Alberto Chicote revela c¨®mo se enamor¨® de la cocina y un secreto de las Campanadas

Alberto Chicote ha sido el entrevistado de la semana para la secci¨®n de Fran Rivera en 'Espejo p¨²blico' y el chef ha desvelado detalles hasta ahora desconocidos de las Campanadas de fin de a?o que ha presentado junto a Cristina Pedroche. Lo ha hecho durante cinco a?os con ella, seis sin contamos las que present¨® en LaSexta con Andrea Ropero, pero sin lugar a dudas, las ¨²ltimas fueron las m¨¢s dif¨ªciles por los meses de pandemia y porque por primera vez la Puerta el Sol estaba completamente vac¨ªa.

"Es absolutamente irrepetible cada una de ellas porque te sientes para de algo muy grande. Tiene much¨ªsima magia", comenz¨® expresando. "El a?o pasado fue estremecedor, muy, muy especial. Estamos acostumbrados a ver toda la plaza llena de gente y de repente ver aquello vac¨ªo...", confes¨®.

Pero no fue el ¨²nico secreto que desvel¨®, pues Chicote revel¨® adem¨¢s que el ¨²ltimo d¨ªa del a?o invita a todos los presentadores al restaurante que posee en el mismo lugar, a apenas unos metros de los balcones desde los que las diferentes cadenas emiten las Campanadas. El chef asegura que llegan all¨ª a primera hora de la ma?ana para repasar el guion y tener todo preparado y bien atado, pero para disfrute de todos organiza una comida en su local.

"Invito a todos los presentadores de Campanadas que est¨¦n en la Puerta del Sol de todas las cadenas", explica. "S¨ª, porque es un rato para compartirlo, algunos vienen y otros no, pero pasamos muy buen rato y, as¨ª, despu¨¦s de eso nos vamos cada uno a su sitio. Es como el rollo de una hermandad molona", sentenci¨®.

El momento en que se enamor¨® de la cocina

Alberto Chicote es uno de los cocineros m¨¢s reconocidos de nuestro pa¨ªs, pero cuando era ni?o ese no era su sue?o. ?l quer¨ªa ser bombero, pero todo cambi¨® seg¨²n fue creciendo. De hecho, en el colegio un psic¨®logo le dijo que deb¨ªa, por sus aptitudes, hacer algo relacionado con la imagen y el sonido, pero ¨¦l ya le contest¨® que pretend¨ªa ser cocinero. Fue entonces cuando le recomend¨® una escuela de hosteler¨ªa y la alta cocina de la escuela de Lausana, en Suiza.

Ni siquiera el aviso de sus padres de que iba a estar trabajando cuando el resto se divert¨ªan fren¨® sus intenciones, y en el primer d¨ªa de aprendizaje se enamor¨® de la cocina: "El primer d¨ªa que entr¨¦ en la escuela hicimos espaguetis de colores. Llegu¨¦ a mi casa con los ojos como platos. Me enamor¨¦ ese d¨ªa y hace ya 34 a?os".