El Tanking, de Tim Duncan a Zion: ?soluci¨®n o cat¨¢strofe?
Cada vez m¨¢s equipos tratan de acelerar sus procesos de reconstrucci¨®n y la NBA busca soluciones. Pero, ?es el tanking verdaderamente ¨²til?
El tanking o ser malo como virtud. Al final del pasillo, ser malo como objetivo y, por lo tanto, un problema en esencia para cualquier competici¨®n. La cuesti¨®n es de qu¨¦ magnitud y en qu¨¦ medida. Y en eso ha estado en los ¨²ltimos tiempos la NBA, que hasta hace a?o no hab¨ªa pasado de la rega?ina de boquilla porque existir, el tanking ha existido siempre. Casos hay para aburrir en pr¨¢cticamente cualquier franquicia y, de hecho, en cualquier competici¨®n con un modelo de draft que (y tiene que ser as¨ª, el asunto est¨¢ en los matices y las proporciones) reparta el mejor talento de las universidades entre los equipos m¨¢s necesitados. Los Spurs, la franquicia ejemplar de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, un milagro en movimiento dentro de la historia del deporte, aprovech¨® las lesiones (David Robinson, Sean Elliott) para, con Gregg Popovich reci¨¦n llegado al banquillo, dejarse llevar hasta 62 con las que compr¨® muchos boletos de la loter¨ªa: les toc¨® un n¨²mero 1 que era el gordo de Navidad y el Euromill¨®n, todo en uno: Tim Duncan.
Pero por cada matrimonio Pops-Timmy hay un mill¨®n de carreras a ninguna parte, sue?os que siempre est¨¢n a la vuelta de la siguiente esquina y proyectos en eterno suspenso, siempre a un par de a?os de. Desde ah¨ª, la certeza de que el caramelo es envenenado, hay que a?adir otro hecho que muchas veces se pasa por alto: los equipos no juegan para perder, los entrenadores no entrenan para perder aunque a veces acepten sugerencias en la toma decisiones o acaten planes pensando en un medio y largo plazo que ayudan a construir pero del que seguramente no formar¨¢n parte. Al fin y al cabo, se trata de aceptar la producci¨®n de unos resultados que esencialmente servir¨¢n para justificar tu despido. El tanking, el de verdad, se orquesta en los despachos con f¨®rmulas para dejar al equipo en disposici¨®n de ganar muy poco por mucho esfuerzo que se haga: gesti¨®n de lesiones, traspasos, ajustes de rotaci¨®n¡
Un ejemplo obvio de todo esto son los Mavericks, que pasaron de rondar la lucha por los playoffs a hundirse a las ¨²ltimas posiciones de la liga, y de un quinteto Dennis Smith-Wesley Matthews-Luka Doncic-Harrison Barnes-DeAndre Jordan al actual (con Doncic lesionado y los dem¨¢s traspasados) con Jalen Brunson-Courtney Lee-Justin Jackson-Dirk Nowitzki-Dwight Powell. 17 derrotas en 20 partidos les han acercado al escenario ideal para ejecutivos y, seguramente, para la franquicia: salir de la loter¨ªa del draft con un pick en el top 5. Si cae m¨¢s abajo, ser¨¢ de los Hawks por el intercambio Doncic-Trae Young. Pero los Mavs no han dejado de intentar ganar partidos en la pista, y con el citado quinteto acaban de ganar a Thunder y Sixers, dos equipos de playoffs. Alguna victoria m¨¢s reducir¨ªa sus probabilidades de top5 en el bombo que define el draft... pero, desde luego, los equipos no juegan para perder. Con poco inter¨¦s a veces s¨ª, aunque siempre hay contratos que acaban, otros por firmar o estad¨ªsticas que asegurar, en el peor de los casos.
El a?o pasado, saltaron todas las alarmas a las puertas de un draft que promet¨ªa ser hist¨®rico y que no est¨¢ decepcionando (DeAndre Ayton, Marvin Bagley, Luka Doncic, Trae Young, Jaren Jackson, Wendell Carter... y muchos m¨¢s, en realidad). Entonces, se super¨® de largo el All Star Weekend con ocho equipos en 20 victorias o menos. Era, adem¨¢s, la ruta hacia la ¨²ltima loter¨ªa con el sistema y la probabil¨ªstica tradicional. Y esta (14 de mayo) ser¨¢ la primera con el nuevo reparto de opciones, pensado que evitar que la pelea por ser el peor se reduzca a una pelea por ser uno de los peores: el peor equipo, por ejemplo, pasa ahora de un 25 a un 14% de opciones de llevarse el n¨²mero 1, de un 64 a un 40 de tener un top 3 y su pick m¨¢s probable pasa del 2,6 de promedio al 3,7. Y los dos siguientes tendr¨¢n las mismas opciones que el peor en lo referente a los picks 1, 2, 3 y 4. Y el quinto por la cola tendr¨¢ un 10,5% de posibilidades de llevarse el 1, solo 3,5% menos ahora que el ¨²ltimo.
Esta reforma, en ning¨²n caso una revoluci¨®n y cuyo efecto ha sido poco visible en esta temporada, se aprob¨® despu¨¦s de tener que convencer a unas franquicias, nada interesadas en principio porque finalmente saben que todos pueden verse en la peor de las situaciones y que cuando toca reconstrucci¨®n, toca reconstrucci¨®n. Y estas comienzan con elecciones de draft¡ o en el mercado de los picks. Y este a?o, claro, es uno de esos en los que del n¨²mero 1 al 2 hay un abismo. En lo medi¨¢tico, en lo econ¨®mico, en lo social a priori tambi¨¦n en lo deportivo: el n¨²mero 1 del draft de 2019 ser¨¢ Zion Williamson.
Proceso circunstancial... o industrializado
Esta nueva f¨®rmula, que naci¨® con detractores y unas cuantas enmiendas sugeridas, no pretend¨ªa acabar con el tanking, no es lo suficientemente radical, pero s¨ª disuadir lo suficiente para evitar planes demasiado industriales. Por un lado hay equipos a los que la realidad de la temporada siempre acabar¨¢ llevando ah¨ª, por lesiones y problemas deportivos de toda ¨ªndole. Solo hay que ver, a cada en su medida, como les han ido las cosas esta temporada a Lakers, Wizards o Grizzlies. Pero tambi¨¦n, cada vez m¨¢s, hay otros que desde el verano anterior planifican la temporada con la vista puesta en el siguiente draft: esta vez Knicks, Cavaliers, Bulls o Hawks. Las nuevas f¨®rmulas contractuales del ¨²ltimo convenio colectivo, adem¨¢s, aumentan la importancia de tener a los grandes talentos desde rookies; en el mundo global sigue habiendo mercados muy poco atractivos para los agentes libres y en los ¨²ltimos tiempos se est¨¢ tratando de acortar las traves¨ªas del desierto y evitar la zona templada de la NBA con f¨®rmulas cada vez m¨¢s cortoplacistas. Y muchas veces no es el camino.
Pongamos el muy bien vendido en lo medi¨¢tico proceso de los Sixers, que entraron en derribo porque se cansaron de estar en lo que les acab¨® pareciendo la tierra de nadie del Este. Joel Embiid y Ben Simmons son como para darse por satisfechos, riesgos relacionados con la salud incluidos, pero por el camino quedaron Markelle Fultz (n¨²mero 1 que cost¨® adem¨¢s una primera ronda extra), Jahlil Okafor (n¨²mero 3), Michael Carter-Williams (11) o un ajuste para llevarse a Nerlens Noel (n¨²mero 6) que cost¨® un pick que luego fue Elfrid Payton (un n¨²mero 10) y Jrue Holiday. Las mejores reconstrucciones, en realidad, tienen m¨¢s que ver con c¨®mo y cu¨¢ndo se termina con el ciclo anterior, asunto m¨¢s peliagudo cuanto m¨¢s exitoso haya sido. Y solo hay que ver los caminos de Lakers y Celtics desde que se enfrentaron en las Finales de 2010. Los segundos han sido relevantes mucho m¨¢s r¨¢pido por su gesti¨®n del fin del proyecto Ubuntu (Paul Pierce, Kevin Garnett y los Nets como aliados). Los Lakers, con el veredicto de la era LeBron en peligroso suspenso tras un a?o horrible, acabaron amasando talento joven despu¨¦s de sufrir lo indecible desde que se torci¨® el traspaso por Chris Paul en el que iban a salir Lamar Odom y Pau Gasol. Todo ese talento, hay que recordar tambi¨¦n, se habr¨ªa ido empaquetado a Nueva Orleans si los Pelicans hubieran dado el s¨ª a la operaci¨®n Anthony Davis. Algo similar puede pasar en unos meses con la base joven de los Celtics.
En la temporada 2011-12, acortada por lockout, hubo ocho por debajo del 35,3% de victorias, el equivalente en temporada completa a 29 triunfos. Normalmente, recopila datos SB Nation, no hay m¨¢s de cuatro o cinco franquicias por debajo de los 30 triunfos en la misma temporada. Esta vez ser¨¢n cinco o seis en funci¨®n de los Hawks (llevan 28). As¨ª que los n¨²meros gruesos apenas han cambiado. Hace un a?o, adem¨¢s, la NBA impuso a Mark Cuban la tercera multa m¨¢s alta de la historia (600.000 d¨®lares) por decir que lo mejor para los Mavericks (que acabaron con Luka Doncic a bordo), llegado al punto en el que estaban, era perder el mayor n¨²mero de partidos. Luego a la franquicia texana le sobrevino el gran esc¨¢ndalo de su venenoso clima laboral y ese asunto qued¨® en una chiquillada. Ahora, y como casi siempre a partir del par¨®n del All Star, la acumulaci¨®n frontal de derrotas y el aroma evidente a planificaci¨®n (quintetos, rotaciones¡) han vuelto a convertirse en temas de bromas y debate. Y eso, es obvio, es lo que no le gusta a la NBA. Que se hable mucho del tanking acaba pareciendo, en definitiva, peor que el propio tanking.
Formas de perder... y formas de venderlo
El draft, para muchos equipos, acaba apareciendo como una soluci¨®n obvia, Tanto que muchas veces termina por parecer la ¨²nica soluci¨®n. Pero no es un atajo m¨¢gico y muchas veces resta m¨¢s la degradaci¨®n de la cultura de una franquicia que conlleva la acumulaci¨®n de derrotas que los r¨¦ditos que se acaban obteniendo en la loter¨ªa. Planificaciones con tan buena publicidad como el citado The Process de los Sixers (una alegre industrializaci¨®n del tanking) han ayudado a dar, en tiempos recientes, un exceso de buena prensa a una pr¨¢ctica que antes era poco m¨¢s que una medida desesperada, maquillaje para malas temporadas. O se actuaba como si as¨ª fuera, al menos.
Pero, escrito est¨¢, las soluciones normalmente necesitan el mercado de una forma u otra: los Lakers, por ejemplo, han trabajado (con sensaci¨®n de que era porque no les quedaba m¨¢s remedio) con su base joven sin perder nunca de vista, hasta lo obsesivo, el mercado de agentes libres. Y en eso siguen. Del mismo modo, hay equipos que (casi) siempre toman malas decisiones y parecen anclados a la loter¨ªa a perpetuidad. Los Magic hacen y deshacen su proyecto y en los ¨²ltimos seis a?os han tenido un n¨²mero 2 (Victor Oladipo), un 4 (Aaron Gordon), un 5 (Mario Hezonja), un 11 (fue Domantas Sabonis) gastado junto a Oladipo para hacerse con Ibaka, que est¨¢ en Toronto, y dos 6 (Jonathan Isaac y Mohamed Bamba). La mayor¨ªa han sido sin dejar nada en caja.
Los Suns llevan ocho a?os en la loter¨ªa, cinco de ellos con picks en el top 10, incluido el primer n¨²mero 1 de su historia (Ayton). Pero, mientras se desarrolla el p¨ªvot, que apunta a estrella a medio plazo, el mejor jugador obtenido, de largo, ha sido desde un n¨²mero 13: Devin Booker. Tambi¨¦n fueron 13 Markieff Morris y Kendall Marshall. Alex Len se llev¨® un 5, Marquese Chriss oblig¨® a subir hasta el 8 y hay un 4 que ya parece claro que no va a romper (Dragan Bender) y otro con el que empieza a agotarse la paciencia (Josh Jackson).
Peor ha sido el caso, sin duda el m¨¢s paradigm¨¢tico, de Sacramento Kings, que este a?o por fin ha ense?ado brotes verdes pero que volver¨¢ a quedarse sin unos playoffs que no juega desde 2006, la racha abierta m¨¢s larga de toda la liga: 12 a?os en la loter¨ªa, 10 en el top 10 sumadas todas sus operaciones. Y ojo: Spencer Hawes fue n¨²mero 10 en 2007, Jason Thompson 12 en 2008, Tyreke Evans 4 en 2009, DeMarcus Cousins 5 en 2010, Bismack Biyombo 7 en 2011 (traspasado para obtener a Jimmer Fredette en el 10), Thomas Robinson 5 en 2012, Ben McLemore 7 en 2013, Nik Stauskas 8 en 2014, Willie Cauley-Stein 6 en 2015 y, en 2016, el pick 8 (el citado Chriss) se cambi¨® por Bogdanovic (fue un n¨²mero 27), Skal Labissiere (28) y Papagiannis, un 13 que fue cortado y que sufre para tener incidencia en el Panathinaikos. A la espera de que la ¨²ltima camada acuda al rescate (De¡¯Aaron Fox, n¨²mero 5 y Marvin Bagley, n¨²mero 2 en 2017 y 2018), un desastre: el romance con Tyreke fue muy breve y la presencia descomunal de Cousins no sirvi¨® para jugar un solo partido de playoffs durante seis temporadas y media.
El camino es muy duro y nadie tiene la f¨®rmula m¨¢gica. Otro dato: desde James Worthy y Hakeem Olajuwon (con Lakers y Rockets), estos son los n¨²meros 1 que han sido campeones con el equipo que les drafte¨®: David Robinson y Tim Duncan con los Spurs y Kyrie Irving y LeBron James (previa estancia de cuatro a?os en Miami) con los Cavaliers. As¨ª que la pregunta recurrente es: ?Cu¨¢nto vale realmente un pick de draft? Se ha intentado sintetizar de varias maneras: un estudio analiz¨® todos los picks entre 1995 y 2010 y concluy¨® que el 68% de los jugadores seleccionados no hac¨ªan carrera en la NBA, el 17,8% acababan siendo jugadores de rotaci¨®n, el 8,1% de primer nivel y un 5,5% estrellas. Es decir, de las 60 selecciones totales que tiene un draft 41 no ten¨ªan gran utilidad, 11 eran de rotaci¨®n, 5 jugadores de alt¨ªsimo nivel y 3 s¨²per estrellas. Las posibilidades de hacerse con una estrellas pasaban de un 32% si se escog¨ªa en el top-5 a un 11,8% si se bajaba el rango 5-10.
82games.com realiz¨® su propio estudio y concluy¨® que este era el futuro m¨¢s probable seg¨²n n¨²mero de pick (y acoto al top-10, en el enlace se puede consultar el art¨ªculo completo):
N¨²mero 1: 70% de opciones de ser una estrella, 25% de ser un jugador de primer nivel y 5% de ser un jugador de rol.
N¨²mero 2: 60, 25 y 15.
3: 85, 10 y 5.
4: 60, 30 y 10.
5: 60, 15, 10 y 15% de opciones de ser un suplente con pocos minutos.
6: 25, 30, 30 y 15.
7: 30, 40, 25 y 5.
8: 35, 15, 15 y 35.
9: 30, 10, 35, 20 y 5% de no tener ninguna relevancia.
10: 35, 25, 25, 10 y 5.
Son datos. Ah¨ª est¨¢n los equipos campeones y las intrahistorias sobre c¨®mo se han formado, incluidos desde luego grandes aciertos en noches de draft (y ah¨ª est¨¢ el caso ¨²nico de los Warriors). Pero, ?qu¨¦ es lo que compensa y cu¨¢nto compensa? Cuanto m¨¢s se profundiza m¨¢s dif¨ªcil parece encontrar la gallina de los huevos de oro. El tanking existir¨¢ salvo revoluciones imprevistas en el sistema. Tambi¨¦n los equipos malos y los trances puntuales en los que conviene lo que conviene, muchas veces sin ponerle siquiera demasiado cinismo. Pero cuidado: por cada Proceso, con sus luces y sus sombras, hay unas cuantas traves¨ªas por el desierto que nunca parecen acabar. Aunque claro, finalmente llega otra primavera y, otra vez, todo esto suena a ch¨¢chara para muchas aficiones. Y m¨¢s ahora que aparecen, al final del pasillo (20 de junio, draft 2019), los 130 kilos de Zion Williamson...