Arden camisetas de LeBron en Hong Kong y ¨¦l se defiende: "No siempre tenemos que hablar de todo..."
"Esto es un peque?o bache en el camino pero el tiempo lo cura todo. Ahora estoy centrado en ganar un anillo con los Lakers", dice un LeBron muy criticado.
Ayer en Hong Kong ard¨ªan camisetas de LeBron James mientras los manifestantes luc¨ªan caretas con la cara llorando de un jugador que en los ¨²ltimos a?os ha sido el gran motor de la implicaci¨®n de la NBA en muchas causas sociales dentro de las fronteras de Estados Unidos y al que ahora le est¨¢ tocando ser tambi¨¦n rostro de la mala gesti¨®n que la liga est¨¢ haciendo del conflicto que le est¨¢ sacudiendo con much¨ªsima dureza y que le ha cogido con la guardia baja cuando disfrutaba del, seguramente, mejor momento de su historia. El tuit de Daryl Morey, general manager de los Rockets, en defensa de los manifestantes de Hong Kong contra el r¨¦gimen chino, ha abrierto una brecha entre la NBA y China, un mercado preferente para una liga que lo valora en 4.000 millones de d¨®lares, y ha puesto a la competici¨®n ante el espejo de sus contradicciones: transformada en una organizaci¨®n muy social y percibida as¨ª (con el conseguiente beneficio) por el p¨²blico joven y entre las minor¨ªas dentro de EE UU, esta vez la respuesta ha sido tibia en el mejor caso de los casos, y los pasos dados vacilantes como m¨ªnimo, frente a un gobierno chino que ha apretado las tuercas bajo la simple premisa de que el que paga, manda.
Ayer LeBron no se hizo ning¨²n favor cuando habl¨® antes del amistoso ante los Warriors para desacreditar de una extra?a a Daryl Morey, del que vino a decir que tal vez no sab¨ªa bien de qu¨¦ hablaba. Luego, otra vez sin ¨¦xito, trat¨® de aclarar en Twitter (la herramienta que tantos halagos le ha valido otras veces) que se refer¨ªa a que el directivo no hab¨ªa calculado, seguramente, las consecuencias que podr¨ªan tener su mensaje. La bola creci¨® todav¨ªa m¨¢s: cr¨ªticas entre aficionados, art¨ªculos muy duros en una prensa en la que se lleg¨® a decir que era el "momento m¨¢s deshonroso" de la carrera de LeBron... y camisetas ardiendo en Hong Kong.
As¨ª que esta noche LeBron ha vuelto a hablar durante el entrenamiento de los Lakers. Y lo ha hecho para, b¨¢sicamente, defenderse y tratar de apartarse de un asunto en el que algunos le ven maniatado por los intereses comerciales de Nike en China y por el pr¨®ximo estreno de uno de sus grandes proyectos extradeportivos, Space Jam 2. En el gigante as¨ªatico, de hecho, solo se permite el estreno de 34 pel¨ªculas extranjeras al a?o. ?Es este trance p¨²blico el precio a pagar para que Space Jam sea una de ellas? Algunos no solo lo ven as¨ª sino que asocian a LeBron ya con Michael Jordan y su recordado "los republicanos tambi¨¦n venden zapatillas". A MJ siempre se le critic¨® que no se mojara en temas pol¨ªticos y cuestiones de raza, tantas veces (siempre, en realidad) candentes en la actualidad estadounidense. Con LeBron suced¨ªa todo lo contrario... hasta ahora.
LeBron dijo que no pod¨ªa saber c¨®mo hab¨ªan sonado para otros sus palabras del d¨ªa anterior: "S¨¦ c¨®mo sonaron para m¨ª. Cuando yo hablo de algo, lo hago desde la l¨®gica de c¨®mo las percibo cuando las recibo. Ayer habl¨¦ de c¨®mo me hab¨ªa sentido con el tuit de Daryl Morey durante la semana que los Lakers pasamos en China". Fueron d¨ªas sin actos promocionales, ruedas de prensa ni TV en directo durante llos dos partidos contra los Nets. Despu¨¦s insisti¨® en que no quiere volver a hablar de esto y en que espera que la tensi¨®n se vaya rebajando: "Voy a centrarme en ser el capit¨¢n de los Lakers e intentar ganar un anillo de campe¨®n con ellos. Ese es mi objetivo. Ya habl¨¦ ayer, expliqu¨¦ luego las cosas en Twitter. Estoy hablando ahora. No voy a hablar m¨¢s. No puedo perjudicar a mis compa?eros de equipo hablando de algo que no nos beneficia. Estamos concentr¨¢ndonos en ganar un anillo. No somos pol¨ªticos y este es un asunto de enormes ramificaciones pol¨ªticas. Somos l¨ªderes y a veces podemos dar un paso al frente. Pero si sientes que de algo no tienes que hablar, no deber¨ªas hacerlo. Esta es una situaci¨®n delicada para la NBA, los jugadores, los ejecutivos, propietarios... Y tampoco creo que cada tema tenga que ser un asunto en el que entre todo el mundo. Hay muchas cosas en las que no entramos de las que suceden en nuestro propio pa¨ªs. Hay cosas que pasan en mi comunidad, donde intento ayudar a que los chicos lleguen a la universidad. En eso es en lo que he estado concentrado los dos ¨²ltimos a?os con el colegio que constru¨ª en Akron: intentar que los chicos de los barrios marginales puedan tener un futuro. Y no hablamos lo suficiente de eso. Y hay muchos problemas en el mundo Lo mejor es que si hay algo de lo que sientes que tienes que hablar, lo hagas. Pero si no es as¨ª, si crees que no sabes lo suficiente y no conoces bien la situaci¨®n, es mejor no hacerlo porque te pone en un lugar muy inc¨®modo".
Finalmente, asumi¨® el escrutinio que siempre van a tener sus palabras: "Tenemos que seguir jugando, el baloncesto siempre ha estado ah¨ª para unir a la gente, para llevarla al amor y no al odio. Creo que este es el mejor deporte del mundo. Este es un peque?o bache en el camino, pero creo que el tiempo lo cura todo. Pero quer¨ªa aclarar mis palabras. S¨¦ que cada palabra que digo se interpreta seg¨²n como la sienta quien la escucha, pero s¨¦ que eso es as¨ª y no me importa".