Un s¨¦ptimo de locura
El Gran Premio de Austria de MotoGP brind¨® este domingo un espect¨¢culo vibrante, una carrera loca a causa de la lluvia que, como casi todas las cosas que se resuelven en aguas revueltas, depar¨® un desenlace inesperado, casi al borde de lo heroico. Brad Binder fue el ¨²nico de los seis pilotos de cabeza que decidi¨® no cambiar de moto cuando m¨¢s jarreaba, a falta de cuatro vueltas, una arriesgada apuesta con neum¨¢ticos de seco que le sali¨® bien. El sudafricano logr¨® la victoria con una KTM en la casa de KTM, en el Red Bull Ring, una coincidente circunstancia para redondear la gesta. La carrera tuvo otros pilotos destacados, especialmente el novato Jorge Mart¨ªn, tercero en el podio, que supo manejarse en condiciones extremas en un curso intensivo de aprendizaje. Tambi¨¦n Pecco Bagnaia, segundo, el mejor de los perseguidores. Y Joan Mir, cuarto, un piloto m¨¢s de domingos que de s¨¢bados, que crece en esta segunda mitad del Mundial. Incluso Marc M¨¢rquez, quien, a pesar de haber corrido infiltrado y de que una ca¨ªda le ech¨® el traste todo el trabajo del d¨ªa, contin¨²a arriba, competitivo.
La carrera fue tan loca que otro de los grandes vencedores ocup¨® la s¨¦ptima posici¨®n. Me refiero, obviamente, a Fabio Quartararo, que sale reforzado de Austria debido a la ca¨ªda de Johann Zarco, a pesar de no haberse acercado a los puestos de honor. El franc¨¦s entr¨® al circuito con 40 puntos de ventaja sobre su compatriota y sali¨® con 47 sobre Bagnaia y Mir. Hay una evidente diferencia entre sus perseguidores y ¨¦l: mientras que Quartararo acumula cuatro victorias, ninguno de los tres siguientes clasificados ha subido a¨²n al pelda?o m¨¢s alto. Pero eso tampoco ser¨ªa nada sin su regularidad. De hecho, el a?o pasado logr¨® tres triunfos, pero luego no supo pelear el t¨ªtulo. Ha aprendido mucho desde entonces, sobre todo a sufrir. Y a saber valorar que incluso un s¨¦ptimo puesto puede valer oro.