El deporte espa?ol tiene nombre de mujer

El fin de semana fue fruct¨ªfero para el deporte femenino espa?ol. Una imagen qued¨® grabada por encima del resto, la de Paula Badosa, por la trascendencia de su ¨¦xito en Indian Wells, por la relevancia del tenis, por su proyecci¨®n... Pero hubo m¨¢s campeonas, todas de m¨¦rito. La cosecha arranc¨® el s¨¢bado con dos equipos. Primero se coron¨® el waterpolo en el Mundial j¨²nior, diez a?os despu¨¦s de su anterior alir¨®n. Una gesta que asegura el futuro en una piscina habituada a las alegr¨ªas, un porvenir que ya se empez¨® a escribir este verano, porque en las filas de la Selecci¨®n que se colg¨® la plata ol¨ªmpica en Tokio estaba Elena Ruiz, de 16 a?os, la l¨ªder de este emergente grupo. Esa misma tarde lleg¨® el sexto t¨ªtulo consecutivo de la absoluta de hockey sobre patines en un Europeo, una disciplina tradicional en los podios. El domingo no se qued¨® atr¨¢s. Laia Sanz sum¨® su sexto mundial en enduro, el vig¨¦simo si a?adimos sus 16 oros en trial. Y Astou Ndour colabor¨® en el anillo de Chicago Sky en la WNBA, como antes hab¨ªan hecho Amaya Valdemoro, en tres ocasiones, y Anna Cruz.

El deporte espa?ol tuvo nombre de mujer en dos f¨¦rtiles jornadas. Y esta semana contin¨²a su relato en femenino, gracias a un referente que trasciende los podios. Se trata, obviamente, de Teresa Perales, que ya pasea su ejemplo por Oviedo, donde el viernes recoger¨¢ el Premio Princesa de Asturias. La nadadora colecciona 27 medallas en los Paral¨ªmpicos, 22 en Mundiales¡­ Pero, sobre todo, es un espejo para los atletas con discapacidad, para las mujeres deportistas, para las no deportistas, y para la sociedad en general. Perales viene de sufrir un problema de salud, a¨²n sin diagn¨®stico, por el que tuvo que alargar su estancia en los Juegos en un hospital japon¨¦s. Una luchadora que vuelve a sonre¨ªr, mientras airea una ambiciosa meta, una m¨¢s: ¡°Quiero competir en Par¨ªs 2024¡±.