La metamorfosis de un campe¨®n: un nuevo Toronto se abre paso
Tras un inicio desesperante, la franquicia dirigida por Nick Nurse ya es quinta en el Este. Siakam, ¨²nico titular del anillo en las tres ¨²ltimas victorias.
El tiempo pasa muy r¨¢pido en Toronto. Tanto que, donde antes pon¨ªa Toronto, ahora pone Tampa. La c¨¢psula temporal de 2020, que no respeta a nada ni a nadie, hace que todo lo anterior quede muy atr¨¢s en la memoria colectiva. Tambi¨¦n la ag¨®nica canasta de Kawhi, en el ¨²ltimo suspiro de un s¨¦ptimo partido fat¨ªdico para Philadephia (en Pensilvania, seguramente, el recuerdo a¨²n est¨¦ demasiado presente). Recibi¨® de Marc Gasol, corri¨® en busca de un tiro que se negaba y, una vez encontrado, m¨¢s emoci¨®n de la necesaria: seis botes en el aro, como si el techo hist¨®rico se hubiera colocado encima de la red, y una espera en cuclillas que se eterniz¨® hasta hacer cre¨ªble el hito. Una feroz remontada frente a Milwaukee (de 0-2 a 4-2) y una exitosa serie frente a los Warriors, a las puertas del three-peat pero casi hu¨¦rfanos de Kevin Durant y con un mermado Klay Thompson, materializaron el anillo. Y se desat¨® la locura.
Aunque, en consonancia, la posterior celebraci¨®n tambi¨¦n ha podido acumular m¨¢s polvo de lo habitual. Marc Gasol, como maestro de ceremonias y refuerzo clave en la haza?a, recog¨ªa el testigo de su hermano Pau y, junto a Serge Ibaka, sumaba el tercer anillo en el casillero espa?ol. Como se dir¨ªa coloquialmente, los Raptors fueron campeones ayer; pero el hoy es muy distinto, en todos los sentidos. Ni Marc, ni Ibaka ni Kawhi siguen en el equipo. Tampoco Danny Green. Todos ellos, en franquicias con, ahora mismo, muchas m¨¢s aspiraciones de anillo que los canadienses. El primero, junto a LeBron James, busca un segundo campeonato que iguale la estanter¨ªa familiar; los segundos andan por la acera de enfrente en un silencioso, pero temible, plan; y el tercero, junto a Embiid, se encuentra con la posibilidad de ser el primer jugador de la historia en conseguir tres anillos consecutivos con tres franquicias distintas. Las vueltas que da la vida. Y la NBA.?
Nick Nurse consigui¨® mantener la vitola de contender?durante la campa?a pasada, a pesar de perder a Kawhi (un vac¨ªo casi irremplazable para cualquier equipo) y a trav¨¦s de un engranaje colectivo que hab¨ªa quedado automatizado. La ca¨ªda, aunque trabajada, en Semifinales de Conferencia frente a Boston (3-4), el devenir del mercado y el inicio de la actual campa?a hicieron saltar por los aires semejante cartel. Nada hace pensar que se recupere (como m¨ªnimo, con tanta fuerza), todav¨ªa menos en un momento en el que los Jazz copan todos los boletos de aspirante de segunda l¨ªnea (apartando, incluso, a los Bucks) y los Nets se erigen como el monstruo que pod¨ªan llegar a ser; pero los ¨²ltimos resultados han demostrado que en Tampa tambi¨¦n se puede ser feliz, y no parece un espejismo.
El mayor subid¨®n en los power rankings
Cuatro derrotas consecutivas declararon el estado de alarma en diciembre y un r¨¦cord de 7-9, en enero, lo alargaron. Febrero, finalmente, ha sido el mes que ha impedido concebir Tampa como un destino maldito. Se empez¨® con otros aires, con dos victorias frente a Orlando y Brooklyn, y se est¨¢ terminando con una racha de cuatro victorias consecutivas y, por fin, un r¨¦cord positivo que se resist¨ªa (16-15). En redes sociales, incluso, dejan entrever que el invierno est¨¢ llegando, aunque la l¨®gica de la meteorolog¨ªa diga lo contrario. Desde la quinta plaza del Este se vive mucho mejor. La mejor¨ªa es notable, en cuanto a resultados y en cuanto a juego; pero la mentalidad norte?a siempre ha estado ah¨ª. "Es un a?o largo, tenemos mucho baloncesto frente a nosotros, y nos mantenemos firmes y seguimos tratando de mejorar cada d¨ªa, cada partido. Va a haber altibajos, pero creo que nos estamos encontrando a nosotros mismos y creando una identidad. Necesitas crear una identidad cada a?o y parece que lo estamos encontrando aqu¨ª ¨²ltimamente, pero tenemos que mantenerlo", declar¨® Fred Van Vleet en la ¨²ltima, y meritoria, victoria frente a los Sixers, l¨ªderes de Conferencia (20-11).
En un equipo en el que, en tan poco tiempo, todo ha cambiado tanto, ¨¦l es parte de esa continuidad que, incluso en la mayor de las revoluciones, termina siendo necesaria. Tras muchas dudas, y protagonizar uno de los mayores culebrones de la agencia libre, Van Vleet empez¨® la temporada con lo que deseaba: un contrato de primera plana. Cuatro a?os y 85 millones le convencieron, al tiempo que alejaban a los propios Marc o Ibaka, y le convert¨ªan en el jugador no drafteado mejor pagado de la historia. Se sumaba, entonces, a un proceso que hab¨ªa empezado con Paskal Siakam, erigido como estandarte y renovado el curso anterior por cuatro a?os y 130 millones, y que segu¨ªa con OG Anunoby, con quien se apur¨® el plazo de extensi¨®n de los rookies de 2017 y se firm¨® un contrato para las pr¨®ximas cuatro campa?as a raz¨®n de 72 millones.
Y van respondiendo. Todos ellos, junto a Lowry, son los jugadores que m¨¢s minutos est¨¢n promediando. Fred, con su punto ¨¢lgido en los 54 puntos frente a Orlando (la mejor marca para un undrafted), promedia 20,1 puntos, 4,4 rebotes y 6,6 asistencias, siendo el jugador con m¨¢s robos de la liga (53). Tiene actuaciones que valen victorias y momentos de superestrella, como el triple, sobre la bocina de posesi¨®n, a una mano y contra el tablero, frente a los propios Sixers. Siakam, que empez¨® la temporada dubitativo, se ha sumado al continuo in crescendo y ya acumula un 20,5+7,7+4,7. Su nombre ejemplifica la ruptura con ese pasado tan reciente: en las tres ¨²ltimas victorias del equipo, ha sido el ¨²nico jugador titular que tambi¨¦n lo era en los Raptors del anillo.?Kyle Lowry, con problemas en el tobillo izquierdo, no ha podido disputarlas. Anunoby, a pesar de haberse perdido once partidos esta temporada (tras una ausencia de diez, volvi¨® coincidiendo con la mejor racha del equipo), sigue asent¨¢ndose como la gran apuesta que es y est¨¢ en sus mejores promedios de puntos y rebotes (14,1 y 6, respectivamente).
Tres victorias de prestigio, dos contra los Bucks y la mencionada con los Sixers, junto a otra contra Minnesota, han sido los resultados que han llamado al optimismo. Sin ir m¨¢s lejos, suponen la mejor concatenaci¨®n de sensaciones de la temporada y han aupado al equipo siete posiciones en los ¨²ltimos power rankings de la NBA. La mayor subida de la semana. Actualmente, son octavos en nate rating, siendo novenos en el ofensivo y duod¨¦cimos en el defensivo (cerca de las diez primeras ansiadas, y protocolarias, posiciones) y acumulan un r¨¦cord de 5-3 contra los otros cuatro equipos del Este con baremos positivos. Entre los mejores, donde estaban y quieren, y pueden, estar.
Y para que sea as¨ª, deben seguir el camino actual, uno de esos con los que, aunque no se gane siempre, se tienen m¨¢s papeletas para triunfar. Las alternativas colectivas (algo que ya les defin¨ªa) y la capacidad de reacci¨®n, desde la pista y desde el banquillo, han perfilado los ¨²ltimos marcadores. Se han sobrepuesto a la ausencia de Lowry (17,7+5,4+6,4), la veteran¨ªa del equipo y pieza fundamental del anillo, caso aparte el r¨¦cord del equipo sin ¨¦l (6-0 esta temporada y, seg¨²n StatMuse, 16-0 en sus ¨²ltimas 16 ausencias), y han dado con la tecla en los m¨²ltiples mini encuentros que se juegan dentro de un partido.
En el ejemplo m¨¢s reciente, la victoria frente a los Sixers, la constante rectificaci¨®n en el emparejamiento entre Siakam o Aron Baynes con Embiid permiti¨® darle la vuelta a una situaci¨®n que se lleg¨® a poner 13 puntos cuesta arriba. As¨ª mismo, Chris Boucher, un jugador que en 2019 promediaba 5,8 minutos y 3,3 puntos, anot¨® 17 en los ¨²ltimos 14 minutos y, actualmente, es el jugador con mejor m¨¢s menos de la competici¨®n (+56) y el tercero con m¨¢s tapones (62). Junto a ¨¦l, se van consagrando m¨¢s realidades, como Norman Powell (de 8,6 puntos en 2019 a 16 el a?o pasado y 17 el presente), que no hacen otra que cosa que confirmar que hay un buen camino para andar. Y, en una NBA en la que el futuro cada vez vale menos, con posibles destinos inmediatos. Nunca es f¨¢cil dejar de ser campe¨®n, todav¨ªa menos cuando lo eres por primera vez; pero los octavos playoffs seguidos vuelven a parecer una certeza (los duod¨¦cimos en 26 a?os de historia). Si es que alguna vez no lo parecieron.