Higgins aparece a tiempo
Cory Higgins est¨¢ acostumbrado a ser el mejor con frecuencia. Desde el retrovisor se divisa, por ejemplo, su MVP en la final de la ¨²ltima Copa del Rey con una actuaci¨®n sublime ante el Madrid. El californiano es muchas veces el m¨¢s valioso, s¨ª, pero este viernes no lo fue. Hubo otros que tiraron del equipo en este retorno del Bar?a a una Final Four siete a?os despu¨¦s. Sobre todo, Nick Calathes, que tuvo que abandonar el partido por lesi¨®n en el momento caliente, con 17 puntos y 27 de valoraci¨®n en su casillero, despu¨¦s de liderar a los suyos cuando el Mil¨¢n despeg¨® en el tercer cuarto. Y tambi¨¦n Nikola Mirotic, que esta vez s¨ª fue grande en un partido grande, con 21 puntos y 28 de valoraci¨®n. Para eso se le fich¨®. Incluso Pau Gasol tuvo minutos brillantes en la primera parte. Pero a la hora de la verdad, cuando la pelota quemaba, cuando una acci¨®n inspirada o err¨®nea te met¨ªa o te sacaba de la lucha por la Euroliga, entonces apareci¨® el Higgins de las grandes ocasiones. A 53 segundos del final tapon¨® un tiro de Delaney con 82-82. Y en la ¨²ltima jugada corri¨® toda la pista y meti¨® la canasta decisiva a falta de ocho d¨¦cimas: 84-82.
El Barcelona luchar¨¢ el domingo por su tercera corona europea, once a?os despu¨¦s de la anterior. Este grupo gal¨¢ctico se construy¨® para esto. Queda un ¨²ltimo esfuerzo, el salto m¨¢s dif¨ªcil. Enfrente tendr¨¢ al Efes de Estambul, para muchos el equipo m¨¢s fuerte de esta Euroliga, liderado por el MVP de la competici¨®n, Vasilije Micic, que este viernes jug¨® pr¨¢cticamente todo, 35 minutos hasta que fue eliminado, y acab¨® con 25 puntos. Tiene hambre. Los turcos se dieron un paseo inicial ante el CSKA de Mosc¨², al que distanciaron por 21, pero se enredaron en el ¨²ltimo cuarto y estuvieron a punto de sucumbir, como ya les ocurri¨® dos veces en playoffs ante el Real Madrid. La Zona Cesarini se le atraganta. Un defecto de este torbellino ofensivo. Ser¨¢ un partido grande entre los dos mejores del presente curso. Los dos merecen la copa. Pero s¨®lo hay una.