Caen unos Warriors en cuadro: los Blazers, ?terceros del Oeste!
Novena victoria seguida para los Blazers, la mejor racha ahora mismo de la NBA. McCollum y Lillard, letales. Los Warriors, 15 derrotas ya.
Por primera en toda la temporada, los Warriors no eran favoritos en las apuestas en un partido. Y perdieron. Al final, con claridad: 125-108. Llegaron a Portland, uno de los peores sitios a los que llegar a hora mismo en la NBA, bajo m¨ªnimos: preocupados (m¨¢s de lo que quieren aparentar) con el tobillo de Stephen Curry y sin Iguodala, West, Bell, McCaw¡ Enfrente, unos Blazers que ahora mismo lanzan llamaradas de fuego: 9 victorias seguidas, su mejor racha desde 2014 (empez¨® antes del All Star precisamente contra los Warriors), la mejor viva de la liga tras la derrota de los Rockets y con un 40-26 que les da cuatro de ventaja sobre el noveno y les tiene terceros del Oeste. El 14 de enero, el equipo de Oregon estaba 22-21. Desde entonces, 18-5. Buena conjunci¨®n de calendario, rivales en circunstancias dif¨ªciles¡ todo lo que se quiera. Pero terceros del Oeste, ahora mismo un peligro para cualquier rival y su backcourt Lillard-McCollum a un nivel excepcional. Sobre todo el base, claro, aunque esta vez el escolta anot¨® m¨¢s: 28 y 30 con 9 triples entre los dos, cuatro en el despegue final de los ¨²ltimos 8 minutos, a los que se lleg¨® en 96-93. Marca de la casa.
Los Blazers?meten muchos tiros. Parece una obviedad, o una frase demasiado simple, pero explica la capacidad de un equipo que ventil¨® al campe¨®n con 38 puntos en el ¨²ltimo cuarto, finalmente sin grandes problemas y con buenos minutos de un Zach Collins (10 del ¨²ltimo y excepcional draft) que va a m¨¢s descaradamente. Antes de la buena racha final, 14-6 en rebotes de ataque (importante Davis) y mucho viaje a la l¨ªnea de tiros libres. Y buen pulso en el momento clave: cerca del final del tercer cuarto, los Warriors (que se vieron 41-27 en la primera parte), amagaron en el mejor momento de Durant (acab¨® con 40 puntos): 77-83. De ah¨ª al final del parcial, m¨¢s de dos minutos, parcial clave de 10-0.
Los Warriors perdieron un partido que parec¨ªa probable que perdieran, y ni siquiera tienen mucho que lamentar porque los Rockets dejaron su racha en 17 victorias seguidas. Siguen a medio partido. Pero a Steve Kerr eso le importa muy poco. Tambi¨¦n que su equipo ya est¨¢ en su tope de derrotas (15) con ¨¦l como t¨¦cnico (en las tres temporadas anteriores 15, 9 y 15). Le preocupan los tobillos de Curry, los achaques de Iguodala y que sus jugadores se act¨²en ¡°con inteligencia¡±. Lo repiti¨® despu¨¦s de una derrota que finalmente dej¨® mal sabor de boca: los Warriors no defendieron bien cuando m¨¢s lo necesitaban (no lo suficientemente bien contra un rival tan embalado), no cerraron el rebote, cometieron errores clave (hasta cuatro faltas en tiros de tres de los Blazers en un pu?ado de minutos) y perdieron balones (otro asunto recurrente) en momentos trascendentales. Al margen de eso ten¨ªan muchas bajas y tienen problemas estructurales, el mayor la falta de un playmaker de garant¨ªas por detr¨¢s de Curry: Livingston es otra cosa (y tiene 32 a?os) y Quinn Cook no da nivel para este equipo.
As¨ª que al final, mal sabor de boca para el campe¨®n, con Draymond Green enredado con los ¨¢rbitros (otra t¨¦cnica, a una del partido de suspensi¨®n) y Klay Thompson metiendo 25 puntos con menos peso del que necesita ahora mismo un equipo que solo piensa en llegar a los playoffs en su mejor versi¨®n, una que hemos visto muy poco esta temporada. Los Blazers, mientras, aceleran hacia la puesta de sol: ¡°vamos muy en serio¡±, dijo Lillard tras el partido. Y eso parece.