NBA | AN?LISIS
La fe de los Nuggets: Jokic coge el testigo de Carmelo y desaf¨ªa a los Lakers 11 a?os despu¨¦s
En 2009, los Nuggets jugaron sus ¨²ltimas finales del Oeste con Carmelo como estrella. Jokic es la cara del nuevo proyecto y, junto a Murray, el futuro de la franquicia.
Los Nuggets han vuelto. Al menos, a las finales de la Conferencia Oeste, una ronda a la que no llegaban desde 2009. 11 largos a?os han pasado en el que un mercado peque?o como el de Colorado se ha esforzado en construir un nuevo proyecto que dejara atr¨¢s la sombra de un Carmelo Anthony que abandon¨® el barco en 2011 para irse a unos Knicks que dejaron atr¨¢s el prometedor binomio Felton-Stoudemire para darle el bal¨®n a su reci¨¦n incorporada estrella, intentar un proyecto que ni pudo ni estuvo cerca de ser y, ya sin el alero, perder del todo una cabeza que con James Dolan nunca ha estado en su sitio. Y si bien Carmelo no signific¨® para Denver lo mismo que otras estrellas para sus respectivas ciudades (LeBron en Ohio, Kobe en Los Angeles), no deja de ser curioso que desde su partida la franquicia no haya vuelto a ser competitiva. Al menos, no al mismo nivel que aquella m¨¢gica temporada en la que so?aron con el anillo, en la que estuvieron entre los cuatro mejores equipos de la competici¨®n y, en caso de esas series, a tan solo dos victorias de las Finales, ese terreno vetado para una franquicia que s¨ª las alcanz¨® en la ABA con Larry Brown de entrenador (1976) pero que va a disputar tan solo su tercera final de Conferencia desde que dio el salto a la NBA, justo meses despu¨¦s de rozar el campeonato en esa extinta competici¨®n que tantos quebraderos de cabeza dio a la mejor Liga del mundo.
Carmelo nunca estuvo tan cerca del anillo como en la 2008-09. Era su momento y el de los Denver Nuggets, que liderados por George Karl en los banquillos y el alero en pista ten¨ªan, por fin, una plantilla construida para optar al campeonato. Los movimientos realizados en los primeros compases de la temporada hab¨ªan permitido que Allen Iverson, sus puntos y su monopolizante y casi unidimiensional juego pusieran rumbo a Detroit a cambio de Chauncey Billups, un base m¨¢s abnegado, entregado a lo colectivo y que hac¨ªa mejores a sus compa?eros y a sus equipos. El traspaso era el fin de una era para esos Pistons que representaron a esos Bad Boys 2.0 y que saldaron la ¨²ltima gran ¨¦poca de esplendor de su historia con seis finales del Este consecutivas (de 2003 a 2008), un campeonato (2004) y una derrota en las Finales (2005). Unos a?os de solvencia incuestionable que Billups alarg¨® una campa?a m¨¢s, llegando de nuevo y en su nuevo equipo a la pen¨²ltima ronda de los playoffs y la ¨²ltima de Conferencia.
Ese a?o, los Nuggets se clasificaban segundos del Oeste con un r¨¦cord de 54-28 (el mismo que el a?o pasado) tras los ¨²ltimos Lakers que superaron las 60 victorias (65-17). Consegu¨ªan adem¨¢s el mejor rating ofensivo de su historia hasta el momento (110,4), quedando sextos de la Liga en puntos por partido (104,3), sextos tambi¨¦n en asistencias (22,2), terceros en robos (8,7), segundos en tapones (6), quintos en tiros de campo (47%) y en tiros de dos (49%) y con cinco jugadores por encima de los 10 puntos por partido (podemos meter aqu¨ª a Kleiza, que sum¨® 9,9). Anthony vio sus estad¨ªsticas algo resentidas respecto a los a?os anteriores y se qued¨® en 22,8 y 6,8 rebotes, pero lanz¨® con un 37% en triples y se col¨® en el Tercer Mejor Quinteto de la NBA, jugando el All Star junto a Billups (17,9+6,4). Sensaciones positivas que se potenciaron en playoffs, donde pr¨¢cticamente pasaron por encima de Hornets y Mavericks (4-1 en cada una de las series) para llegar a las primeras finales del Oeste desde 1985 y las terceras de su historia.
M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, los Nuggets repiten en la temporada del coronavirus con un equipo preparado para hacer buenas temporadas regulares pero al que se le preve¨ªa un techo no muy alto en playoffs. En un curso at¨ªpico, han sido la cuarta mejor defensa del Oeste, la cuarta en porcentaje de tiros de campo de toda la NBA y tambi¨¦n la cuarta en asistencias, pero no han destacado en muchas m¨¢s facetas del juego. Eso s¨ª, han tenido un juego m¨¢s colaborativo durante la campa?a que ahora, teniendo entonces seis jugadores con 10 o m¨¢s puntos de promedio y ocho que superaban los nueve. Eso s¨ª, nadie contaba con ellos a pesar de su tercer puesto en el Oeste, uno menos que el a?o pasado, cuando se colaron en una inopinada y muy meritoria segunda posici¨®n y cayeron en semifinales ante los Blazers y contra su p¨²blico. Una conclusi¨®n dulce para una temporada de mucho progreso y que hab¨ªa certificado que el proyecto ten¨ªa un techo todav¨ªa impredecible y que depender¨ªa mucho del desarrollo de Nikola Jokic y Jamal Murray, sus estrellas. Algo que, ya hemos visto, ha salido mejor de lo que muchos pensaban.
Un nuevo entrenador y una nueva estrella
Entre unas finales del Oeste y otras han pasado muchas cosas en Denver. George Karl, que estuvo ocho a?os en la franquicia, solo pas¨® de primera ronda esa vez, qued¨¢ndose por el camino en las otras siete. Abandon¨® en 2013 tras una derrota en primera ronda contra los Warriors, que luego arrebataron a los de Colorado a un Iguodala que, desde entonces, ha disputado cinco Finales en seis a?os y puede conseguir la sexta en siete, ahora en Florida. La apuesta por Brian Shaw, criado en la escuela de Phil Jackson, result¨® infructuosa, y tras el ef¨ªmero paso de Melvin Hunt como interino la franquicia recurri¨® a Malone, un buen t¨ªo que hab¨ªa sido asistente en Knicks, Cavs (en la primera etapa de LeBron), Hornets o Warriors (antes de Steve Kerr) y tuvo un breve periplo en unos Kings que tuvieron menos paciencia de la que su afici¨®n est¨¢ empezando a tener con ellos. Un entrenador joven (45 a?os a su llegada) que tendr¨ªa la oportunidad de coger un proyecto desde abajo y crecer con sus jugadores, alimentando la tradici¨®n de una franquicia que siempre hab¨ªa apostado, como mercado peque?o, por hacer planes de futuros a medio plazo (Larry Brown, Doug Moe, George Karl) y no abandonarse a los vaivenes.
Pronto se comprob¨® que su fichaje hab¨ªa sido un acierto: 33, 40 y 46 victorias en las tres primeras temporadas, cediendo en la tercera de ellas ante los Wolves de Butler en la ¨²ltima jornada para unos playoffs que alcanzaron finalmente el a?o pasado. Un desarrollo impresionante de un Jokic que lleg¨® a la vez que ¨¦l y que ya acumula dos All Stars con solo 24 a?os y Jamal Murray, que lleg¨® un a?o despu¨¦s. El serbio ha acabado con 16+22+13 el s¨¦ptimo y definitivo partido ante los Clippers, mientras que el base ha dado el paso adelante que todo el mundo esperaba de ¨¦l. 31,6 puntos, 5,6 rebotes y 6,3 asistencias en primera ronda y m¨¢s de 20 en la segunda, con 40 en el s¨¦ptimo encuentro. Malone ha ido moviendo piezas, incorporando nuevos jugadores y haciendo entender a cada uno cu¨¢l es su rol, al margen de peque?as e irrisorias rebeliones de gente como Michael Porter Jr., otro gran talento con un enorme recorrido por delante. Gary Harris (25 a?os) volvi¨® en mitad de la serie contra Utah y redujo en 20 puntos el rating defensivo del equipo, Jerami Grant ha sido clave en la defensa sobre Kawhi y la baja de Will Barton, que no ha acudido a la burbuja, se ha suplido con un gran trabajo colectivo que ha incluido la experiencia de Millsap (el veterano con 34 a?os) o el buen hacer de gente como Torrey Craig .
Y luego est¨¢ Malone. Algunos le pon¨ªan en el ojo del hurac¨¢n cuando los Jazz iban 3-1 arriba, pero sobrevivi¨® a la primera ronda y ha dado una lecci¨®n t¨¢ctica a Doc Rivers en la segunda. Con ayudas defensivas constantes, poder¨ªo interior y buena protecci¨®n de la zona, extraordinarias transiciones defensivas y un pundonor transmitido a unos jugadores que llegaban a todas las ayudas. Y en ataque, aprovechar el miss match de Jokic con cualquiera que se le ponga delante y usarlo como playmaker para repartir asistencias en los cortes o d¨¢rsela a Murray en el triple, con cierto permiso para la improvisaci¨®n de estos dos jugadores, el alma de unos Nuggets que entre el a?o pasado y este han jugado cuatro rondas de playoffs (que no disputaban desde 2013). Y todas, a siete partidos, con tres victorias y una derrota. Y dos remontadas cuando iban 3-1 atr¨¢s, la primera vez que se hace algo as¨ª en una historia que solo ha visto dar la vuelta a ese resultado en 13 ocasiones. Las dos ¨²ltimas ya sabemos de quienes son.
Hace 11 a?os, Kobe fue el h¨¦roe de una serie en la que se fue a 34 puntos, 5,8 rebotes y 5,8 asistencias con un 48% en tiros de campo, un 34% en triples y un 93% en tiros libres. Carmelo, en una pobre serie de lanzamiento, se fue a 27,5 puntos y 5 rebotes. Ahora, el protagonista de los Lakers es LeBron, y el de Denver, Jokic. O Murray. Una generaci¨®n menos para un hombre que les saca casi tantos a?os como los que hay de las presentes finales de Conferencia hasta las ¨²ltimas que ambos jugaron, esas que ahora van a reeditar. Los Nuggets suman y siguen en su camino al Olimpo y hacen progresar un proyecto con mimbres gracias a dos jugadores ya considerados estrellas que desafiar¨¢n a ese ser celestial que representa LeBron. 11 a?os despu¨¦s, los Nuggets han vuelto. Lo que nos falta por ver, es si lo han hecho para quedarse. Y si realmente son capaces de dar un paso m¨¢s para optar realmente a un anillo que no espera a nadie. Porque, ya saben, ganar no es sencillo por algo que antes o despu¨¦s todo el mundo aprende en la NBA: nunca lo es.