NBA | LAKERS 121 - GRIZZLIES 118
Carmelo, el h¨¦roe de los Lakers
El alero anota 28 puntos desde el banquillo y los Lakers suman su primera victoria de la temporada. Westbrook mejora, pero desaparece al final. Morant, con 40 puntos, ¨¦pico,
De vez en cuanto, durante esta temporada, vamos a ver cosas as¨ª. Al menos en los Lakers, un equipo que es en realidad un conglomerado de estrellas entradas en a?os y que est¨¢n lejos de ser lo que en su d¨ªa fueron. No en su totalidad ni como valoraci¨®n injusta, pero s¨ª parcialmente. Y, al ser as¨ª, en alg¨²n momento vamos a ser testigos de determinados ramalazos de talentos que nos van a recordar que estos jugadores fueron buenos en su d¨ªa. Muy buenos. Aunque hayan sido superados por el tiempo, por unas reglas a las que no se han sabido adaptar o por j¨®venes m¨¢s precoces y vigorosos que les han adelantado sin que se dieran cuenta. Incluso as¨ª, el talento es natural en ellos y es inevitable que los aficionados sean testigos de ¨¦l y lo disfruten como si se tratase de algo nuevo, contempor¨¢neo, pero con la nostalgia propia de un baloncesto cl¨¢sico que ya no existe y que cada vez tiene menos defensores en la NBA actual. No por cuesti¨®n de gustos, m¨¢s bien de pr¨¢ctica.
En esa clasificaci¨®n, tan anacr¨®nica a veces como necesaria en el interior de cualquier aficionado al baloncesto, entra Carmelo Anthony. A diferencia de Russell Westbrook, que cobrar¨¢ 44 millones esta temporada y sigue necesitando un tiempo excesivo de bal¨®n, Carmelo llega aprendido a los Lakers. Y lo suyo le ha costado: ha pasado por un sainete constante desde que sali¨® de Nueva York para recalar en los Thunder, precisamente con Westbrook, y disput¨® apenas un pu?ado de partidos con los Rockets antes de ser utilizado como chivo expiatorio e iniciar una paulatina ca¨ªda a los infiernos con la que se lleg¨® a especular con la retirada. Los Blazers, un equipo que se le asemeja en formo y fonda, le rescataron de las catacumbas y le dieron una nueva oportunidad. Una vida nueva para un jugador que ha vuelto a entrar en la agenda de los equipos. Y un jugador que ha acabado en la ciudad de la luz, unos Lakers que son su actual equipo y un capit¨¢n, LeBron, con el que forma una dupla que es tambi¨¦n el ¨²ltimo vestigio de esa espectacular generaci¨®n que aterriz¨® en la mejor Liga del mundo hace 19 temporadas. S¨ª, en 2003. Se dice pronto.
Carmelo ha emergido como h¨¦roe y l¨ªder en la primera victoria de la temporada para los Lakers. Lo ha hecho con un partido excepcional: 28 puntos en casi 28 minutos, 10 de 15 en tiros de campo y 6 de 8 en triples, incluidos dos en el ¨²ltimo cuarto (en el que ha anotado 12 tantos) que han dado a los Lakers una ventaja que ya no perder¨ªan. Asistido por Westbrook, LeBron o Austin Rivers, Carmelo ha sido un festival constante y una m¨¢quina de conseguir una cantidad ingente de puntos. Y como anta?o, ha podido hacerlo tambi¨¦n con lanzamientos de media distancia, pero adaptado a ese nuevo baloncesto que le releg¨® a un segundo plano: casi nada de posteo, menos tiempo de bote, m¨¢s uso del catch and shoot y muchos ataques esperando una oportunidad en las esquinas. Un soplo de aire fresco para el jugador y para Frank Vogel, al que el resultado le da cierto margen para la tranquilidad (porque en los Lakers nunca se est¨¢ tranquilo) mientras ve como arregla las taras que siguen existiendo.
Los Lakers, con muchas dudas, llegaban al Staples por tercer duelo consecutivo (todav¨ªa no han viajado) para jugar contra un rival que ven¨ªa de volar en el inicio. Un equipop joven, de piernas fuertes, ideas claras y muy bien dirigidos por un hombre que el tiempo valorar¨¢ en su justa medida: Taylor Jenkins. El t¨ªpico rival que no le viene bien a los angelinos, de cuerpos cansados y sin f¨ªsicos acordes (en abril tendr¨¢n que ser m¨¢s acordes) para perseguir a gente m¨¢s joven por una pista de baloncesto. Sin embargo, hab¨ªa una cierta necesidad de urgencia en las filas angelinas, que no quer¨ªan verse abocados a lo que m¨¢s de uno habr¨ªa tildado de crisis. Y el acierto de Carmelo y dicha necesidad permitieron que la ligera desventaja que manejaban antes de iniciar el ¨²ltimo cuarto (87-90), se diera r¨¢pidamente la vuelta para convertirse en liderato y gesti¨®n de minutos finales. Siempre acechados, eso s¨ª, por un rival que sabe hacer de todo menos rendirse.
Carmelo, que se ha avanzado al noveno puesto en la lista de anotadores hist¨®ricos, no estuvo solo. Pero s¨ª fue el mejor de los suyos; Westbrook mejor¨® y se fue a 13 puntos y 13 asistencias, pero desapareci¨® en el ¨²ltimo cuarto. Y LeBron y Davis tuvieron una actuaci¨®n ligeramente m¨¢s discreta: 19+6+6+2+2 para el primero (en 40 minutos de juego, ojo con eso) y 22+8+2, con 4 tapones, para el segundo. Donde m¨¢s nivel estad¨ªstico hubo fue en los Grizzlies, claro, que tuvieron a Ja Morant como l¨ªder ¨¦pico y espiritual: 40 puntos y 10 asistencias para el base, enorm¨¦rrimo, magn¨ªfico y extraordinario. Melton se fue a 13 tantos, Desmond Bane a 17 y Steve Adams se hizo fuerte ante Davis (14+16+6, muy buena actuaci¨®n). Pero, esta vez, nadie pudo frenar ese viaje al pasado de Carmelo Anthony. Eso s¨ª, del pasado no se vive. Y los Lakers necesitan algo m¨¢s si quieren aspirar a algo m¨¢s que sumar alguna que otra en regular season despertando una sonrisa. Pero lo saben, es obvio. Llevan toda la vida en la NBA. No es para menos.