Tsitsipas derriba a Nadal tras remontarle dos sets
El balear perdi¨® ante el n¨²mero seis del mundo tras dominar claramente las dos primeras mangas. Es la tercera vez que le remontan un 2-0, segunda en Grand Slams.
Hab¨ªa curiosidad, y un poco de temor, por ver el comportamiento que tendr¨ªa Rafa Nadal ante un rival de fuste, un tenista que sobre el papel pod¨ªa ponerle las cosas dif¨ªciles y que adem¨¢s se hab¨ªa ahorrado el partido de octavos por abandono del italiano Matteo Berrettini. Y lo cierto es que Stefanos Tsitsipas, n¨²mero seis del mundo, le infligi¨® al balear una derrota dur¨ªsima, porque le remont¨® dos sets, algo que s¨®lo le hab¨ªa sucedido a Nadal dos veces, en Miami 2005 contra Federer y en el US Open 2015 frente a Fabio Fognini.?Hasta el 2-0 estuvo sensacional en la ejecuci¨®n de su plan de juego, ¨¢gil y r¨¢pido en los movimientos y con todas sus armas a pleno rendimiento, incluido el saque, genial por momentos (15 aces en total). Pero a partir de ah¨ª se enred¨®, cay¨® en la trampa del desempate en la tercera manga, cuando encaden¨® varios errores inesperados, y en la cuarta y la quinta perdi¨® el control del partido. El problema no fue la espalda, ¨¦l mismo lo reconoci¨® despu¨¦s. En esta ocasi¨®n sufri¨® por una pura cuesti¨®n de tenis. Ni la experiencia, ni el coraje ni la magia de sus golpes evitaron un importante resbal¨®n: 6-3, 6-2, 6-7 (4), 4-5 y 5-7 en 4h:05.
Hace dos a?os, tambi¨¦n en el Open de Australia, en semifinales, hab¨ªa vencido al mismo oponente con suma facilidad. Este Tsitsipas es mucho mejor que el de aquella vez y el viernes a las 09:30 pelear¨¢ por un puesto en su primera final de Grand Slam contra Daniil Medvedev. El ruso fundi¨® a su compatriota Rublev y est¨¢ que se sale. El 21? gran t¨ªtulo de Rafa, que se queda clavado en cuartos por segundo a?o consecutivo en Melbourne, tendr¨¢ que esperar. Quiz¨¢ llegue en Roland Garros.
Parafraseando al propio Nadal, a quien le gusta mucho esta frase, seguro que hubiera firmado tener un primer set tan pl¨¢cido como el que se encontr¨® para abrir boca ante Tsitsipas. El heleno apenas le apret¨® y, tras unos compases de tanteo con varios juegos en blanco, en el momento justo, con bolas nuevas, atac¨® al resto y se lo merend¨®. El n¨²mero dos del mundo hil¨® las jugadas con maestr¨ªa, de lado a lado de la pista, cargando el juego sobre el rev¨¦s en busca de que su rival se invirtiera para pegarle a la bola de derecha y dejar¨¢ media pista vac¨ªa. Ah¨ª entraba Nadal con el rev¨¦s cruzado como un cuchillo en un trozo de margarina.
La inercia se mantuvo en un inicio ideal en la segunda manga, con un nuevo quiebre y la posterior consolidaci¨®n para colocar el 2-0 de salida y descansar en el siguiente juego. El espa?ol pidi¨® que le pusieran un ventilador en su banquillo para aliviar la sensaci¨®n de calor (24 grados) y, sobre todo, humedad (73%), y se mantuvo fresco para llevarse por delante a Stefanos, ap¨¢tico y cabizbajo al comprobar que ninguno de sus planes se convert¨ªan en soluciones. En esas lleg¨® el doble break de Nadal y el final anticipado del parcial.
Vuelco absoluto
En 1h:18, Nadal ya ten¨ªa resuelto el partido. O eso parec¨ªa, porque a Tsitsipas por fin se le ocurri¨® una idea. Elev¨® la calidad de sus saques para evitar la sangr¨ªa, ya que al resto no ten¨ªa nada que hacer en ese momento (gan¨® un punto en toda la manga) y busc¨® descaradamente los ¡®penaltis¡¯. Los encontr¨® y en el desempate, Nadal fall¨® dos remates f¨¢ciles, cuando hab¨ªa clavado varios durante el set, peg¨® un mal drive, una ca?a y, sin comerlo ni beberlo, se le escap¨® la sentencia. El partido se le torci¨® y lleg¨® la primera opci¨®n de break del griego, crecido por el ¨¦xito de su estrategia.
A Rafa le tocaba hacer un esfuerzo extra inesperado. Sobre todo mental. Para colmo, su enemigo tuvo dos bolas m¨¢s de rotura, que por suerte para el mallorqu¨ªn se le escaparon. Apareci¨® una tensi¨®n para ¨¦l en los servicios que hasta entonces no hab¨ªa sufrido. Tuvo que recurrir incluso al famoso ?vamos! para intentar venirse arriba y responder al aumento de ritmo de Tsitsipas. Y hasta a un ace de segundo saque. Pero lo peor estaba por llegar. El heleno le quebr¨® finalmente y sac¨® para igualar el partido. Incre¨ªble. M¨¢s madera. En el quinto set Nadal no estuvo mal, sin embargo no vio la manera de lograr puntos al resto ante un contrincante que ya no fallaba. Casi la encontr¨® in extremis, para forzar lo que hubiera sido el mal menor del s¨²per desempate, pero tras levantar dos bolas de partido y tener punto de rotura, no pudo con la tercera. Lo que parec¨ªa irreal se hizo verdadero. Otra vez derrota en cuartos y esta vez ante un tenista de la Next Gen, que por fin se le sube a las barbas.