?Qu¨¦ fue de George Karl? Jordan y el desastre de Indian¨¢polis
El legendario entrenador, ahora sin equipo, pas¨® 27 temporadas en la NBA y dos en el Real Madrid. Adem¨¢s, fue seleccionador de Estados Unidos.
No es f¨¢cil condensar la vida de George Karl. Siempre habr¨¢ partes de su dilatada trayectoria deportiva que se quedar¨¢n en el limbo porque no hablamos de un simple entrenador de baloncesto, sino de uno de los grandes t¨¦cnicos de la NBA de todos los tiempos. Repasemos su curr¨ªculum de un vistazo: 27 temporadas al frente de seis franquicias de la Liga (Cleveland, Golden State, Seattle, Milwaukee, Denver y Sacramento), casi 1.999 encuentros dirigidos y 1.175 victorias en temporada regular. Cifras que le convierten en el sexto t¨¦cnico en partidos y en triunfos de siempre. ?Seguimos? Solo se ha perdido los playoffs en cincos ocasiones (dos de ellas al ser despedido a mitad de curso), fue entrenador del a?o en 2013 con Denver Nuggets y estuvo muy cerca del anillo con Seattle SuperSonics: fue en 1996 contra los Chicago Bulls de Michael Jordan y del 72-10. No est¨¢ nada mal.
Sin embargo, lo que m¨¢s representa a Karl es la palabra luchador. Porque ha superado en tres ocasiones el c¨¢ncer. En 2005 se le diagnostic¨® de pr¨®stata y en 2007 de garganta, un problema que regres¨® en 2016. No solo vivi¨® la enfermedad en carne viva, sino tambi¨¦n a trav¨¦s de su hijo. Coby super¨® uno en la gl¨¢ndula tiroides en 2007. Excelente triplista, jug¨® con dos de los mejores jugadores de todos los tiempos, Kobe Bryant (Los Angeles Lakers) y LeBron James (Cleveland Cavaliers). Y, entre medias, en la ACB con el Joventut y el Granada.
Espa?a no le era desconocida. Ya en 1989, Coby correteaba a los 6 a?os por el Palacio de Deportes cuando su padre cambi¨® Estados Unidos por la capital. George Karl lleg¨® al Real Madrid de la mano de Ram¨®n Mendoza. Vivi¨® dos temporadas en dos etapas diferentes (1989-90 y 1991-92). La primera de ellas con una gran carga sentimental: el 3 de diciembre de 1989 la familia blanca sufri¨® una de sus mayores p¨¦rdidas, la de Fernando Mart¨ªn, en un accidente de tr¨¢fico.
La muerte de Fernando Mart¨ªn
¡°Fue uno de los momentos m¨¢s emotivos de mi vida. Cada detalle est¨¢ congelado en mi mente, incluida la lluvia que no par¨® de caer el d¨ªa del funeral¡±, recuerda el entrenador en su libro Furious George. Dos d¨ªas despu¨¦s de la muerte del primer espa?ol en jugar en la NBA, el Madrid ten¨ªa que jugar frente al PAOK de Sal¨®nica en la Recopa en el Palacio: ¡°Hubo muchos momentos de piel de gallina. La camiseta de Fernando, blanca y azul con el n¨²mero 10, extendida en nuestro banquillo y los jugadores del rival dejaron rosas en ella. Antes del partido, nuestros jugadores espont¨¢neamente corrieron por los pasillos para dar un abrazo colectivo a la madre de Fernando en el palco¡±, rememora.
El partido fue incre¨ªble, imborrable. Al descanso, el conjunto blanco perd¨ªa de 19 puntos, pero tras las categ¨®ricas palabras de Antonio, hermano de Fernando, en el vestuario (¡°Sois un mont¨®n de putas. A Fernando no le gustar¨ªa esto¡±), remontaron y se llevaron el triunfo. ¡°Un h¨¦roe nacional. Fernando ten¨ªa 27 a?os en 1989, el a?o en que lo entren¨¦, era un chico guapo con el pelo oscuro. El equivalente en Estados Unidos en esa ¨¦poca habr¨ªa sido Magic, Bird o Michael Jordan. Quiz¨¢ James Dean se acerca m¨¢s al impacto que tuvo", asegura.
A pesar de su corta etapa, guarda buenos y divertidos momentos de su paso por Espa?a. ¡°Con la ayuda de mis asistentes biling¨¹es pod¨ªa ense?ar y entrenar. Demostr¨¦ que se me daba mal pillar un idioma nuevo Mi espa?ol se limit¨® a d¨ªgame, gracias, y otra cerveza, por favor. Provoqu¨¦ algunas risas entre los camareros en un restaurante cuando ped¨ª polla cuando realmente quer¨ªa pollo. Y me met¨ª en l¨ªos por confundir mierda con Miera, que es un r¨ªo y una ciudad en Espa?a. Mi mejor momento vino despu¨¦s de una derrota, cuando le dije a la prensa que jugamos como mujeres¡±, contin¨²a en su libro.
Karl trajo al baloncesto espa?ol peque?as p¨ªldoras del estilo americano, como el ¡®scouting¡¯ detallado del rival. ¡°Antes de cada partido, nos entregaba un tocho de apuntes sobre el siguiente rival. Escrito hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle. Y aunque no hab¨ªa mucho v¨ªdeo, s¨ª nos sacaba a la pizarra y nos preguntaba, como en el colegio¡±, aseguraba Quique Villalobos en el reportaje ¡®George Karl, un yanqui en la corte del Real Madrid¡¯ de Antonio Rodr¨ªguez. El texto prosigue con otra de las grandes an¨¦cdotas de su paso por la capital: cuando visit¨® por primera vez la Ciudad Deportiva, pregunt¨® d¨®nde estaba la sala de v¨ªdeos. Esta no exist¨ªa. Ni estaba ni se le esperaba y el club sali¨® airoso, utilizando unas obras en el recinto para asegurar que estaban acondicionando la sala.
Las Finales contra Jordan
Nacido en Penn Hills (Pennsylvania), Karl comenz¨® su idilio con el baloncesto en el interior de la cancha, no en su lateral. Forjado en la prestigiosa Universidad de Carolina del Norte, fue drafteado en la cuarta ronda por New York Knicks en 1973, sin embargo su carrera tom¨® otro camino: abandon¨® la NBA sin debutar para enrolarse en la ABA con San Antonio Spurs. En Texas comenz¨® y en Texas acab¨®. En solo cuatro a?os dej¨® de botar el bal¨®n para mandar desde el banquillo. Arranc¨® de asistente en la franquicia de la espuela plateada para proseguir un lento, pero inexorable ascenso hacia la cima.
Primero con Montana Golden Nuggets en la CBA, una competici¨®n que como se?ala Roland Lazenby en su biograf¨ªa sobre Michael Jordan le equivali¨® a Phil Jackson por ¡°30 a?os entrenando¡±. Karl pas¨® tres en Montana y se alz¨® con dos t¨ªtulos como entrenador del a?o, lo que le abri¨® las puertas de la NBA con Cleveland Cavaliers. Despu¨¦s llegar¨ªa Golden State Warriors. En ambos casos fue despedido a mitad de su segunda temporada.
Su cort¨® salto a la ¨¦lite le llev¨® de nuevo a la CBA, con los Albany Patroons (donde entren¨® el propio Phil Jackson antes de Chicago), y al mencionado Real Madrid, que abandon¨® para siempre en enero de 1992 para hacerse cargo de Seattle SuperSonics. En sus seis temporadas en el estado de Washington nunca abandon¨® los playoffs y lleg¨® a las finales junto a Gary Payton y Shawn Kemp contra los Bulls (2-4 para los de Illinois), con an¨¦cdota inspiradora para Michael Jordan incluida.
¡°Pas¨® junto a m¨ª (durante una cena) sin saludar y le dije: ¡®?En serio, esta va a ser tu t¨¢ctica?¡¯. Eso es una mierda. Fuimos a Carolina. Conocemos a Dean Smith, lo veo durante el verano y jugamos al golf. ?Vas a hacer esto? Bien, est¨¢ bien. Eso es todo lo que necesitaba. Se volvi¨® algo personal¡±, cuenta Su Majestad del Aire en la aclamada serie de Netflix ¡®The Last Dance¡¯.
Verdad o mentira, Karl era un entrenador con genio y dado a los desplantes. Sin pelos en la lengua, m¨²ltiples estrellas de la NBA han pasado su particular infierno con ¨¦l. ¡°Nunca he sido muy bueno escondiendo mis frustraciones o guardando mis opiniones¡±, cuenta en su libro. A Carmelo Anthony, Kenyon Martin y JR Smith, a los que entren¨® en Denver Nuggets (2005-13), por ejemplo, les acusaba de ser inmaduros por haber crecido sin figura paterna. Y en Sacramento Kings (2015-16), su ¨²ltima etapa en la NBA hasta el momento, choc¨® con el siempre dif¨ªcil DeMarcus Cousins.
El desastre de Indian¨¢polis
Entre Colorado y California, Milwaukee Bucks (1998-2003) y sus pol¨¦micas con Sam Cassell, Ray Allen y Glenn Robinson, adem¨¢s de uno de sus peores momentos en el banquillo: el Mundial de Indian¨¢polis de 2002. Como seleccionador, Estados Unidos sufri¨® una de sus mayores afrentas de siempre al acabar en sexto lugar con un equipo formado por Baron Davis, Andre Miller, Reggie Miller, Paul Pierce y Ben Wallace.
Es cierto que hubo bajas importantes como la de j¨®venes como Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett, que no acudieron a su llamada, o como la de los lesionados Shaquille O'Neal, Ray Allen y Jason Kidd. Pero eso no le importaba a una naci¨®n orgullosa de su baloncesto, acostumbrada a causar el p¨¢nico en torneos internacionales y que vivi¨® indignada, en su propio pa¨ªs, las tres dolorosas derrotas de su equipo: contra Argentina en la segunda fase, frente a Yugoslavia en los cuartos de final y ante Espa?a en la lucha por la quinta plaza. La lengua del t¨¦cnico, una vez m¨¢s, salt¨® r¨¢pida despu¨¦s de caer frente a la Selecci¨®n, asegurando que el dinero y la codicia de la NBA ten¨ªa un efecto perjudicial en la naturaleza competitiva de los jugadores estadounidenses.
Palabras que le persiguieron durante sus ¨²ltimos d¨ªas en Milwaukee al igual que su insinuaci¨®n de que la NBA practicaba la discriminaci¨®n positiva con exjugadores negros para que llegaran a ser entrenadores jefes a pesar de su poco experiencia previa. Doc Rivers, Isiah Thomas y Bill Cartwright, en Orlando Magic, Indiana Pacers y Chicago Bulls en esos momentos, respectivamente, fueron sus dianas.
En la actualidad, Karl se encuentra sin equipo, pero muy activo en redes sociales, donde se ha mostrado muy indignado con el asalto al Capitolio por parte de los seguidores del expresidente Donald Trump. Adem¨¢s, conduce el podcast Truth + Basketball y apoya fervientemente la vuelta de la NBA a Seattle, la casa donde vivi¨® sus mejores d¨ªas como entrenador de baloncesto.
Fuentes para la elaboraci¨®n de este art¨ªculo: El Pa¨ªs, Gigantes, El Confidencial y ACB.