todo est¨¢ sujeto a debate, pero desde luego, Kobe y Shaq, por la historia que se gener¨® en torno a ellos, pueden ser la mejor pareja de siempre. Y del siglo XXI, desde luego. Los tres anillos dan buena cuenta de ello.
La temporada 2003-04
Toda historia toca fondo en alg¨²n momento, y a Shaq y Kobe les toc¨® en la 2003-04. La agresi¨®n sexual de Kobe en un hotel de Colorado marcar¨ªa el inicio de la temporada y el proceso judicial copar¨ªa las portadas de los principales peri¨®dicos del pa¨ªs. El escolta pas¨® de una actitud pasiva-agresiva a una agresiva-agresiva, en la que reaccionaba casi violentamente a todo lo que ocurr¨ªa alrededor. Y, sobre todo, contra Phil Jackson y Shaquille O'Neal, a los que consider¨® sus enemigos durante un a?o en el que formaron una plantilla de videojuego (con Gary Payton y Karl Malone) que se estrell¨® en las Finales ante los Pistons de Larry Brown (4-1). Antes de eso, los Lakers se enfrentaban a que Kobe ser¨ªa agente libre y este quer¨ªa liderar un equipo en solitario, algo que intent¨® torpemente con unas conversaciones con Mike Dunleavy, entrenador de los Clippers, que no llegaron a buen puerto. Shaq por su parte no se sent¨ªa querido, y viendo que su contraro finalizaba en 2006 pidi¨® una ampliaci¨®n por 2 a?os y 60 millones. Un precio muy alto por una estrella que empezaba a perder luz y a al que se neg¨® Jerry Buss, el propietaro de la franquicia. Payton y Malone miraban para otro lado, y Jackson, que siempre fue m¨¢s favorable al p¨ªvot, estaba a laa expectativa, ya que su contrato tambi¨¦n finalizaba ese a?o.
Kobe le dijo a su entrenador en el training camp que no estaba dispuesto a aguantar m¨¢s tonter¨ªas de Shaq, y afirm¨® durante la temporada que no se cuidaba y que una lesi¨®n operada de dedo el a?o anterior hab¨ªa impedido a los Lakers conquistar su cuarto anillo. Las cr¨ªticas del escolta a su compa?ero en una entrevista a la ESPN sobre el liderazgo y su ir¨®nica respuesta a Jackson durante un entrenamiento, cuando ¨¦ste le mand¨® correr y le contest¨® que s¨ª pero no lo hizo, provoc¨® la tormenta perfecta, alentada por los rumores luego confirmados de que el Doctor Buss se deshar¨ªa de Phil Jackson al acabar la temporada por petici¨®n del propio Bryant despu¨¦s de que el propio t¨¦cnico pidiera a Mitch Kupchak el traspaso de la estrella. Fue el final de una relaci¨®n, sentenciada definitivamente en las Finales, que hab¨ªa durado ocho largos a?os. Demasiado, como piensan algunos. "En ning¨²n momento de la temporada nos sentimos c¨®modos como equipo", afirm¨® Fisher.
Eso s¨ª, antes de la ruptura hubo un hecho muy representativo de lo que fueron como pareja. En el segundo partido de las Finales Shaq atrap¨® un rebote con tres puntos abajo y los Lakers contra las cuerdas. Nunca nadie hab¨ªa remontado un 0-2 en unas Finales tras caer en casa en los dos duelos iniciales. El p¨ªvot, tras coger el bal¨®n, se lo dio a Kobe. En la retransmisi¨®n en castellano, Antoni Daimiel coment¨®: "El instinto ha hecho a O'Neal darle el bal¨®n a Kobe Bryant. Era al que m¨¢s lejos ten¨ªa, pero ¨¦l se lo quer¨ªa dar a Bryant". El escolta mand¨® el partido a la pr¨®rroga tras tiempo muerto y los Lakers ganaron, pero la fiebre amarilla, que tantos ex¨¢menes hab¨ªa aprobado estudiando el ¨²ltimo d¨ªa, nada pudo hacer en Detroit, donde perdi¨® los tres encuentros siguientes y dijo adi¨®s a la dinast¨ªa. Shaq se iba traspasado a los Heat, Phil Jackson dec¨ªa adi¨®s a la NBA por segunda vez en su carrera y Kobe firmaba una extensi¨®n millonaria. Los Lakers hicieron su apuesta tras una temporada casi imposible de gestionar. Era el fin de una era para ellos. Una en la que dejaban atr¨¢s ocho temporadas, tres anillos, cuatro Finales y una historia dif¨ªcil de igualar. Un list¨®n muy alto.
Del odio al amor
¡°Estuvimos muchos a?os pero en realidad no estuvimos nunca juntos¡±. Era una de las muchas frases de Shaq tras acabar su relaci¨®n con Kobe, aunque no fue la m¨¢s adecuada, como reconoci¨® posteriormente. La enemistad fue la joya de la corona de la NBA, que explotar¨ªa la mala relaci¨®n programando para Navidad un partido entre Heat y Lakers las siguientes temporadas. El primero, en el retorno del p¨ªvot a un Staples enforvecido con su vuelta, se sad¨® con victoria para los Heat a pesar de los 41 puntos del escolta, que aplaudi¨® a su ex compa?ero cuando fue presentado pero luego apenas le salud¨®, algo m¨²tuo. ¡°No saludo a Kobe porque no tengo nada que decirle. Soy un hombre casado, no necesito empezar una relaci¨®n con otro hombre ahora", afirm¨® poco despu¨¦s. Antes del encuentro, ya hab¨ªa respondido a numerosas preguntas sobre el tema: "Si ves un Corvette que avanza hacia un muro de ladrillos a toda velocidad, ya sabes lo que va a ocurrir. Kobe es el Corvette, yo soy el muro de ladrillos¡±, zanj¨®.
Fue la t¨®nica tradicional de la relaci¨®n entre ambos, aunque siempre fue el p¨ªvot el que m¨¢s se moj¨® en la discusi¨®n. Tras ganar el anillo en 2006, Kobe tuvo que soportar el sainete de que no pod¨ªa ganar sin O'Neal, algo que para ¨¦l fue como una tortura china. Phil Jackson, que regreso de nuevo para la 2005-06, se encarg¨® de reconciliar a ambas estrellas, que firmaron finalmente la pipa de la paz en el All Star del 2009, cuando el t¨¦cnico se reuni¨® con sus dos jugadores fetiche (Jordan al margen). El MVP conjunto supuso la nueva uni¨®n de un Shaq que vivi¨® su ¨²ltima gran temporada de esplendor individual con los Suns (17,8 puntos y 8,9 rebotes) antes de pasar por Cavs y Celtics buscando un quinto anillo que nunca lleg¨® a conseguir. Kobe por su parte tuvo que esperar al mismo a?o, 2009, para ganar un nuevo anillo y reconciliarse definitivamente con su entrenador, con el que enton¨® el mea culpa y viceversa.
Eso s¨ª, la rivalidad de Shaq y Kobe no finaliz¨® del todo hasta la retirada del ¨²ltimo y, ya de manera definitiva, con su desgraciada muerte. Antes, diversos zascas por Twitter o declaraciones cruzadas tuvieron lugar, aunque fueron mucho menos numerosos. Cuando super¨® a Jordan en puntos, el escolta afirm¨® que sin Shaq habr¨ªa llegado a los 40.000, algo que no gust¨® al p¨ªvot, ya alejado de las canchas. Eso s¨ª, la madurez, esa que siempre muestra la mejor cara de los jugadores sobre todo cuando est¨¢n al borde de la retirada, dio, sobre todo a Kobe, un perfil m¨¢s amigable. De hecho, ese chico al que sus compa?eros no aguantaban desapareci¨® para dar lugar a un hombre curtido, admirado y querido cuyas muestras de amor y respeto han sido muy repetidas en los ¨²ltimos meses, pero tambi¨¦n en su retirada. Para la historia tambi¨¦n queda ese ¨²ltimo encuentro en el Staples ante los Jazz, cuando fue a abrazarse con Shaq tras anotar una de as ¨²ltimas canastas de un duelo que finaliz¨® con 60 puntos.
O'Neal defini¨® as¨ª este cambio: ¡°Tengo ¨®rdenes del gran Bill Russell. Estuvimos hablando el otro d¨ªa en Seattle y me explic¨® c¨®mo afrontar las rivalidades. Me dijo que nunca hab¨ªa tenido problemas como los que yo he tenido y que ten¨ªa que enterrar el hacha de guerra con Kobe, estrecharle la mano y dejar las cosas en el pasado¡±. Y los incre¨ªbles halagos de los dos ¨²ltimos a?os han sido m¨¢s que repetidos. En una ocasi¨®n dej¨® claro que el escolta era el mejor compa?ero que hab¨ªa tenido en su carrera: ¡°El compa?ero m¨¢s feroz y m¨¢s competitivo que he tenido ha sido Kobe Bryant. El m¨¢s rabioso, el m¨¢s ganador. Wade ser¨ªa el segundo pero Kobe estar¨ªa primero. La verdad es que pasamos m¨¢s momentos buenos que malos juntos", reconoci¨®. Su insistencia para que no se le infravalorara tras su retirada y que estuviera en el debate por ser el mejor jugador de la historia as¨ª como las l¨¢grimas derramadas por su p¨¦rdida, dejan claro que el amor se impuso al odio en los ¨²ltimos a?os, y que ambos, sobre todo el p¨ªvot, le daban un balance positivo a sus ocho a?os juntos.
Si son o no la mejor pareja de siempre es dif¨ªcil de discernir en una mundo como el de la NBA, donde toda opini¨®n es v¨¢lida ente tanta estad¨ªstica. Lo que si est¨¢ claro es que Kobe y Shaq marcaron un antes y un despu¨¦s en la historia de los Lakers, que cogieron el vac¨ªo dejado por Jordan y lo llenaron con creces, consiguieron n¨²meros hist¨®ricos que pocas veces se han visto en otro d¨²o y ganaron tres anillos, la ¨²ltima vez que se consigue un three peat en la competici¨®n y dejaron tras de s¨ª una relaci¨®n iniciada con altibajos, tornada en odio y finalizada en amor. Una perfectamente definida por la mejor frase que se ha dicho jam¨¢s de Kobe y que fue pronunciada precisamente por ese archienemigo que acab¨® siendo su hermano: "Kobe Bryant es mi h¨¦roe".