Riley, Butler y la intendencia: el renacer de los Heat post Wade
El fichaje de Butler, las gangas Nunn y Robinson, la explosi¨®n de Adebayo, el talento de Spoelstra... la magia de Pat Riley sostiene a los Heat tras la retirada de Wade.
Antes, despu¨¦s y durante. Esas son las tres palabras que definen la estancia de Pat Riley en los Heat si tomamos como referencia la figura de Dwayne Wade, la cara de una franquicia que lo intent¨® antes de que llegara el legendario entrenador (jugador y directivo), pero que no lo consigui¨® hasta que el escolta hizo acto de presencia. Cuando el actual Presidente lleg¨® a Florida en 1995 no hab¨ªa ni rastro de la estrella y ahora, una vez se ha marchado, la figura del hacedor del Showtime contin¨²a en los despachos de Miami. Inamovible. Como si ni siquiera el tiempo pudiera hacer mella en uno de los personajes baloncest¨ªsticos m¨¢s importantes de la historia de la NBA.?
Riley lleg¨® a los Heat en verano de 1995, tras ganar cuatro anillos en los 80 con los Lakers de Magic y Kareem (el otro que ganaron esa misma d¨¦cada fue con Paul Westhead en el banquillo) y llevar a los Knicks a un paso de la gloria. El t¨¦cnico, que pas¨® de dirigir un baloncesto r¨¢pido y vistoso que revitaliz¨® (junto a la rivalidad con los Celtics) la NBA a ser la cabeza visible de un equipo que defend¨ªa como ninguno, estaba muy bien considerado en una Liga en la que Phil Jackson y los Bulls de Jordan llevaban solo (y todav¨ªa) tres anillos. Contra ellos se tuvo que enfrentar Riley en su etapa en Nueva York y aprovechando la ausencia de la estrella de Chicago se col¨® en las Finales de 1994, cayendo ante los Rockets de Olajunow en siete disputad¨ªsimos encuentros.
A pesar de tratarse de un entrenador formidable, la suerte le fue esquiva en un inicio a Riley, que construy¨® un equipo en torno a Alonzo Mourning y toc¨® las finales del Este en 1997 (4-1 ante los Bulls), pero que nunca logr¨® pasar de aspirante a favorito. Las continuas lesiones de su jugador franquicia y los fracasos en playoffs provocaron la retirada del t¨¦cnico de los banquillos en 2003. Se centrar¨ªa exclusivamente en los despachos dejando tras de s¨ª seis participaciones en la fase final (en 8 temporadas en Miami), cuatro temporadas por encima de las 50 victorias y una por encima de las 60. Le relev¨® Stan Van Gundy, un buen entrenador al que le gustaba tenerlo todo bajo control y que roz¨® la gloria a?os despu¨¦s en los Magic. La historia en Florida fue distinta y tuvo que marcharse al inicio de la temporada 2005-06 (11-10 en ese momento para los Heat) por roces con Shaquille O'Neal, que hab¨ªa llegado en 2004 representando el primer gran ¨¦xito de Riley en los despachos.
Riley se vio obligado a bajar al banquillo para ganar su quinto y ¨²ltimo campeonato y se retir¨® de nuevo tras la 2007-08 con el peor r¨¦cord de la historia de la franquicia (15-67) en una temporada de quiero y no puedo y que supuso la salida de Shaq (traspasado a los Suns a mitad de curso) y el relevo en el puesto de entrenador. Erik Spoelstra suced¨ªa al que fuera su maestro, que certific¨® que no regresar¨ªa a los banquillos cuando LeBron y Wade le pidieron que cogiera las riendas de la plantilla en la 2010-11. Su negativa dio sus frutos y con El Rey, cuyo fchaje signific¨® su mayor ¨¦xito como directivo, en pista, logr¨® que los Heat volvieran a reinar en 2012 y 2013. Casi nada para un personaje que sigui¨® haciendo su magia tras la marcha de LeBron... y el adi¨®s de Wade, su mayor descubrimiento (5? puesto en el draft del 2003). El escolta pon¨ªa punto y final a su carrera el pasado mes de abril y dejaba a la franquicia de su vida (pas¨® brevemente por Bulls y Cavs) ante un futuro lleno de incertidumbre.
Un mercado veraniego lleno de aciertos
La estrategia que han seguido los Heat para reforzar la plantilla tras la marcha de Wade no ha copado tantos titulares, algo que ha beneficiado a un Riley que se ha sabido mover en las sombras y acertar con cada paso que ha dado. Consigui¨® a Jimmy Butler gracias a un sing and trade para lograr una nueva cara para el proyecto. Una que, adem¨¢s, estaba necesitada de resarcirse tras salir no muy bien de los Bulls, mal de los Wolves y sin pena ni gloria por unos Sixers que prefirieron firmarle el m¨¢ximo a Tobias Harris antes que a ¨¦l, que tambi¨¦n forz¨® su salida rumbo a lo que ha sido una apuesta personal que, de momento, est¨¢ yendo como la seda.?
Junto con Butler llegaron los no drafteados Kendrick Nunn y Duncan Robinson. El primero no fue seleccionado en 2018 y fue rechazado por los Warriors. Una denuncia por agresi¨®n sexual manchaba su curr¨ªculum y le perjudicaba a la hora de iniciar nuevos proyectos. El segundo tampoco encontr¨® sitio en el mismo draft y tuvo que destacar en los Sioux Falls Skyforce de la G-League antes de conseguir, por fin, un contrato en la presente campa?a. A ellos se un¨ªa Tyler Herro, elegido en la 13? posici¨®n de la pasada loter¨ªa y Bam Adebayo, que est¨¢ siendo una de las revelaciones en su tercer curso como profesional.
Aun as¨ª y a pesar de todo, nadie contaba con ellos. En el Este podr¨ªan entrar en playoffs y quiz¨¢ pasar una ronda, pero llegar m¨¢s all¨¢ eran palabras mayores en una Conferencia que ten¨ªa a los Sixers y a los Bucks como m¨¢ximos favoritos y que contaba adem¨¢s con las inc¨®gnitas de Celtics y Raptors junto a franquicias que ven¨ªan de tener una buena progresi¨®n (Magic, Pistons...) y que ten¨ªan plantillas iguales o incluso mejores que las de los Heat. A todo esto se un¨ªan las dudas que Butler despertaba en Florida (compartidas por buena parte de la NBA). Su adaptaci¨®n no ha estado clara en ning¨²n momento y su salida de Philadelphia, donde se hicieron pocos esfuerzos por retenerle, no invitaban precisamente al optimismo. El car¨¢cter del alero hab¨ªa sido m¨¢s un problema que una soluci¨®n y la juventud del nuevo proyecto que se fraguaba en Miami era un h¨¢ndicap para un jugador tan talentoso como impredecible.
El ?renacer? de los Heat
Tras un mercado veraniego en el que han pasado desapercibidos, los Heat se han convertido por m¨¦rito propio en una de las sorpresas de la temporada. Con un r¨¦cord de 18-7 marchan en la tercera posici¨®n de la Conferencia Este y han estado imbatidos en casa hasta la pasada madrugada, en la que perdieron contra los Lakers. Una derrota asumible si tenemos en cuenta que ha sido solo por tres puntos y contra el mejor equipo de la competici¨®n, al que por cierto se mostraron muy superior en la primera mitad.
Los Heat han mejorado respecto a los a?os anteriores. Tienen un rating defensivo de 105,1, dos puntos por debajo del que lograron la temporada pasada (107,6) y el mejor desde la 2015-16. Es incluso mejor que el de la 2013-14, cuando jugaron sus ¨²ltimas Finales. Tambi¨¦n han mejorado en ataque, pasando de 107 a 110 de rating ofensivo, el mejor tambi¨¦n desde el ¨²ltimo a?o de LeBron en la franquicia. Han hecho de su casa un fort¨ªn, practican un gran juego colectivo, defienden bien y han conseguido demostrar que su techo est¨¢ un poco m¨¢s alto de lo que algunos pens¨¢bamos en un inicio.
Sin embargo, cuando hablamos de milagro no nos estamos refiriendo al r¨¦cord ni a la capacidad competitiva que s¨ª se pod¨ªa prever (la actitud no tiene por qu¨¦ ir ligada a las victorias) en un equipo dirigido por Erik Spoelstra. El t¨¦cnico es, tras ser reafirmado por Riley en la 2010-11, el segundo entrenador que m¨¢s tiempo lleva con una sola franquicia tras la eterna (y eternizada) figura de Gregg Popovich con 12 temporadas y solo se ha perdido los playoffs en tres de ellas. Cuando mencionamos la palabra?milagro?hablamos de la capacidad de la franquicia, con unos s¨®lidos mimbres bien moldeados por su Presidente, para sacar lo mejor de jugadores desconocidos o repudiados por la NBA. En eso se basa el verdadero m¨¦rito de los Heat 2019-20, que est¨¢n sorprendiendo no solo por la capacidad individual de muchos de los miembros de su plantilla, tambi¨¦n por la habilidad para trabajar colectivamente y entenderse en la pista como si llevaran toda la vida jugando juntos.
En Miami hay en estos momentos hasta siete jugadores por encima de los 10 puntos. Butler est¨¢, redondeando a la alza, en 21 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, haciendo m¨¢s triples-dobles que nunca y siendo el l¨ªder moral de un equipo al que se ha adaptado a la perfecci¨®n. Y no es para menos; Adebayo ha explotado y ha pasado de promediar menos de 9 puntos por choque a un 15,1+10,6+4,4 que le puede dar el premio de Jugador M¨¢s Mejorado y, si mejora un poco m¨¢s, el All Star. El no drafteado Nunn es el segundo m¨¢ximo artillero del equipo con 16 por duelo y algunos ya le dan el Rookie del A?o, lo que ser¨ªa hist¨®rico (nadie lo ha conseguido sin ser seleccionado en el draft). Tambi¨¦n podr¨ªa conseguirlo Herro, en 13,6 por duelo. Y nada que decir de Duncan Robinson, que se va casi a 12 puntos pero con un 48% en tiros de campo, un 45% en triples (una pasada) y un 94% en tiros libres. Si acierta un poco m¨¢s podr¨ªa entrar en el club de los 50-40-90 y codearse con gente como Steve Nash, Kevin Durant, Steoehn Curry o Dirk Nowitzki. Casi nada para un tirador que hace apenas unos meses estaba en la G-League.
No deja de sorprender que exista en una franquicia tanta capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores. Poca gente a principio de temporada daba posibilidades a los Heat para llegar lejos, pero menos a¨²n se apostaba por jugadores desconocidos de los que nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar. Rigor, preparaci¨®n f¨ªsica ¨®ptima, defensa intensa, emboscadas para casi cualquier tipo de rival... y liderazgo de Jimmy Butler en un ataque que ha mejorado mucho con ¨¦l (es el cuarto mejor del Este). Dragic sigue con molestias, pero ha regresado a buen nivel (16 puntos y 5 asitencias por partido), Winslow aporta, Olynyk es un sost¨¦n desde el banquillo y Waiters, desmadejado por sus continuos problemas, sigue siendo el ¨²nico pero de una franquicia con unas bases consolidadas y que han mantenido el proyecto tras la salida de Wade igual que lo hicieron en el pasado con LeBron.
Los Heat siguen vivos. Nadie sabe donde est¨¢ su techo, pero se han movido bien en verano y, con Butler en pista, Spoelstra en los banquillos y Riley de mente pensante del proyecto, tienen mimbres que sostendr¨¢n a la franquicia en los pr¨®ximos a?os. Este curso dar¨¢n mucho que hablar y o va a ser f¨¢cil vencerles en una serie a siete partidos. Es el renacer de los Heat post Wade. Aunque en realidad, el que se ha ido es el escolta. La franquicia nunca lo ha hecho. Y menos, si tenemos en cuenta qui¨¦n la dirige. Una de las mentes m¨¢s prodigiosas del deporte norteamericano y uno de los personajes m¨¢s importantes de la historia de la NBA. Pat Riley. Casi nada.