Dudas, derrotas e incertidumbre: ?se equivoc車 Utah con Ricky?
La franquicia remodel車 su rotaci車n para formar un bloque m芍s peligroso en playoffs, pero la salida de Ricky y la llegada de Conley ha empeorado al equipo.
La pasada madrugada vivimos, en lugares distintos, dos episodios m芍s dentro de las historias paralelas que est芍n empezando a dar que hablar m芍s de lo que se esperaba en un inicio. En Arizona, Ricky Rubio firm車 16 puntos, 4 rebotes y 14 asistencias ante los Timberwolves. Una actuaci車n mete車rica que dio la victoria a los suyos y que deja a los Suns en la octava posici車n de la Conferencia Oeste, la 迆ltima que da acceso a los playoffs. No muy lejos de all赤, en Salt Lake City, los Jazz se hund赤an ante los Thunder y certificaban que el salto que esperaban dar tras sus movimientos veraniegos tendr芍 que esperar.?
A pesar de tratarse de un jugador y de una franquicia que no copan portadas y titulares, la historia no deja de ser curiosa y nos lleva a preguntarnos si todo lo que hicieron los Jazz en verano fue tan bueno como inicialmente cre赤amos. Al menos por ahora. El equipo que dirige Quin Snyder no carbura en un inicio lleno de dudas e incertidumbre, sensaciones potenciadas por el n迆mero de derrotas que llevan, que ser赤an pocas si se tratara de cualquier otra franquicia pero son muchas si tenemos en cuenta las expectativas que se manejaban en un inicio.
Los Jazz tienen un r谷cord de 13-11, van sextos del Oeste y tienen a los Suns (11-12), un equipo que lleva sin jugar playoffs desde 2010, a una victoria y media y ocupando una octava posici車n que ahora mismo les sit迆a muy por encima de las expectativas. Un balance muy pobre (el de Utah) para una franquicia que en verano iniciaba una 迆ltima serie de movimientos con el objetivo de fortificar el proyecto y dar el paso adelante que necesitan para ser competitivos en la fase final.?
De momento, est芍n lejos de ser eso que aspiran llegar a ser. Recordemos que Utah es una ciudad alejada de los focos, hasta cierto punto anodina, con un mercado peque?o y pocas posibilidades de atraer agentes libres apetecibles. Esto les obliga a construir desde abajo y con rondas del draft, algo que hicieron primero con Gordon Hayward y luego con Donovan Mithcell y Rudy Gobert. La reconstrucci車n no fue f芍cil. Tras el agujero moral y espiritual dejado por Jerry Sloan, que se march車 en 2011 tras toda una vida ligado al equipo y a la ciudad, la franquicia pis車 playoffs una sola vez en los siguientes seis a?os y llevaba cuatro ausencias consecutivas antes de que Quin Snyder obrara el milagro consiguiendo un r谷cord de 51-31 (2016-17) que les met赤a en la fase final.
Tras este hist車rico r谷cord, los Jazz se recuperaron de la (aparentemente letal) p谷rdida de Hayward (rumbo a Celtics) para ganar 48 y 50 partidos en las dos siguientes temporadas (50-32 la pasada). Se convirtieron en un equipo s車lido y fiable en la regular season, capaz de hacer grandes finales de campa?a y de llegar sin excesivos problemas a playoffs. Ah赤 es donde ha fallado un proyecto que tiene las bases pero que esperaba (y espera) dar un paso adelante en la fase final. Las dos eliminaciones seguidas ante los Rockets (8-2 de balance) provocaron la reacci車n de una directiva que quer赤a m芍s y que en verano se movi車 para conseguirlo.
De Ricky a Conley: los Jazz empeoran
Los Jazz ya rumiaban un viraje cuando en febrero tantearon la posibilidad de hacerse con Mike Conley. Ten赤an cosas para ofrecer, no estaban consolidados en playoffs y pod赤a ser el momento para hacer un movimiento de esas caracter赤sticas. El posible intercambio se qued車 en un mero rumor y nadie se movi車 de Salt Lake City, pero la semilla, que pas車 desapercibida en pleno culebr車n Anthony Davis, estaba plantada. Las intenciones estaban claras y se convirtieron en hechos tras una nueva eliminaci車n ante los Rockets, esta vez en primera ronda (los dos a?os anteriores llegaron a semifinales), que certific車 que el techo del equipo era bajo. Si quer赤an optar verdaderamente al campeonato necesitaban algo m芍s y a por ello se lanzaron en cuanto se inici車 el mercado de fichajes.
Camino de los 32 a?os, con 32,5 millones para esta temporada y 34,5 para la pr車xima, Conley cost車 Jae Crowder, Grayson Allen, Kyle Korver y dos primeras rondas. Y renunciar a cualquier opci車n real de renovar a Ricky o al tremendamente productivo Derrick Favors. El primero, por el que nunca mostraron real inter谷s, ha acabado en los Suns, donde est芍 cuajando un gran baloncesto tras ser MVP del Mundial de China, en el que se proclam車 campe車n mientras Mitchell o Gobert, ex compa?eros suyos en los Jazz, lo ve赤an desde lejos. Favors no ha tenido tanta suerte y acab車 en unos Pelicans ahora a la deriva. Tambi谷n se firm車?a Bojan Bogdanovic... por mucho dinero (4 a?os, m芍s de 73 millones), una apuesta arriesgada que compromet赤a salarialmente al estado morm車n, que se lanzaba a por todas en el mercado.
Las cosas no han salido como se esperaba en un inicio. Al menos por ahora. Mientras Ricky, lejos de desmadejarse, se luce con los Suns y lucha por el todav赤a improbable sue?o de los playoffs, los Jazz est芍n teniendo dificultades con todo y contra todos. Su rating defensivo apenas ha variado tras los cambios (105,4 por 105,7 del a?o pasado) al igual que los puntos recibidos por partido (106 por 106,5) siendo ahora mismo la novena mejor defensa de la Liga y siguen siendo un equipo s車lido atr芍s a pesar de que Gobert no impone tanto como hace unos meses. El problema lo tienen en ataque, donde les cuesta anotar una infinidad. Han pasado de tener un rating ofensivo de casi 111 a apenas un 105,3. Y, con 105,9 puntos por choque anotados (casi 112 en la 2018-19) con el octavo peor ataque de la NBA... y el tercero m芍s malo del Oeste.
Las dificultades para anotar son notorias y contrastan con la incidencia que est芍 teniendo Ricky en los Suns, que han pasado de 105,9 a 112 en el rating ofensivo y de 115 a 110 en el defensivo con el base promediando 12,7 puntos (los mismos que el a?o pasado) pero casi 5 rebotes y m芍s de 9 asistencias, su m芍ximo en la NBA. Y n迆meros por encima de los de Conley, que anota m芍s que su compa?ero de posici車n (13,9) pero es peor en rebotes (3,5), pases a canasta (4,6) y robos (0,7 por 1,3 de Ricky). Es m芍s, en los dos a?os que Rubio ha pasado en Utah, no ha sido superado por el ex de los Grizzlies en ninguna de las categor赤as estad赤sticas principales (excepto en anotaci車n). Es decir, el base de El Masnou no solo est芍 siendo mejor este a?o, tambi谷n lo ha sido si comparamos su papel en los Jazz con el de su sustituto.
Del papel de Conley se est芍 hablando mucho. Los 迆ltimos a?os en los Grizzlies, donde es una instituci車n y a buen seguro acabar芍 con la camiseta retirada, han acabado mermando a un baloncestista que sin llegar a ser All Star ha conseguido ser el l赤der espiritual y moral de una franquicia a la que lider車 (junto a Randolph, Marc...) a las 迆nicas finales del Oeste de su historia con 谷l como general en pista. Los a?os pasaron mientras el?Grit and Grind se disolv赤a y el base entraba en una fase de hast赤o, un sentimiento favorecido por la temporada 2017-18, que se pas車 casi en blanco (disput車 12 partidos). Parec赤a que su llegada a Salt Lake City le ven赤a como anillo al dedo (nunca mejor dicho): un equipo necesitado de un base para un jugador que necesitaba un nuevo proyecto. Un hombre veterano (32 a?os) que podr赤a hacer de mentor de los j車venes (Mitchell, Gobert...) y aportar en lo deportivo para formar un quinteto temible y llegar a un equipo que se convertir赤a en uno de los m芍s prometedores de la competici車n. En su debut, 1 de 16 en tiros de campo y 0 de 6 en triples. Y no fue lo que se dice un espejismo. Las cosas no est芍n saliendo exactamente como se esperaba. Eso parece claro.
De la esperanza a la incertidumbre
A los Jazz no les queda otra que mirar hacia delante. El pasado mes de enero estaban en 18-20 y el d赤a 5 de abril en un 49-30 que acab車 siendo un 50-32. La segunda parte de la temporada suele ser buena para el equipo de Quin Snyder. Ah赤 es donde acelera y consigue resolver las dificultades de la primera mitad para carburar y empezar a tener resultado. Eso s赤, en la campa?a pasada el r谷cord ven赤a dado por un calendario lleno de dificultades, mientras que en el presente curso han tenido hasta 11 partidos contra rivales te車ricamente inferiores que o bien van a tener complicado llegar a la fase final o directamente van a quedarse fuera de ella.
Hay motivos que invitan al optimismo. Siguen defendiendo igual de bien y tienen a jugadores capaces de resolver partidos en el clutch time, su mayor tal車n de Aquiles en los 迆ltimos tiempos: 15-18 el a?o pasado en este tipo de finales y 89-101 en las 迆ltimas cinco temporadas. Este a?o van 6-3 en esos partidos y parece que con Bogdanovic y Mitchell m芍s centrados en el ataque tienen m芍s f芍cil acabar con esta variante. Adem芍s y en teor赤a, Snyder acabar芍 encontrando soluci車n a los problemas de Conley en el lanzamiento y podr芍 sacar lo mejor de un jugador que hace tiempo que est芍 lejos de su mejor momento pero que, en pleno rendimiento,?es excelente en la direcci車n, con personalidad para anotar, mejor en defensa que Ricky (aunque de momento no lo est谷 demostrando) y notablemente superior como tirador (est芍 mal en tiros de campo pero promedia un 38% en triples). Todo esto deber赤a cuadrar perfectamente tanto con Donovan Mitchell, que tendr芍 que ceder a迆n m芍s responsabilidad con la bola y tener m芍s espacios cuando la tenga, como con un Gobert (13,5 rebotes por partido pero anotando un punto menos que el a?o pasado) que puede ser m芍s peligroso que nunca en el pick and roll.
Para que todo funcione, la segunda unidad (Green, Mudiay, Exum, Davies...) deber芍 volver a funcionar como lo hac赤a anta?o, mientras que hombres como Ingles deber芍 recuperar urgentemente su nivel. El a?o pasado, con el australiano en pista los Jazz ten赤an un net rating del 7'7 y ahora est芍n en -1,5. El equipo en general tiene un -0,1 en esta estad赤stica por el 5,2 con el que acab車 la 迆ltima campa?a. Los Suns de Ricky, por cierto, han pasado del -8 al 1,3. Otro dato m芍s que refleja el buen hacer del espa?ol en su nuevo destino y que esconde m芍s problemas en Utah m芍s all芍 de Ingles. Ah赤 entra Mitchell, que sigue mejorando sus estad赤sticas (se va casi a 25 puntos por partido), pero no termina de acostumbrarse a tener que ceder m芍s tiempo el bal車n en ataque.
En definitiva, los de Quin Snyder han apostado fuerte y ahora tienen que jugar sus cartas. Mirar al pasado no tiene sentido para una franquicia que lleg車 a las finales del Oeste en 2007 y a las de la NBA en 1997 y 1998. Lejos quedan aquellos tiempos en los que Stockton y Malone rozaron el anillo con la yema de los dedos. Ahora, m芍s de 20 a?os despu谷s, Utah intenta culminar la reconstrucci車n y volver a luchar por un sue?o que, ahora mismo, parece lejano. Y sin Ricky, que ah赤 sigue, a lo suyo. Jugando el mejor baloncesto de su carrera. ?Se equivocaron los Jazz con 谷l? S車lo el tiempo lo dir芍. Mientras tanto, seguiremos disfrutando...