Orlando Magic: de la odisea post Howard a la esperanza Fultz
Los Magic intentan dar un paso al frente con mimbres que invitan al optimismo pero que tienen camino por recorrer. De Howard a Fultz, la franquicia sigue buscando una nueva cara.
Cuatro entrenadores distintos, seis r¨¦cords negativos, cinco temporadas por encima de las 30 victorias, seis a?os sin playoffs y un sinf¨ªn de desprop¨®sitos. Una aut¨¦ntica odisea para una franquicia que hab¨ªa conseguido construir, con mucho esfuerzo, un proyecto ganador, pero que hab¨ªa visto como todo se evaporaba cuando su referencia en la pista, Dwight Howard, pon¨ªa rumbo a los Lakers para iniciar su particular ca¨ªda a los infiernos.?
Nunca un jugador tan vilipendiado signific¨® tanto para un equipo. Hoy, el p¨ªvot ha regresado a Los ?ngeles en busca de la redenci¨®n, pero los tumbos que ha dado en los ¨²ltimos a?os unidos al car¨¢cter infantil del que en ocasiones ha hecho gala, han provocado que una buena parte del aficionado a la NBA se olvide de lo bueno que era este jugador. Una estrella que lleg¨® a ser un top 5 de la Liga (?o m¨¢s?) y que gan¨® tres veces el premio a Mejor Defensor, fue cinco veces m¨¢ximo reboteador (la ¨²ltima de ellas en los Lakers), dos m¨¢ximo taponador y una l¨ªder en porcentaje en tiros de campo. Casi nada para un proyecto al que le llegaron demasiado pronto las Finales (en 2009) y que luego se desgast¨® cuando le tocaba realmente ser aspirante para hundirse por la falta de un segundo hombre en ataque (Carter en 2010 no lo fue) y con desencuentros incluidos entre Howard y Van Gundy, el entrenador de los Magic por aquel entonces.
Tras la salida del p¨ªvot empez¨® un camino que acab¨® en el averno y que fue remontado el a?o pasado, donde tras el fichaje de Steve Clifford se consiguieron colar en playoffs por primera vez desde 2012 ganando adem¨¢s un partido a los Raptors en primera ronda (en Toronto) y en un momento en el que ni la propia franquicia canadiense habr¨ªa dicho que acabar¨ªa con un anillo en el dedo. Una temporada en la que Orlando sac¨® buena nota y gener¨® grandes sensaciones saliendo por fin de un profundo pozo y dejando atr¨¢s un c¨²mulo de desprop¨®sitos fomentados por los problemas estructurales y las malas decisiones que la directiva, con?Rob Hennigan?a la cabeza, ha tomado.
Eso s¨ª, no podemos olvidarnos de que estamos en un mercado peque?o, con dificultad de movimientos y serios problemas para firmar agentes libres apetecibles. Orlando no es una ciudad como Nueva Orleans o incluso Utah, lugares maniatados por cultura e idiosincrasia para hacerse con estrellas de la Liga, pero tampoco le sobra capacidad de maniobra para hacerse con alguno de los mejores jugadores de la competici¨®n. Compartir estado (Florida) con los Miami Heat tampoco ayuda. De hecho, Dwight Howard lleg¨® v¨ªa draft y lo mismo hicieron en los 90 Penny Hardaway y Shaquille O'Neal, que lideraron la primera etapa dorada de la entidad, saldada con una derrota en las Finales ante los Rockets de Olajuwon (1995). Entre el Superman original y el que estaba llamado a ser su sucesor pas¨® m¨¢s de una d¨¦cada que tuvo a Tracy McGrady entre medias, procedente de los Raptors y que se convirti¨® en top de la Liga una vez llegado al equipo, donde junt¨® fuerzas con Doc Rivers, que se estrenaba en los banquillos, para alcanzar los playoffs en tres temporadas consecutivas. Unos a?os de quiero y no puedo y que tuvieron a un continuamente lesionado Grant Hill como verdadero fichaje estelar, aunque nunca lleg¨® a tener constancia como pareja de un McGrady que lleg¨® a la ciudad como una promesa y se fue como uno de los mejores baloncestistas del momento.
Una directiva a la deriva
M¨¢s all¨¢ de McGrady y Hill, los Magic se han nutrido principalmente de jugadores del draft y el poco ojo de los ¨²ltimos a?os, en los que han tenido elecciones altas fruto de r¨¦cords malos, ha impedido remontar a una franquicia que desde la salida de Van Gundy (se march¨® con Howard en 2012) ha tenido a Jacque Vaughn, James Borrego y Frank Vogel (s¨ª, Frank Vogel), en los banquillos antes de que Clifford hiciera su aparici¨®n (antes pas¨® por los Hornets). Ning¨²n entrenador dio con la tecla ante un equipo cambiante y sin rumbo por culpa de, en buena medida, el papel de?Rob Hennigan, que lleg¨® a Florida en 2012 para iniciar una nueva era pero acab¨® fuera en 2017 tras tomar una mala decisi¨®n tras otra.
En los ¨²ltimos a?os, los Magic, o bien han tenido decisiones cuestionables en el draft o han traspasado a sus pocos aciertos. Es el caso de V¨ªctor Oladipo, el hombre que bien se podr¨ªa haber convertido en la nueva cara de la franquicia y que hoy se recupera de una lesi¨®n para hacer lo propio en los Pacers. El escolta promedi¨® 13, 18 y 16 puntos en sus tres primeras temporadas antes de ser traspasado a los Thunder junto con Ersan Ilyasova y los derechos de Domantas Sabonis, elegido en la und¨¦cima posici¨®n del draft 2016. ?A cambio? Serge Ibaka, un buen jugador que pod¨ªa dedicarse a cubrir los huecos que Vucevic dejaba en defensa pero que no val¨ªa lo que esos tres hombres representaban. Un premio excesivo para los Thunder y demasiado escaso para los Magic, que se quedaron sin lo ¨²nico positivo que hab¨ªan pescado para ganar a un ala-p¨ªvot que disputar¨ªa escasos?56 partidos antes de poner rumbo a los Raptors.
Primero Clifford y luego Fultz: la esperanza
Toda racha tiene su fin, sea buena o mala y el a?o pasado los Magic dieron por finalizada la suya. Eso s¨ª, cost¨® sangre, sudor y l¨¢grimas:?estaban 20-31 despu¨¦s de los 51 primeros partidos, con un rating negativo (-3,5) que les convert¨ªan en el sexto peor equipo de la Liga. Desde ah¨ª, 22-9 en los 31 ¨²ltimos con un +7,6 de rating que solo mejoraron en ese tramo Rockets y, por los pelos, Jazz. La directiva, viendo resultados por primera vez en m¨¢s de un lustro, ha optado por ser continuista (solo los Nuggets los han sido m¨¢s), una especie extra?as en un verano loco en el que los de Florida tienen de vuelta el 86,4% de los minutos de la temporada pasada (su nueva plantilla ya cubri¨® 17.091 de lo 19.778 totales en la 2018-19).
Como ya hemos dicho, los Magic son parte de un mercado sin acceso ahora mismo a los grandes agentes libres y parec¨ªa capital no perder a los que amenazaban con irse, algo que no hicieron: Vucevic, All Star la campa?a pasada firm¨® por cuatro a?os y 100 millones y Ross, uno de los mejores sextos hombres de la competici¨®n, por 4 y 50 (con otros cuatro de incentivos). Tambi¨¦n siguen Carter-Williams con un contrato de un a?o y Birch, un sost¨¦n defensivo el a?o pasado a pesar de no producir mucha estad¨ªstica. El p¨ªvot se ha convertido en un h¨¦roe para una afici¨®n necesitada de ellos e hizo bien todo lo que un verde y lesionado Bamba todav¨ªa no ha hecho. Fue recompensado y que firm¨® a raz¨®n de 6 millones por dos temporadas.
Parece arriesgado quedarse con Vucevic y Ross como sostenes del equipo, pero lo es m¨¢s todav¨ªa estar sin ellos. El techo del equipo no parece estar m¨¢s all¨¢ de la primera ronda, pero esto es una inc¨®gnita tal y como est¨¢ la plantilla, que espera con expectaci¨®n la explosi¨®n de Markelle Fultz. Chivo expiatorio de unos Sixers que gastaron toda su paciencia en el Proceso y que ahora solo quieren ganar, el base ha recalado en su nueva casa, donde espera recuperar el nivel que tuvo en los Huskies de Washington y que le aup¨® al primer puesto del drft 2017 antes de caer lesionado una y otra vez.
Los Magic empezaron 2-6 la temporada antes de acelerar y empezar a carburar y firmar un r¨¦cord de 6-5 en los ¨²ltimos 11 encuentros, lo que les ha llevado a la octava posici¨®n de un Este menos competitivo que el Oeste y donde es m¨¢s sencillo colarse en la fase final. Fultz, que empez¨® anotando 10 puntos por partido con un 47% en tiros de campo ha mejorado hasta los 13, con 4 asistencias y un 50% en el lanzamiento en los ¨²ltimos 11 duelos. No carbura en el triple (poco m¨¢s del 20%) pero cuadra bien en el esquema defensivo de Clifford y ante los Warriors jug¨® 30 minutos por segunda vez en su carrera. La primera y ¨²nica fue el 18 de octubre de 2018 ante los Bulls. Casi nada. Tanto el entrenador como la joven promesa fueron fichados por?Jeff?Weltman, presidente de la franquicia y John?Hammond, el General Manager que vino a sustituir al disfuncional Hennigan y que ya recibi¨® el premio a Ejecutivo del A?o en 2010 por su papel en los Bucks.
Y a todo esto, los Magic son el equipo que menos puntos recibe del Este y el segundo de la competici¨®n (101,9 por partido, los Nuggets reciben una d¨¦cima menos) y tienen el mejor rating defensivo (104,5) desde la 2011-12, cuando Van Gundy estaba en el equipo. Eso s¨ª, tienen que mejorar en ataque (101 puntos por partido, menos que nadie) y fuera de casa (r¨¦cord de 1-7) para seguir limando las bases que les sostuvieron el a?o pasado. La incidencia de Clifford se ha notado desde su llegada (pasaron de ser el 18? mejor equipo defensivo de la NBA hace dos a?os al 8? la campa?a pasada) y tradicionalmente los equipos del entrenador, meticuloso y sensato, han hecho un buen final de temporada, por lo que deber¨ªan ir para arriba.
La ausencia de Vucevic puede ser lo que necesita Bamba para dar un paso adelante. Y tambi¨¦n podremos seguir viendo la evoluci¨®n de Fultz, cada vez con mejores sensaciones y d¨¢ndonos alguna pista de lo que puede llegar a ser. Lejos quedan esas finales del Este del 2009, en las que los Magic pasaban por encima de los Cavs de LeBron y Van Gundy y Howard se coronaban definitivamente en la NBA. Pero ahora es el momento de construir una nueva era. Clifford no es cortoplacista y la franquicia parece haber aprendido de sus errores. Si se clasifican para los playoffs lo har¨¢n por segunda vez consecutiva, algo que no consiguen desde la 2011-12. Sin grandes alardes y sin grandes estrellas, ser¨ªa todo un ¨¦xito para ellos. Y mientras tanto, ah¨ª sigue Fultz, mejorando...