?Pat Ewing, culpable del fracaso de los Knicks? Eso piensa Oakley
Los Kincks de los 90 llegaron a las Finales de 1994 y 1999, pero se quedaron sin anillo. Oakley culpa de ello al car¨¢cter de Ewing: "No se echaba el equipo a la espalda".
Hace 20 a?os justos de la ¨²ltima versi¨®n competitiva de los New York Knicks. Ya no eran candidatos reales al anillo, pero se colaron en las finales de la Conferencia Este por ¨²ltima vez en su historia, ganando en semifinales a los Miami Heat en siete disputad¨ªsimos encuentros, el ¨²ltimo de ellos en Florida y por un solo punto antes de caer ante los Pacers. En esos Knicks podemos ver caras conocidas, como Allan Houston, Latrell Sprewell, Marcus Camby, Charlie Ward o Chris Childs. Y a Pat Ewing, claro, que daba sus ¨²ltimos coletazos en la m¨ªtica franquicia antes de acabar su carrera con m¨¢s pena que gloria en Sonics y Magic, donde residir¨ªa en las dos siguientes temporadas. Ante los Pacers y en el Madison disput¨® su ¨²ltimo partido con la franquicia neoyorquina, sumando 18 puntos y 12 rebotes y aquejado por problemas f¨ªsicos que le acompa?aron de manera constante en la parte final de su dilatada trayectoria.
La figura de Ewing es muy recordada y a la vez muy ignorada. Por un lado, nadie duda de que fue el ¨²ltimo gran jugador que tuvieron los Knicks, pero ha ca¨ªdo en el mismo saco que otras grandes leyendas hist¨®ricas que se quedaron sin anillo por culpa de Michael Jordan en los 90. Karl Malone, John Stockton, Gary Payton, Shawn Kempt, Charle Barkley... a esos nombres viene siempre unido el de Ewing, que lleg¨® a la NBA en 1985, justo un a?o despu¨¦s que Jordan, y en una loter¨ªa muy pol¨¦mica en la que se acus¨® a David Stern, natural de Nueva York, de ama?ar el sorteo que les daba a los Knicks el n¨²mero uno mediante bolas calientes. Sea o no cierto, la realidad es que el p¨ªvot se fue a 20 puntos y 9 rebotes por partido en su primera temporada, en la que fue Rookie del A?o y All Star. Apenas unos a?os despu¨¦s, en la 1989-90, firmaba la mejor temporada estad¨ªstica de su carrera (28,6 puntos, 10,9 rebotes y 4 tapones) y se establec¨ªa en la ¨¦lite de una Liga que estaba llamado a conquistar solo un a?o antes de que Jordan empezara con su particular dinast¨ªa.?
Sin embargo, la suerte no sonri¨® a los Knicks, cuyo ¨²ltimo campeonato data de 1973. Con la llegada de Pat Riley consiguieron 51, 60, 57 y 55 victorias respectivamente, pero solo llegaron a las Finales de 1994 tras caer contra los Bulls de Jordan en los dos a?os anteriores. El t¨¦cnico, uno de los mejores de siempre, fue capaz de cambiar el estilo vistoso de los Lakers del Showtime para hacer un juego duro y defensivo, en el extremo de esa versi¨®n de los Bad Boys en la que se convirtieron los Knicks, en ciertos momentos hasta m¨¢s duros, sinver¨¹enzas e incluso sucios que los Pistons que acu?aron ese nombre hac¨ªa menos de un lustro. Tras perder ante los Rocktes en una disputad¨ªsima eliminatoria (4-3), la franquicia disput¨® cuatro semifinales de Conferencia consecutivas antes de volver a las Finales en 1999, el a?o del lockout y tras quedar octavos del Este. Cayeron ante los Spurs en cinco partidos con un Ewing que, con 36 a?os, no pudo disputar ning¨²n encuentro al caer lesionado en las finales del Este ante Indiana.
En total e incluyendo el a?o 2000, los Knicks de los 90 no faltaron ni una sola vez a playoffs, logrando una primera ronda, seis semifinales, dos finales del Este y otras dos de la NBA. Muchos tiros al palo pero ninguno a porter¨ªa. A?os despu¨¦s de aquello y visto en retrospectiva es muy f¨¢cil hablar de lo ocurrido, y uno de los integrantes de la plantilla por aquel entonces ha acusado directamente a Ewing de no poder lograr el anillo. Ha sido Charles Oakley, que en declaraciones recogidas por CBS Sports ha alegado que fue el car¨¢cter del p¨ªvot el que les impidi¨® conquistar el campeonato.
"Siempre se alej¨® de la adversidad. Nunca se ech¨® el equipo a la espalda", dijo el ala-p¨ªvot, que argument¨® que Jordan aprendi¨® a comportarse como un l¨ªder pero que Ewing siempre evit¨® los conflictos. "Si una estrella intenta esquivar la adversidad, perjudica al equipo. Jordan pens¨® que si ten¨ªa que asumir 30 tiros y anotar 30 puntos lo har¨ªa y Patrick nunca hizo eso", afirm¨® tajantemente el ex jugador, que comparti¨® equipo con su compa?ero y jugador franquicia de los Knicks durante 10 temporadas (1988-1998).
Oakley era un buen defensor y un excelso reboteador, que comparti¨® equipo con Jordan en los Bulls antes de dar el salto a la Gran Manzana. Estad¨ªsticamente hablando, fue en Chicago donde tuvo sus mejores temporadas, promediando 14,5 puntos y 13,1 rebotes en la 1986-87. Sin embargo, su temporada m¨¢s competa fue la 1993-94, con 11 tantos y 11 rechaces de promedio y 43 dobles-dobles, complement¨¢ndose perfectamente como pareja interior de Ewing, siendo All Star y entrando en el Mejor Quinteto Defensivo de la temporada. Muy agresivo, Oakley siempre fue conocido por su manera de comportarse en cancha, y tras jugar en Bulls y Knicks puso rumo a los Raptors, donde alcanz¨® las semifinales del Este con Vince Carter como estrella en el que fue el ¨²ltimo equipo competivo en el que estuvo antes de pasar de nuevo por los Bulls y luego por Wizards y (muy brevemente) por los Rockets, antes de decir adi¨®s a su carrera.
Aunque se trata de una voz autorizada, cuesta creer que el car¨¢cter de Ewing fuera el responsable de que esos Knicks nunca ganaran el anillo. Obviando 1999, cuando llegaron m¨¢s por oficio que por talento a las Finales, con un equipo justito que ya no contaba con Oakley y un Ewing muy tocado, fue en 1994 cuando tuvieron su gran oportunidad. Y si bien el p¨ªvot podr¨ªa haber rendido mejor en esos playoffs, se fue a 18 puntos, 12 rebotes y 4 tapones contra los Knicks, con 11+12 de su compa?ero en la pintura. Quiz¨¢, solo quiz¨¢, el espectacular nivel de Olajuwon (27+9, con 4 tapones) tuviera m¨¢s que ver con la derrota de unos Knicks que viajaron a Houston con 3-2 arriba, perdieron el sexto encuentro de dos puntos y el s¨¦ptimo de cuatro, con, por cierto, 2 de 18 en tiros de John Starks, incluido un 0 de 11 en triples (r¨¦cord negativo hist¨®rico) que decant¨® la balanza. Si el talentoso base hubiera anotado uno o dos lanzamientos todo podr¨ªa haber sido distinto. Y en eso, poco o nada tiene que ver el car¨¢cter de un Ewing que, como muchos otros en esa d¨¦cada, se retir¨® sin anillos.