Djokovic se hace el harakiri
Novak Djokovic ha jugado s車lo cuatro partidos en 2022 y ha perdido la mitad. Su estreno fue en febrero, en el ATP 500 de Dub芍i, donde sucumbi車 ante Vesely despu谷s de haber superado a Musetti y Khachanov. Hab赤an pasado 47 d赤as desde entonces cuando ha vuelto a la competici車n en el Masters 1000 de Montecarlo, demasiado tiempo. Por medio se hab赤a jugado la gira americana sobre r芍pida, con Indian Wells y Miami como puntos 芍lgidos, pero Nole no puede entrar en Estados Unidos por su insistencia en no vacunarse. Su decisi車n, personal赤sima, le est芍 haciendo mucho da?o. Me refiero exclusivamente a su rol de tenista profesional. Novak ya ha faltado a tres grandes citas, a la apertura en Australia, donde adem芍s tuvo que soportar una enorme carga emocional por sus litigios con aquel Gobierno, y a los dos primeros Masters 1.000. Se ha mantenido como n迆mero uno porque Daniil Medvedev no ha sabido aprovechar la oportunidad, pero su posici車n en el ranking es ficticia. Djokovic est芍 claramente fuera de forma, fall車n y sin ritmo. La pista Rainiero III ha sido testigo.
Alejandro Davidovich, en una enorme actuaci車n, ha destapado las carencias del actual Djokovic, sin tino, sin f赤sico# y tambi谷n sin colmillo. El andaluz dej車 escapar la presa en el segundo set, ante la l車gica presi車n de remachar al l赤der mundial, a uno de los mejores tenistas, quiz芍 el mejor, de la historia. Pero Nole no pudo ni siquiera colarse por esa rendija, como hab赤a hecho otras muchas veces con oficio de n迆mero uno. Al contrario, el serbio se desfond車 en el tercero, que perdi車 6-1, tras un partido de casi tres horas. Su derrota deja al torneo sin ese goloso duelo que asomaba en cuartos contra Carlos Alcaraz, y reabre las interrogantes sobre su futuro. Su falta de actividad es voluntaria, basada en unas convicciones personales a las que no quiere renunciar. Est芍 en su derecho, pero paga las consecuencias. Djokovic se hace el harakiri.