Ya se lo dijo Coloma: ¡°T¨² puedes¡±
El ciclismo es un cl¨¢sico en el medallero espa?ol de los Juegos, un deporte que, en sus diversas variantes, s¨®lo se ha bajado del podio una vez, en Londres 2012, desde que Jos¨¦ Manuel Moreno abriera el grifo en Barcelona 1992 de una recolecta que hoy alcanza las 16 medallas, repartidas en tres especialidades: tres en ruta, nueve en pista y cuatro en bicicleta de monta?a. De hecho, la RFEC es la segunda federaci¨®n espa?ola con m¨¢s medallas en la historia, detr¨¢s de la de Vela (19) y empatada con la de Pirag¨¹ismo.
La ¨²ltima lleg¨® este lunes de forma inesperada en la prueba de cross country de mountain bike a cargo de David Valero, exactamente igual que hab¨ªa llegado la pen¨²ltima en la jornada final de R¨ªo 2016 mediante Carlos Coloma. A ambos les une mucho m¨¢s que su condici¨®n de medallistas ol¨ªmpicos y de bikers. Son grandes amigos. Coloma, de hecho, es una especie de padrino espiritual de este bronce de Tokio 2020, igual que lo ser¨ªa este martes si su principal disc¨ªpula, Roc¨ªo del Alba, alias Dinamita, lograra emular ambas gestas. Tiene posibilidades. El riojano es el patr¨®n y uno de los entrenadores del equipo BH Templo Caf¨¦s, donde militan tanto David como Roc¨ªo, y donde tambi¨¦n militaba ¨¦l hasta que hace unos meses anunci¨® su retirada de la competici¨®n para centrarse en el cuidado de sus muchachos. A los dos les ha convencido, en una concentraci¨®n previa en Altea, de que pod¨ªan hacerlo. ¡°Si yo logr¨¦ la medalla, vosotros tambi¨¦n pod¨¦is¡±, les ha repetido con insistencia, incluso con v¨ªdeos motivadores como el ¡°ganar, ganar y volver a ganar¡± de Luis Aragon¨¦s. El m¨¦todo Coloma funciona. Sirvi¨® para ¨¦l y, de momento, le sirve tambi¨¦n a sus pupilos.
Una medalla sabe mejor cuando llega por sorpresa, cuando no est¨¢ en las quinielas. Y mucho m¨¢s si viene acompa?ada de una actuaci¨®n ¨¦pica. Mientras muchos espectadores y oyentes, en televisiones y en radios espa?olas, estaban pendientes de la final de Ander Elosegi en canoa eslalon C1, con el meritorio resultado, aunque tambi¨¦n amargo, de su cuarto diploma ol¨ªmpico consecutivo, Valero se esmeraba en una remontada heroica desde el puesto 35 hasta la medalla, en pulso decisivo, ni m¨¢s ni menos, que con el m¨ªtico Nino Schurter, oro, plata y bronce ol¨ªmpicos, a quien bati¨® por primera vez en su vida en el mejor de los escenarios: los Juegos de Tokio. Ya se lo hab¨ªa dicho Coloma: ¡°T¨² puedes¡±.