Nadal sufre para vencer a Shapovalov, pero mira al 21

Durante bastantes minutos, el fantasma de otra remontada contra Rafa Nadal en cuartos del Open de Australia, como la que protagoniz¨® el a?o pasado Stefanos Tsitsipas, sobrevol¨® la Rod Laver Arena. Pero esta vez el balear se agarr¨® como pudo a la pista y bati¨® a Denis Shapovalov por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-3 en 4h08 despu¨¦s de sufrir un baj¨®n tremendo debido a un golpe de calor por el que tuvo que pedir un tiempo muerto m¨¦dico en el cuarto set. As¨ª se clasific¨® para las semifinales por s¨¦ptima vez en el torneo, 36? en Grand Slams, y mira ya de cerca al 21, esa cifra de t¨ªtulos en majors que le colocar¨ªa en el primer lugar de la tabla hist¨®rica y deshar¨ªa el empate a 20 que mantiene con Federer y Djokovic. El viernes (no antes de las 4:30, Eurosport) se enfrentar¨¢ al italiano Matteo Berrettini, que pudo con el franc¨¦s Gael Monfils en otro duelo que se fue al quinto parcial (6-4, 6-4, 3-6, 3-6 y 6-2 en 3h49).

Nadal hab¨ªa jugado de maravilla en las dos primeras mangas, con un plan que le funcion¨® a la perfecci¨®n, bolas altas con peso y muchos cambios de direcci¨®n en unas condiciones de sol y calor que le ven¨ªan al pelo. Pero a partir del 3-3 del tercer set, ya no fue el mismo. Le faltaba energ¨ªa y perdi¨® el orden. Las dobles faltas (11) tampoco le ayudaron. ?l lo achac¨® a unos problemas estomacales. Se tom¨® unas pastillas y m¨¢s tarde, antes del quinto parcial, hizo una segunda visita al ba?o que no le gust¨® nada a Shapovalov, que hab¨ªa protestado mucho al principio del partido por entender que Rafa se tomaba mucho tiempo antes de sacar y tambi¨¦n de colocarse para restar. ¡°Sois unos corruptos¡±, le lleg¨® a decir al juez de silla, el brasile?o Carlos Bernardes. El canadiense de 22 a?os y el espa?ol hablaron un momento en la red y el duelo continu¨®.

En ese momento, Nadal parec¨ªa infranqueable y no hab¨ªa cedido ni una sola bola de quiebre. De hecho, hasta el sexto juego de la tercera manga no las tuvo Shapovalov. Adem¨¢s, el manacor¨ª fallaba poco. Pero todo eso se fue al garete por ese malestar en la tripa que le atorment¨®. Se sent¨ªa sofocado. El calor, su amigo normalmente, en esos momentos le perjudicaba y necesit¨® el tubo de aire y la toalla con hielos. Parec¨ªa inerte sobre la cancha, no persegu¨ªa algunos tiros de su oponente. Las se?ales eran catastr¨®ficas.

Reacci¨®n de raza

En estas, su rival igual¨® tras sofocar un amago de rebeli¨®n del n¨²mero seis del mundo (15-40 en el 6-3. Pintaban bastos para el campe¨®n de 2009, pero su raza inasequible al desaliento y el saque, que tambi¨¦n le hab¨ªa dado problemas durante casi todo el encuentro, le rescataron tras romperle el servicio a Denis en blanco. Ya no solt¨® la ventaja, Shapovalov cometi¨® algunos fallos que no tocaban y finalmente estrell¨® la bola en la red para alivio de Nadal, que lo celebr¨® euf¨®rico, mientras el tenista nacido en Tel Aviv, un jugador muy bueno y con mucho car¨¢cter, lanzaba la raqueta indignado.

Se le hab¨ªa escapado una gran oportunidad. La que ahora tendr¨¢ Rafa de jugar otra final en Melbourne y buscar un trofeo con el que ni pod¨ªa so?ar hace unos pocos meses. Ahora lo tiene m¨¢s cerca y Djokovic, deportado y borrado del torneo por no vacunarse, que hubiera sido por l¨®gica su pr¨®ximo rival, no podr¨¢ impedirlo personalmente. La lucha, aun en la distancia, siempre est¨¢ ah¨ª.

Berrettini, historia para Italia

Cuadro masculino del Open de Australia.