El 'otro' anillo de los Sixers: 2001, Kobe, Shaq y el mito de Iverson
Los Sixers son lo que son, para Philadelphia y para el mundo, gracias a Allen Iverson. La 2000-01 fue la del anillo nunca conquistado... por culpa de Kobe y Shaq, claro.

"S車lo por ponerle un traje a un hombre, no significa que sea un buen tipo". Es lo que sol赤a decir Allen Iverson hace unos 20 a?os (uno arriba, uno abajo), en una frase de un trasfondo mucho mayor de lo que se deduce de ella exclusivamente por lo literal. Esto es as赤 porque, incluso en lo referente a la vestimenta, Allen Iverson influy車 en la NBA. Tambi谷n en la sociedad estadounidense, sumergida, como siempre en su larga historia, en un problema racial pantagru谷lico del que no consigue salir y cuya lucha abandera, en parte, la competici車n norteamericana. Ah赤, quiz芍 sin saberlo, Iverson hizo aportaciones clave mientras era el 迆ltimo gran h谷roe de una franquicia hist車rica a la que llev車 casi a lo m芍s alto. Con una revoluci車n que personificaba 谷l mismo pero que ten赤a un trasfondo mucho mayor y una capacidad para atraer a todos al foco, a observar sin pudor a un hombre que dejaba al p迆blico embelesado. Que creaba pol谷mica, ten赤a una horda ingente de seguidores, una complejidad absolutamente atractiva y un talento innato que le hizo ser considerado uno de los mejores jugadores de su generaci車n. Y tambi谷n uno de los que m芍s estuvo sometido al constante juicio de la opini車n p迆blica, ese lugar en el que se ganan las batallas que deciden las guerras.
Iverson dijo otra frase para la historia, una m芍s entre muchas: "Los campeonatos se ganan con esto". Mientras pronunciaba esas palabras ante la prensa, su mano derecha iba al coraz車n. Fue antes de las Finales de 2001, la ocasi車n en la que m芍s cerca estuvo de un anillo esquivo, que nunca ha conquistado y que es el mayor borr車n de un curr赤culum lleno de taras pero extra?amente justificado, como si el hype y la estad赤stica fueran m芍s importantes en su figura que en cualquier otra. Tras su exhibici車n en el primer partido de las ya mencionadas Finales, cualquiera habr赤a pensado que el base (o escolta, siempre ha habido mucho debate con esto), ten赤a raz車n. Anot車 48 puntos en una de las mayores exhibiciones de la historia, se comi車 a Kobe y a Shaq y fue el h谷roe de un equipo que plante車 la serie igual que David su lucha contra Goliat. Viniendo de atr芍s, como el contendiente m芍s vulnerable y con toda la vitola de favoritos para los Lakers y esa fiebre amarilla que ven赤a de ganar todos y cada uno de sus partidos en los playoffs, una racha (de 11-0, 15-1 al final, la mejor de siempre hasta el 16-1 de los Warriors en la 2016-17) solo menoscabada por una estrella convertida hoy en leyenda.
Hablar de Iverson es hacerlo de un hombre de dif赤cil an芍lisis, que siempre ha andado de puntillas por esa fina l赤nea que separa el bien del mal, la oportunidad aprovechada de la perdida. El icono cultural que ha representado se ha visto en la leyenda mala, esa que forman las habladur赤as en torno a su persona. Por desgracia, en su caso casi todas son ciertas: el d赤a de San Valent赤n de 1993 se vio involucrado en una pelea con un grupo de hombres blancos. En 1997, la polic赤a le par車 por conducir a una velocidad excesiva, en posesi車n de un arma y de marihuana. En 2002, presuntamente ech車 de casa a su esposa Tawanna, a la que fue a buscar a casa de su primo al d赤a siguiente. Cuando 谷ste no le dej車 entrar, Iverson les amenaz車 con una pistola semiautom芍tica. Tambi谷n envuelto en esc芍ndalos dentro de los casinos y en peleas con los 芍rbitros, se divorci車 de Tawanna para luego volver con ella. En medio de todo ello, tuvo problemas financiaros que le obligaron a vender su mansi車n de Atlanta, valorada en 4,5 millones de d車lares. Es decir, un poco de todo para un hombre que siempre ha llamado la atenci車n de los focos fuera de las pistas... y dentro de ellas.
Porque s赤, Iverson era una persona problem芍tica, pero tambi谷n una referencia de la cultura negra, la vestimenta y la era del hip hop en Estados Unidos. Su ya mencionada forma de vestir provoc車 que David Stern prohibiera en 2005 las camisetas sin mangas, pantalones anchos, gorras de b谷isbol, bandanas, camisetas a la altura de las rodillas, gafas de sol dentro del pabell車n, joyas o botas Timberland. Iverson no se call車: critic車 el c車digo de Stern diciendo que "no cambiar芍 el car芍cter de una persona independientemente del tipo de ropa que lleves", y que "asociar la vestimenta hip-hop con la violencia, las drogas o una mala imagen es de racistas". Iverson tambi谷n dijo que la publicidad de muchos patrocinadores destacados de la NBA, como Nike, Reebok, Puma y Adidas, est芍 muy influida por la cultura del hip-hop. As赤 mismo, la antigua estrella es una referencia por encontrar su sitio en un mundo de blancos, en una 谷poca en la que el racismo estaba m芍s avanzado que ahora y donde al lucha para erradicarlo no estaba tan desarrollada. Y tambi谷n por ser el hombre triunfador que ha salido de la calle, ha llegado a lo m芍s alto y no se ha olvidado de los de abajo, hablando de la misma manera que cuando estaba en el instituto, vistiendo de una forma similar y reivindicando siempre su origen y procedencia.
El mismo debate en pista
Generalmente, Iverson recibe una opini車n favorable del aficionado medio, ese que se encarga de juzgar indiscriminadamente a todos y a todo. Lo hace por su atractiva forma de jugar, porque fue un anotador prol赤fico y un hombre al que no le importaba la cr赤tica: si el mantra era que lanzaba mucho, lo hac赤a m芍s todav赤a, y con una capacidad extra?a que solo 谷l pod赤a conseguir. Se libr車, no total pero s赤 parcialmente, de la vitola de chup車n que s赤 tuvo su compa?ero de generaci車n, Kobe Bryant, con una bella simetr赤a. Iverson lanz車 21,8 tiros por partido en su carrera por 19,5 de la Mamba Negra. Y lo hizo con un 42,5% en tiros de campo por el casi 45% de Kobe. Y s赤, repart赤a m芍s asistencias, pero la diferencia con su hom車logo tampoco es tan grande (6,2 por 4,7). Y sin embargo, se ha criticado m芍s, de manera hist車rica, la individualidad del jugador de los Lakers que la de el de los Sixers. Eso s赤, ambos son recordados como aut谷nticas leyendas, con el escolta claramente por encima, y la rivalidad que mostraron en esas Finales de 2001 (ahora hablaremos de ello) se transform車 en respeto mutuo en la retirada de ambos, con constantes homenajes de Iverson al que fue uno de sus mayores rivales.
La comparativa con Kobe es una de tantas, y viene a demostrar que, simplemente, Iverson trascendi車 m芍s all芍 del baloncesto en una competici車n con una influencia enorme dentro de un pa赤s, y casi de un planeta. Y eso que a nivel interno hab赤a unanimidad en valorarle, m芍s all芍 de que el tiempo haya convertido en a?oranza lo que antes era un ligero escepticismo. Hoy d赤a, Iverson es un 赤dolo. Como jugador en activo, copaba titulares sensacionalistas, pero tambi谷n era criticado como jugador. Se dec赤a de 谷l que no hac赤a ganar a sus equipos, y siempre estuvo lejos del anillo. Es m芍s, la 迆nica vez que super車 la semifinales de Conferencia fue? en 2001, y lo hizo en una Conferencia Este post Jordan que ten赤a un nivel paup谷rrimo, posiblemente el m芍s bajo de su historia. Tambi谷n se le achacaban conflictos con algunos compa?eros y de 谷l se lleg車 a decir que no entrenaba todo lo que deber赤a. Es m芍s, tras la eliminaci車n en 2002 (en primera ronda), fue la estrella la que alent車 a sus compa?eros a seguir trabajando. Larry Brown, su t谷cnico y una figura esencial para entender su carrera, pronunci車 otra frase hist車rica: "Ha dicho m芍s veces la palabra entrenar de las que realmente entrena".
La relaci車n con Brown siempre fue de amor-odio, pero la reconciliaci車n (casi) siempre llega en la NBA, que siempre potencia la narrativa y el discurso y estira el chicle todo lo posible antes de buscar el final feliz. En 2005, en el programa televisivo Quite Frankly with Stephen A. Smith de ESPN, pidieron a Iverson que resumiera sus problemas con Brown. Iverson confes車 que fue un privilegio y un honor haber tenido a Brown como entrenador, sin reparos ni cr赤ticas; describi車 a Brown como una influencia positiva en su carrera profesional y en su vida personal. Smith emiti車 un video en el que Brown describ赤a al jugador como el modelo a imitar ideal para los ni?os americanos, y Iverson no pudo contener la emoci車n. El 1 de marzo de 2014, los Sixers retiraron la camiseta de Iverson, y Brown fue el encargado de pronunciar un emocionante discurso delante de una afici車n que recuerda con a?oranza esos tiempos pasados que fueron felices; y que no dieron 谷xitos en forma de anillos, pero que cuadraban con una ciudad, Philadelphia, que vio en pista a personas que consider車 referentes. Y que entiende el baloncesto.
El 'otro' anillo de los Sixers: la 2000-01
Iverson estuvo 12 temporadas en los Sixers, divididas en dos partes. Una inicial que dur車 sus primeros 11 a?os y medio de carrera y que se extendi車 de 1996 a 2007. Y otra en la 2009-10, donde pas車 de forma ef赤mera por los Grizzlies antes de regresar al equipo de su vida, con el que disput車 sus 迆ltimos 25 partidos en la NBA. Solo en una de esas campa?as el base se acerc車 al anillo, para descubrir algo que todo el mundo acaba comprendiendo en la NBA: ganar no es f芍cil. Nunca lo es. Fue en la 2000-01, el mejor curso baloncest赤stico que los Sixers han tenido desde 1983, cuando ganaron el tercer anillo de su historia con Julius Erving, Moses Malone y ese fo, fo, fo que fue una predicci車n bastante acertada. Larry Brown, un n車mada de los banquillos que hab赤a pasado de la ABA a la NBA, amarr車 un proyecto con mimbres en torno a Iverson y permiti車 florecer a su equipo. Lleg車 en 1996 al equipo, solo un a?o despu谷s de Iverson, que hab赤a sido el descarado Rookie del a?o con crossover incluido a Michael Jordan unos meses antes. El despido de Johnny Davis y sus escasas 22 victorias propici車 la llegada de Brown, que encontr車 su feudo en Philadelphia, donde permaneci車 hasta seis temporadas, m芍s que en ning迆n otro equipo durante su carrera.
La 2000-01 fue la temporada de los Sixers, que lo ganaron todo menos el anillo: Entrenador del A?o para Brown, que fue adem芍s el t谷cnico de un All Star que gan車 la Conferencia Este por obra y gracia de Allen Iverson, que se proclam車 MVP del mismo. Tambi谷n de una temporada que lider車 en anotaci車n y en robos de bal車n. En el mismo Partido de las Estrellas, un tal Dikembe Mutombo atrap車 22 rebotes con la camiseta de los Hawks, que cambiar赤a por la de los Sixers en el cierre del mercado invernal sustituyendo al lesionado Theo Ratliff, que fue el m芍ximo taponador del curso. Mutombo, segundo en esa estad赤stica, fue primero en rebotes y Defensor del A?o, un premio que conquist車 hasta en cuatro ocasiones en su carrera, l赤der hist車rico junto a Ben Wallace. Adem芍s, Aaron Mckie qued車 Mejor Sexto Hombre, Iverson entr車 en el Mejor Quinteto de la temporada y Mutombo en el Segundo, adem芍s de en el Mejor Quinteto Defensivo. Es decir, un a?o redondo que los Sixers completaron con 56 victorias, la mejor temporada que tienen desde la 1984-85 hasta hoy d赤a. Y con el primer puesto de la Conferencia Este, claro. Fue su otro anillo. Uno que no ganaron, pero en un a?o que fue incre赤ble para ellos. En todos los aspectos.
No se qued車 ah赤 la temporada, que ped赤a m芍s. Jam芍s el Wells Fargo Center, en todo el siglo XXI, vibr車 tanto como entonces. Iverson (31,1+3,8+4,6+2,5 y MVP m芍s bajito de la historia, con apenas 1,83) lider車 a los Sixers a las Finales. En primera ronda acab車 con los Pacers, a los que endos車 31,5 puntos por partido, 45 en el segundo asalto. A los Raptors en semifinales les meti車 33,7, superando hasta en dos ocasiones los 50 puntos (m芍s que Kobe en toda su carrera en playoffs, por poner un ejemplo). El "Sixers holds on!" de Mike Breen tras el fallo de Vince Carter en el s谷ptimo partido (21 puntos y 16 asistencias de The Answer), es hist車rico en la Liga. En las finales del Este hubo otros siete choques, contra los Bucks de George Karl, Ray Allen, Sam Cassell, Glenn Robinson... y 44 puntos de Iverson en el definitivo. Y las Finales, ya se sabe, un primer partido alentador, un segundo con bronca entre Iverson y Kobe, victoria angelina pero besos al aire de Larry Brown y tres en Philadelphia en el que las piernas pesaron mucho, al igual que Shaquille O'Neal. Los Sixers solo tuvieron opciones en el tercero, resuelto por Kobe y un postrero triple de Robert Horry (un cl芍sico). Y con Shaq expulsado. No se vieron en otra igual y, a partir de ah赤, cedieron.
Iverson, Mutombo, Matt Geiger, Raja Bell, Eric Snow, Aaron Mckie, Jumaine Jones, Todd MacCulloch, George Lynch, Tyrone Hill, Kevin Ollie... una plantilla sacrificada, de las que gustaban a Brown, un hombre que utilizaba una barbaridad de minutos a sus jugadores. Una que lleg車 a las Finales cuando cualquiera en el Este pod赤a hacerlo; pero lleg車, que nunca es f芍cil. Iverson promedi車 35,6 puntos en la 迆ltima ronda, insistentemente perseguido por Tyronn Lue, y super車 los 35 puntos en todos los partidos menos en uno. Shaquille domin車 con 33+15,8+4,8, superando a un bravo Mutombo (16,8+12,2). Y Kobe se fue a casi 25 puntos, con 7,8 rebotes y 5,8 asistencias. Fue el a?o de los Sixers, y tambi谷n de Iverson, que se retir車 tras pasar por la Liga turca, con 11 apariciones en el All Star y cinco t赤tulos a M芍ximo Anotador. Y el recuerdo de una temporada hist車rica que marc車 una carrera, luego tumultuosa, para siempre. La mejor de un jugador singular, un mito viviente y una estrella que trascendi車 m芍s all芍 del baloncesto e inculc車 una dimensi車n cultural a una competici車n imposible de entender sin su influencia. El h谷roe del pueblo, un l赤der aplaudido hoy d赤a mientras se pone la camiseta de su fallecido rival, Kobe Bryant, y es ovacionado cada vez que aparece en una pista de baloncesto. En otras palabras: una leyenda.