Defendido por Pau y repudiado por el resto: el legado de Wade, en manos de Jimmy Butler
El flamante fichaje de los Heat, amigo de Pau Gasol, llega a Florida para enfrentarse a la larga sombra de Wade despu¨¦s de salir por la puerta de atr¨¢s de Bulls, Wolves y Sixers.
Hay muchas clases de jugadores en la NBA. Los hay que pasan desapercibidos, que trascienden, los que gustan a todo el mundo, los que no gustan a nadie, los hay que divierten, que aburren, que ilusionan y prometen o que decepcionan. Los hay que no producen nada en el aficionado. Y luego est¨¢ la especia favorita de los fans: 'o lo quieres o lo odias' suelen decir. No hay puntos intermedios con esta clase de baloncestistas. Es la clasificaci¨®n en la que se encuentra Jimmy Butler, un ser que sigue buscando su sitio en una Liga que no acaba de comprenderle del todo.
De todos los movimientos que ha habido este verano, el del ex de los Bulls ha pasado especialmente desapercibido. No deja de sorprender si tenemos en cuenta que han cambiado de equipo Kyrie, Durant, Russell o Davis entre muchos otros. Lo que ocurra adem¨¢s en Florida, una ciudad que ha perdido inter¨¦s en su franquicia paulatinamente primero con la marcha de LeBron y luego con la retirada de Wade, no importa demasiado para unos fan¨¢ticos centrados en Los ?ngeles, Nueva York o Philadelphia, lugares con una tradici¨®n baloncest¨ªstica mayor y con unos proyectos m¨¢s atractivos e ilusionantes.
Los Heat ser¨¢n el cuarto equipo de la carrera de Butler. Antes estuvo en Bulls, Wolves y Sixers. En ninguno acab¨® de carburar del todo. El a?o pasado parec¨ªa que encontraba un hogar en Philadelphia y cuadr¨® muy bien con Simmons y Embiid, pero la derrota en semifinales de Conferencia ante los Raptors (Kawhi ya no est¨¢ en Canad¨¢, pero se acordar¨¢n de ¨¦l siempre) puso fin antes de tiempo a la temporada de un equipo llamado a conquistar la NBA antes o despu¨¦s. Y tambi¨¦n adelant¨® el planteamiento de una disyuntiva inevitable. Tobias Harris y Jimmy Butler eran agentes libres y los dos quer¨ªan el m¨¢ximo. La directiva eligi¨® al primero y el escolta tuvo que buscar nuevo destino. La historia de nunca acabar ten¨ªa un nuevo cap¨ªtulo para un jugador que volvi¨® a ser el chivo expiatorio de un proyecto que estaba en proceso y que seguir¨¢ su curso sin ¨¦l.
Butler lleg¨® a la NBA en 2011, justo despu¨¦s de que la hist¨®rica franquicia de Chicago llegara a las finales del Este por primera vez desde 1998. El proyecto, liderado por Derrick Rose, era dirigido por Thibodeau en los banquillos y contaba con una prometedora horda de jugadores que se encontraban (m¨¢s o menos) en la madurez de su carrera (Boozer, Noah, Deng...) y que estaban preparados para intentar el asalto al campeonato.?
La historia no sali¨® as¨ª. Butler, que en esa temporada solo disput¨® 8 minutos por partido (menos de 3 puntos) vio como Rose se lesionaba en el primer partido de playoffs iniciando el principio de un historial de lesiones que ha sufrido un jugador que estaba llamado a ser el heredero de Jordan en Chicago y que hoy se mantiene a duras penas en la competici¨®n. En la 2012-13, ya sin Rose en el equipo, Butler mejor¨® sus prestaciones y se fue hasta casi los 9 puntos por encuentro dando un paso adelante en playoffs, donde los Bulls superaron la primera ronda antes de caer en semifinales ante los Heat de LeBron y compa?¨ªa, que pon¨ªan la directa a su segundo campeonato consecutivo. El escolta, que hab¨ªa disfrutado de 26 minutos por choque en la regular season, se convirti¨® en un seguro en defensa y se fue hasta los 41 en la fase final sumando hasta 5 encuentros completos y promediando ante los de Florida 15,6 puntos y 6,4 rebotes por duelo.?
De la explosi¨®n a la incomprensi¨®n
La serie ante los Heat fue un buen presagio de lo que estaba por venir. Butler sigui¨® mejorando paulatinamente sus promedios (13 puntos por partido en la 2013-14 para no bajarse de los 20 en las cuatro siguientes campa?as) mientras se convert¨ªa en una bestia competitiva y un quebradero de cabeza en defensa. Ya era el l¨ªder del equipo en la 2014-15, en la que se fue hasta los 20 puntos duelo compartiendo vestuario con Pau Gasol, con el que le une una gran amistas. Fue el ¨²ltimo gran proyecto de los Bulls, que ca¨ªan de nuevo ante LeBron, esta vez en los Cavs, en semifinales del Este.
La 2016-17 se confirmaban dos cosas. Que Butler era un gran jugador y que el proyecto de los Bulls estaba visto para sentencia. Entre finales de diciembre y principios de enero el escolta hizo 40, 25, 26, 52, 20 y 42 puntos en una serie de 6 partidos en la que el equipo logr¨® u r¨¦cord de 4-2 con la estrella promediando 34 puntos, 8,5 rebotes, casi 6 asistencias y m¨¢s de 2 robos. En el cuarto de esos partidos ante los Hornets hizo 52+12+6+3+1 en la que probablemente ha sido la mejor actuaci¨®n de su carrera.?
Ese fue su ¨²ltimo a?o en Chicago. El equipo fue apeado en primera ronda ante los Celtics en el que fue el en¨¦ismo intento fracasado de revitalizar la franquicia. Ese a?o hab¨ªan llegado Rondo y Wade, pero las cosas no salieron como se esperaban. Una vez m¨¢s. Precisamente el legado de Wade es el que tiene ahora por delante Butler, un hombre cuyo car¨¢cter competitivo y poca carisma de cara a la prensa le han hecho ser amado y odiado al mismo tiempo.
Sali¨® por la puerta de atr¨¢s de unos Bulls que le hab¨ªan visto crecer para recalar en unos Wolves que parec¨ªan no querer crecer. Al menos eso fue lo que dijo Butler sobre Towns y Wiggins, a los que acus¨® de "no tener pasi¨®n. Los playoffs fueron una cura insuficiente para un jugador que quer¨ªa m¨¢s y cuya presencia, todo hay que decirlo, provocaba una bajada de los n¨²meros de las dos j¨®venes estrellas de una franquicia a la deriva.
Si de los Bulls sal¨ªa sin pena ni gloria, de los Wolves sal¨ªa claramente por la puerta de atr¨¢s. La din¨¢mica del equipo mejor¨® sin el escolta entre sus filas y Towns se fue hasta los 28 puntos y 13 rebotes despu¨¦s del All Star. Thibodeau, que hab¨ªa llegado al banquillo validado por Butler, sal¨ªa a mitad de temporada. Eso s¨ª, la historia sonre¨ªa a Butler en esta ocasi¨®n y recalaba en un equipo aspirante.
Ya sabemos como acab¨® la historia. A la hora de la verdad, la franquicia eligi¨® a Tobias y le dio la espalda al norteamericano, que ha visto como sus detractores crec¨ªan mientras sus defensores ac¨¦rrimos continuaban sosteniendo que era un jugador ¨²nico que ten¨ªa que encontrar su sitio en la Liga.
El escolta no deja de ser un ente extra?o y ultracompetitivo del que mucha gente no sabe que pensar. Se quit¨® el espejo retrovisor de su coche con la intenci¨®n de 'no mirar atr¨¢s' algo que tendr¨¢ que hacer si no quiere centrarse en los episodios no del todo positivos de su carrera. De hecho, Pau Gasol se ha convertido en su m¨¢ximo valedor (y uno de los pocos). Se les ha visto juntos en varias ocasiones, intercambian halagos p¨²blicamente y Butler incluso viaj¨® a Girona para el partido de 'los amigos de Pau contra los amigos de Marc' que recaudaba dinero dirigido a la Gasol Foundation.?
La sombra de Wade y el matrimonio perfecto
Llegar a Florida para ser el jugador franquicia de un equipo en reconstrucci¨®n pero con intenciones de pisar los playoffs de manera inmediata puede ser positivo para el escolta, que a¨²n se encuentra inmerso en la b¨²squeda del matrimonio perfecto. Va a encontrarse en una plantilla en la que va a ser la primera opci¨®n en ataque sin tener que compartir galones y adem¨¢s va a competir por entrar en la fase final, algo imperativo en para el car¨¢cter de la estrella.