Chris Paul: el chivo expiatorio de Harden se reencuentra en OKC
Las diferencias con Harden provocaron la salida de Paul de los Rockets. En los Thunder ya no es transferible y ha vuelto a practicar su mejor baloncesto.
Un proyecto cuestionado. En eso se convirtieron definitivamente los Rockets cuando cayeron en el sexto partido de las semifinales de la Conferencia Oeste hace tan solo unos meses. Los texanos remaron (y mucho) para poder sumar 53 victorias en la regular season y m¨¢s a¨²n para empatar a 2 una eliminatoria que se les hab¨ªa puesto muy cuesta arriba. Sin embargo, la lesi¨®n de Durant en el quinto encuentro cambi¨® las tornas en un momento en el que Harden y compa?¨ªa, lejos de sentenciar la eliminatoria, cayeron presa de sus propios fantasmas. Unos que todav¨ªa no han conseguido ahuyentar pero que tuvieron como resultado una nueva serie de declaraciones cruzadas y movimientos dudosos que acabaron con Chris Paul como chivo expiatorio de un equipo funcional en cuanto a n¨²meros pero que sigue tropezando en la misma piedra: la consecuci¨®n del ansiado anillo.
El base, uno de los mejores de la historia en su posici¨®n, era traspasado a los Thunder en un movimiento en el que Russell Westbrook llegaba a Texas para unirse a La Barba y formar una de las parejas que m¨¢s rechazo suscita en buena parte de los aficionados. El d¨²o era cuestionado en un inicio y los sigue siendo a pesar de que los Rockets vuelven a ser un equipo fiable en la regular season, ganando muchos partidos (18-9 de r¨¦cord) y coloc¨¢ndose en las primeras posiciones del Oeste. La asociaci¨®n que se ha formado, con dos jugadores que siempre han asumido y necesitado mucho bal¨®n, no termina de convencer a los analistas, que siempre vieron a Paul como la pareja perfecta para Harden. Un hombre que sabe jugar sin bal¨®n, buen tirador y excelente defensor, capaz de tapar los huecos que dejaba el escolta y de encargarse tambi¨¦n de su par de una manera efectiva.
Los 34 a?os el playmaker eran una losa de cara al futuro del proyecto, pero que se quedaba peque?a si la comparamos sus discusiones con Harden. Despu¨¦s de ese sexto partido la distancia entre ambos se hizo insalvable.?Dan Feldman, en un art¨ªculo que recoge la NBC Sports, soltaba el rumor de que el propio escolta habr¨ªa pedido el traspaso de su compa?ero tras ese encuentro y Paul revel¨® tiempo despu¨¦s que se sinti¨® "apu?alado" por la franquciia, se?alando adem¨¢s a Daryl Morey como uno de los culpables de su traspaso despu¨¦s de haberle prometido (supuestamente) lo contrario.
De una forma u otra, Paul acab¨® en los Thunder y se una al largo inventario de chivos expiatorios que ha tenido el proyecto de Harden: Howard, Lin, Beverley, McHale, Carmelo... una lista cada vez m¨¢s larga y que empieza a pesar en las espaldas y la reputaci¨®n de un escolta extremadamente talentoso pero que sigue persiguiendo un anillo esquivo. Muchos puntos, muchos tiros y pocos campeonatos si tenemos en cuenta que sigue siendo la piedra angular de un proyecto que se inici¨® en 2012 y que ha tenido a Morey (y sus n¨²meros) como arquitecto de un sistema en el que los tiros en la zona y los triples han sido los mandamientos a seguir.
A la larga y en la octava temporada de Harden en Houston, el proyecto ha demostrado ser m¨¢s efectista que efectivo en cuanto a t¨ªtulos (y Finales) se refiere y ha tenido a Paul (y de esto no puede haber dudas) como la mejor pareja de baile del escolta. Con ¨¦l lograron las 65 victorias de la 2017-18 para pasar de contender a favorito y en su ausencia perdieron ese s¨¦ptimo partido que evapor¨® la gran oportunidad de La Barba. Las finales del Oeste (a las que ya llegaron en 2015) fueron el tope de un sistema que vive la que quiz¨¢ sea su ¨²ltima oportunidad con Westbrook en el equipo y Paul, el ¨²ltimo chivo expiatorio, en Oklahoma.
34 a?os, ning¨²n anillo y regreso a los or¨ªgenes
El traspaso y la refundaci¨®n de la refundaci¨®n del los Rockets de Harden dejaban a Paul en una posici¨®n tan inc¨®moda como la que aparentemente ten¨ªan los Thunder. Sam Presti, ese General Manager que construy¨® un equipo casi ganador (Durant, Westbrook, Harden...) revolucion¨® a los Thunder el pasado verano con la intenci¨®n de hacerse con rondas del draft y tener margen salarial suficiente como para moverse en el futuro. Se qued¨® a las puertas de conseguirlo si hubiera traspasado al base, pero su alto contrato lo impidi¨®. Una estrella que empieza a perder luz y que tiene comprometidos 38, 41 y 44 millones en las pr¨®ximas tres temporadas es un riesgo demasiado alto para cualquier franquicia. Los rumores no han parado de sonar y le han situado en los Bucks o en los Heat, pero no se ha movido de Oklahoma y no parece que vaya a hacerlo. Ya no solo por las dificultades para incluirle en alg¨²n movimiento, tambi¨¦n por el buen rendimiento que est¨¢ mostrando en pista... y que est¨¢ convirtiendo a la entidad de la Ciudad del Trueno en una de las revelaciones del curso.
Paul promedia 16,2 untos, 4,5 rebotes y 6,2 asistencias por partido, n¨²meros nada desde?ables con 34 a?os y en la que es su 15? temporada en la NBA. Est¨¢ teniendo un perfil parecido al que tuvo en los Rockets, donde en ataque participaba m¨¢s en cuanto al tiro y se repart¨ªa el n¨²mero de asistencias con Harden. En la presente campa?a ha explotado esa faceta y anota m¨¢s mientras reduce el n¨²mero de pases, lejos de ese modelo de base cl¨¢sico que le hizo quedar segundo en la votaci¨®n para el MVP de la 2007-08 (detr¨¢s de Kobe Bryant) le dio 4 t¨ªtulos de m¨¢ximo asistente y 5 de m¨¢ximo ladr¨®n. Ahora, el 9 veces All Star se ha reinventado y tiene el menor promedio de asistencias de su carrera, pero mete m¨¢s puntos que el a?o pasado (15,6) tirando menos que nunca (11,4 tiros por partido) y jugando la cifra de minutos m¨¢s baja (31,4) desde que es profesional. Es decir, es m¨¢s efectivo, como lo demuestran sus porcentajes: 46,6% en tiros de campo, la mejor cifra desde su ¨²ltimo curso en los Clippers (2016-17) y un 38,1% en triples, la cuarta mejor marca de su carrera.? Y ha jugado todos los partidos (26) dejando atr¨¢s (parcialmente) su fama de hombre de cristal que le ha impedido completar ninguna temporada durante su carrera y que le ha dejado en 58 encuentros disputados en las dos campa?as con los Rockets. Y, por qu¨¦ no decirlo, se ha convertido en el segundo jugador de la historia con al menos 18.000 puntos, 9.000 asistencias y 2.000 robos de bal¨®n... junto a John Stockton. Casi nada
Y mientras, los Thunder carburan. La complejidad de su contrato hace casi inviable su traspaso, pero las ganas de desprenderse de Chris Paul se han reducido en Oklahoma debido al rumbo que lleva el equipo. Marchan, contra todo pron¨®stico, s¨¦ptimos de la conferencia Oeste (12-14) y marchan por delante de conjuntos que a priori deber¨ªan estar por delante de ellos (Kings, Blazers, Spurs...). El jugador se encuentra en sinton¨ªa con una plantilla que le alaba y que no tiene malos jugadores, algo de lo que nos hab¨ªamos olvidado despu¨¦s de ver como Westbrook monopolizaba todo lo que pasaba en la franquicia. Steve Adams, Danilo Gallinari,?Shai Gilgeous-Alexander o?Dennis Schr?der de sexto hombre conforman un equipo bien entrenado por Billy Donovan, que juega m¨¢s lento que el a?o pasado (han pasado de un 102,8 a un 98,7 de pace) y que anota menos (de 10 a 108 en el rating ofensivo) pero que defiende bien (107,8 de deffensive rating) y solo recibe 107,2 puntos por partido, siendo la quinta mejor defensa del Oeste y la d¨¦cima mejor de la NBA.?
Que Chris Paul es muy bueno es un hecho, pero muchos nos hab¨ªamos olvidado tras dos a?os desmadejado a la sombra de un Harden que no despierta muchas pasiones y que es el protagonista absoluto de un sistema de juego al que su ex compa?ero se hab¨ªa adaptado como nadie. Ahora, el base ha vuelto a los or¨ªgenes en Oklahoma, la ciudad en la que empez¨® su carrera despu¨¦s de que los Hornets se tuvieran que desplazar all¨ª en la 2005-06 tras los efectos del hurac¨¢n Katrina. All¨ª se est¨¢ reencontrando con su juego y est¨¢ reafirmando su talento. La estrella se acerca al final del t¨²nel y en los Thunder tendr¨¢ muy dif¨ªcil (por no decir imposible) hacerse con el anillo, pero si mantiene el nivel y lidera a su nuevo equipo a los playoffs, podr¨¢ demostrar a los Rockets que estaban equivocados. Si es que lo est¨¢n. Nunca se sabe.