Anadolu Efes, Armani Mil¨¢n, Barcelona o CSKA Mosc¨². Uno de estos cuatro equipos ser¨¢ entronizado este fin de semana como nuevo rey de la Euroliga. Lo har¨¢ a orillas del Rin, en Colonia, Alemania, y m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de la ¨²ltima Final Four, que se disput¨® en Vitoria y que dio al CSKA la octava Copa de Europa de su historia. El motivo, de sobra conocido: la enfermedad del coronavirus que par¨® el mundo en marzo de 2020. Una pandemia que a¨²n sobrevuela, que no se ha marchado y que dejar¨¢ las gradas del Lanxess Arena, con una capacidad de cerca de 20.000 espectadores, vac¨ªas para la gran fiesta del baloncesto europeo.

Un escenario distinto que llega tras la fase regular m¨¢s competida de siempre. La quinta Euroliga con el formato de todos contra todos y la segunda con 18 equipos tuvo su clasificaci¨®n m¨¢s ajustada, con una diferencia de tan solo cuatro victorias entre el Bar?a, l¨ªder con 24, y el Khimki, octavo con 20, las mismas que el Madrid (6?) y el Fenerbah?e (7?). Casi nada. Y el playoff no le anduvo a la zaga en emoci¨®n, con tres de las cuatro eliminatorias resueltas en el quinto y ¨²ltimo partido por primera vez en la historia y hasta cuatro remontadas de 13 puntos o m¨¢s que acabaron en victoria.

Con esos prometedores precedentes, llega Colonia. Con 13 Copas de Europa y 40 participaciones en Final Four para los equipos en liza y la Liga Endesa, una vez m¨¢s, presente con el Barcelona de Sarunas Jasikevicius. Ya son 16 campa?as seguidas con al menos un club de la ACB entre los elegidos. Ning¨²n otro pa¨ªs ha tenido tantos representantes como Espa?a en este siglo XXI: cuatro. En total son 21 presencias entre azulgranas (ocho), Real Madrid (siete), TD Systems Baskonia (cinco) y Unicaja (una). Cuatro m¨¢s que Rusia y nueve por delante que Grecia.

Y cuatro cetros europeos en ese tramo, dos por barba, para Bar?a y Real, los mismos que un CSKA que ha hecho de la Final Four su destino natural: suma 17 participaciones, 9 consecutivas, de 18 posibles desde 2002. El ogro ruso, ya sin Mike James (se ha ido a Brooklyn Nets), aspira a igualar en el palmar¨¦s al Madrid (10) y a igualar lo que casi es un imposible con este formato, repetir t¨ªtulo; un hito que en las 35 Final Four anteriores solo han alcanzado tres equipos: la Jugoplastika de Kukoc, que encaden¨® tres (1989, 90 y 91); el Maccabi de Jasikevicius, Parker y Vujcic (2004 y 05); y el Olympiacos de Spanoulis (2012 y 13).

Para conseguirlo, los de Dimitris Itoudis primero tendr¨¢ que superar en semifinales al nuevo gigante de Europa, el Anadolu Efes, en la reedici¨®n de la final del Buesa Arena. Su segunda presencia seguida en la Final Four, la cuarta de siempre, llega tras el susto que le dio el Real Madrid en cuartos de final. Un toque de atenci¨®n para el superequipo de Ergin Ataman, que presente el mejor backcourt del Viejo Continente con Shane Larkin, un torbellino capaz de romper un partido en un pu?ado de jugadas, y Vasilije Micic, probablemente el mejor y m¨¢s completo generador de juego que hay ahora mismo en Europa.

Pero los turcos no fueron los ¨²nicos que recibieron un aviso en unos cuartos de final hist¨¦ricos. El Mil¨¢n y el Bar?a caminaron por el filo del precipicio ante el Bayern y el Zenit, respectivamente, antes de cazar un billete para la lucha por el t¨ªtulo que se les ha resistido. A los azulgrana, siete a?os, desde Mil¨¢n, y a los italianos¡­ 29: Estambul 1992. Mucho ha cambiado para ambos.

El Bar?a se ha remozado y vuelto a remozar hasta definir una plantilla de muchos quilates que solo tiene una misi¨®n: acabar con una sequ¨ªa que supera la decena de a?os (Par¨ªs, 2010). Todo se ha construido para ello, para ganar un t¨ªtulo que permitir¨ªa a Pau Gasol mirar de t¨² a t¨² a Toni Kukov como los ¨²nicos en conquistar NBA, Euroliga, Mundial y Eurobasket. Un transatl¨¢ntico que medir¨¢ en semifinales el resurgir del baloncesto italiano y del Mil¨¢n, que tras una crisis deportiva colosal, modific¨® los pilares de la instituci¨®n con la llegada en 2008 del empresario de la moda Giorgio Armani. Despu¨¦s de a?os de caminar ciego por un laberinto, el Mil¨¢n ve la posibilidad real de alcanzar la luz tras crear una plantilla colosal para el segundo proyecto de Ettore Messina y de Sergio Rodr¨ªguez. El base canario aspira a su tercera Euroliga con su tercer equipo diferente tras las logradas con el Madrid y el CSKA. Mucho en juego en Alemania. Colonia espera al nuevo rey de Europa.

Es uno de los ¨²ltimos retos de una carrera formidable, de leyenda: si el Bar?a se lleva la Final Four de Colonia, Pau Gasol se convertir¨¢, junto a Toni Kukoc, en el ¨²nico jugador en ganar Euroliga, NBA, Eurobasket y Mundial.

Cualquier discusi¨®n sobre qui¨¦n ha sido el mejor jugador de la historia del baloncesto europeo contar¨¢ con una larga lista de candidatos. Algunos apostar¨¢n por Arvydas Sabonis, otros por Dirk Nowitzki y seguro habr¨¢ quien apoye a Drazen Petrovic. Pero en todas las quinielas, absolutamente en todas, habr¨¢ seguro dos nombres: el de Pau Gasol y el de Toni Kukoc. Dos de los jugadores m¨¢s importantes del baloncesto europeo de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, y quienes m¨¢s trofeos atesoran. Ambos han sido campeones de la NBA (Gasol en dos ocasiones y Kukoc en tres) y se han alzado con un Mundial y un Eurobasket. Solo la Euroliga, que Kukoc gan¨® tres veces de forma consecutiva con la Jugoplastika a finales de los 80, les separa. Una diferencia que Pau puede borrar este fin de semana.

No escondi¨® Pau a su llegada a Barcelona que la Euroliga era el gran objetivo, tanto personal como colectivo. Es evidente que en el horizonte est¨¢n unos Juegos de Tokio que pueden ser un colof¨®n maravilloso a la carrera del de Sant Boi, pero antes quiere ganar el ¨²nico t¨ªtulo de clubes que le falta. Para ello vino a Barcelona y por ello el Barcelona quiso contar con ¨¦l. Su experiencia y bagaje competitivo en partidos definitivos es sin lugar a dudas una de las cualidades de Pau. Y Jasikevicius, que le conoce perfectamente, lo sabe.

Durante todos estos meses en los que Pau ha vestido la camiseta del Bar?a, desde el club, en consonancia con el jugador, se ha marcado un plan de entrenamiento que le ha de llevar a estar a un buen nivel este fin de semana en Colonia. Tras dos a?os sin competir, Pau requer¨ªa de un proceso de adaptaci¨®n, tanto al ritmo competitivo como al equipo. Un proceso que arranc¨® con actuaciones discretas, sobre todo en Europa, pero que ha ido mejorando a medida que pasaban las semanas. Se le ha visto mucho m¨¢s c¨®modo en la competici¨®n dom¨¦stica que en Europa, pero en el quinto partido de la serie de cuartos ante el Zenit de San Petersburgo dio buena muestra de lo que todav¨ªa puede aportar. En una serie muy apretada en la que el Bar?a tuvo muchos problemas para deshacerse del equipo ruso, Gasol acab¨® siendo determinante.

Y es que si Pau Gasol no ha ganado la Euroliga es, simplemente, porque se march¨® a la NBA muy joven. Nadie duda que su potencial en Europa hubiese llevado al Bar?a tarde o temprano a alzarse con el t¨ªtulo, pero tan solo le dio tiempo a ganar una Liga y una Copa en la temporada que jug¨® de forma ¨ªntegra con el primer equipo. Con 21 a?os, hizo las maletas hacia Memphis como n¨²mero tres del Draft. Fue, en su momento, el jugador elegido en la posici¨®n m¨¢s alta no formado en Estados Unidos. Kukoc, que lleg¨® con 25 a?os a Chicago, fue drafteado en la posici¨®n 29.

La dilatada carrera tanto de Kukoc como de Pau les llev¨® a enfrentarse en la NBA, entre 2002 y 2006, en once ocasiones. El catal¨¢n visti¨® siempre la camiseta de los Grizzlies, mientras que Kukoc jug¨® dos partidos con los Atlanta Hawks y el resto con los Bucks. Unos enfrentamientos especiales para Pau, quien siempre tuvo al croata como un referente: ¡°Cuando era un adolescente crec¨ª fij¨¢ndome en Kukoc. Era un referente en Yugoslavia y en la Benetton. Ve¨ªa que jugaba de la forma que yo quer¨ªa para m¨ª. Era en qui¨¦n me fijaba. Me gustaba lo que era capaz de hacer, sus habilidades...¡± coment¨® Pau en 2015. Una admiraci¨®n compartida por el de Split, que unos a?os antes alab¨® a Gasol: ¡°Es un jugador muy bueno, pero ahora con mucha m¨¢s experiencia despu¨¦s de ganar campeonatos y participar en los All Stars. Es uno de los mejores jugadores de Europa que ha jugado en la NBA¡±.

Y los n¨²meros as¨ª lo corroboran. Gasol le super¨® en pr¨¢cticamente todas las estad¨ªsticas, jug¨® m¨¢s temporadas en la NBA y fue seis veces all star, algo que no consigui¨® Kukoc. Ambos formaron parte de dos equipos legendarios, dos que eran mucho m¨¢s que los Bulls de Michael Jordan o los Lakers de Kobe Bryant, y en los que participaron decididamente de su ¨¦xito. Probablemente sea imposible determinar quien fue mejor, cada uno puede tener sus preferencias, pero Gasol tiene en su mano una ¨²ltima oportunidad para igualarle en lo m¨¢s alto del olimpo del baloncesto europeo.

La historia de la m¨¢xima competici¨®n continental est¨¢ repleta de jugadores que dejaron una huella imborrable, gente como Dino Meneghin y Clifford Luyk, por ejemplo, que levantaron m¨¢s t¨ªtulos que nadie, siete y seis, respectivamente. El carism¨¢tico p¨ªvot italiano lo hizo con dos clubes, el Varese y el Olimpia Mil¨¢n, y el espa?ol apil¨® todos sus ¨¦xitos en el Real Madrid. Les siguen con cinco trofeos Aldo Ossola (Varese) y Fragiskos Alvertis (Panathinaikos) y con cuatro aparecen varias leyendas blancas: Wayne Brabender, Emiliano, Lolo Sainz, Sevillano y Crist¨®bal Rodr¨ªguez.

Y tambi¨¦n el ahora entrenador del Bar?a, Sarunas Jasikevicius, aunque su caso es excepcional porque celebr¨® sus cuatro ¨¦xitos como jugador con tres equipos diferentes: el Bar?a en 2003, el Maccabi en 2004 y 2005 y el Panathinaikos en 2009. El lituano pelea ahora por aparecer en otra limitad¨ªsima lista de elegidos, la de los que alzaron el trofeo como jugador y luego como entrenador. Son apenas tres: el armenio Armenak Alachachian, campe¨®n dos veces vestido de corto y una como t¨¦cnico en la d¨¦cada de los 60, todas con el CSKA; el espa?ol Lolo Sainz, cuatro como jugador en los 60 y dos como entrenador en los 70, las seis con el Madrid, aunque la roz¨® tambi¨¦n en el banquillo del Joventut en 1992; y el serbio Svetislav Pesic, campe¨®n en 1979 con el Bosna Sarajevo y en 2003 al mando del Barcelona.

Un r¨¦cord, el de Jasikevicius y sus t¨ªtulos con tres clubes diferentes, que pueden igualar en la Final Four de Colonia otros dos jugadores a la vez, ya que comparten equipo en el Armani Mil¨¢n: Sergio Rodr¨ªguez y Kyle Hines, ambos nacidos en 1986. El Chacho, que cumplir¨¢ 35 a?os el 12 de junio, logr¨® la novena del Madrid en 2015, uno a?o despu¨¦s de ser elegido MVP de la Euroliga, y luego triunf¨® con el CSKA en 2019 junto a Hines. Ahora, persigue la tercera con tres equipos diferentes. De hecho, es el ¨²nico jugador nacido en Espa?a que se ha coronado con una escuadra extranjera. A su lado, Hines, un p¨ªvot que sin zapatillas no supera el 1,95; pero que encadena nueve Final Four, solo por detr¨¢s de las 12 de Victor Khryapa. Y uno de los diez integrantes del equipo de la d¨¦cada 2010-19 en la Euroliga tras ser elegido dos veces mejor defensor del curso (2016 y 18) y agrupar cuatro trofeos, dos con el Olympiacos (2012 y 13) y otros dos con el CSKA (2016 y 19).

Chacho y Hines, adem¨¢s de Datome, han sido la apuesta de Messina y su Armani por la experiencia competitiva, la de jugadores que han demostrado que saben c¨®mo ganar y que han devuelto al Olimpia a la Final Four 29 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima presencia en 1992. Ahora pretenden un t¨ªtulo que se le resiste al club desde 1988, en tiempos de Meneghin. Hines es, con 38 partidos, el que m¨¢s encuentros ha jugado de su equipo en la Euroliga este curso tras promediar 24:23 minutos en pista y 7,9 puntos, 4,4 rebotes, 1,9 asistencias y 9,9 de valoraci¨®n. Mientras que el Chacho ha disputado 35 duelos con medias de 20 minutos, 9,6 tantos y 4,5 pases de canastas para 10,8 de valoraci¨®n. Dos veteranos que hacen mejores a sus compa?eros.

Ettore Messina y Sarunas Jasikevicius. Dos entrenadores campeones de Europa frente a frente. Suman ocho cetros del Viejo Continente, cuatro por cabeza. El italiano, 61 a?os, siempre en el banquillo y con dos equipos diferentes (un par en la Virtus y otro con el CSKA), mientras que el lituano, 45 a?os, siempre sobre la pista y con tres equipos diferentes, algo casi imposible: uno en Barcelona, otro en Atenas con el Panathinaikos y dos en Tel Aviv como jugador del Maccabi.

Un palmar¨¦s enorme de dos t¨¦cnicos de generaciones diferentes que han llegado a Colonia por caminos distintos, aunque ambos con aura de salvadores, como hijos pr¨®digos. Messina, tras regresar a Italia desde una NBA donde pas¨® cinco a?os como entrenador asistente de Gregg Popovich en San Antonio Spurs. Su misi¨®n era recuperar la versi¨®n de ¨¦lite olvidada en Mil¨¢n, que sumaba 29 a?os sin alcanzar la Final Four. Con ¨¦l, a la segunda (la primera, inconclusa por la COVID), se ha llegado con 21 triunfos en 34 partidos en fase regular y un sufrido triunfo (3-2) en cuartos de final contra el Bayern.

Jasikevicius y su estilo vehemente en la banda retornaron a Barcelona este verano siete a?os despu¨¦s de su ¨²ltima etapa en el club. Y lo hizo tras tres intentos fallidos de sacar al lituano de su Zalgiris Kaunas natal, donde se forj¨® la imagen de entrenador especial y m¨¢gico: clasific¨® a los b¨¢lticos para la Final Four de Belgrado en su segunda temporada completa en el banquillo y tras 19 a?os de eterna ausencia. Ahora, quiere repetir en el Bar?a ¨¦xitos pasados y el primero ya lo tiene con la vuelta al pen¨²ltimo escal¨®n por el t¨ªtulo siete a?os despu¨¦s de su ¨²ltima presencia entre los cuatro mejores de Europa.

Si en una semifinal un cl¨¢sico de los banquillos europeos se mide a uno de los referentes de la nueva hornada de entrenadores, la otra ser¨¢ una lucha entre disciplina y pasi¨®n. Dimitris Itoudis y Ergin Ataman medir¨¢n fuerzas en la semifinal que abrir¨¢ la Final Four. El primero, con el CSKA Mosc¨²: su casa desde 2014 y en la que estar¨¢ hasta 2023. Toda una vida que le ha permitido forjar un equipo campe¨®n, uno de los grandes dominadores de la escena continental con dos Euroligas y favorito cada vez que se abre el tel¨®n. Pero no est¨¢ todo en el ¨¦xito, tambi¨¦n en la filosof¨ªa: intensidad al l¨ªmite en su propio aro, creatividad en el ajeno y trabajo y sacrificio innegociables por el bien del colectivo. Un dogma grabado a fuego tras pasar 13 a?os bajo el ala del gran se?or de la Euroliga, Zeljko Obradovic.

Enfrente, puro fuego. A Ataman lo amas o lo odias. Y normalmente eliges una opci¨®n o la contraria dependiendo de si es tu entrenador o no. Con el turco no hay t¨¦rmino medio. Agresivo y emocional, sus ruedas de prensa llegan a ser todo un espect¨¢culo si decide ponerse juguet¨®n: de preguntar a un periodista sin tiene alg¨²n problema mental a criticar un arbitraje en el Palau (¡°no habr¨ªan ganado ni los Warriors¡±).

Una instituci¨®n en Turqu¨ªa, ve ahora como su gran sue?o se acerca: la Euroliga. Y con un Anadolu Efes al que cogi¨® como ¨²ltimo en la clasificaci¨®n en 2018 y ha hecho crecer constantemente hasta alcanzar un balance de 66-26 y ya dos Final Four. Que ser¨ªan tres si la pandemia no hubiera detenido la competici¨®n en seco en marzo de 2020. El pasado a?o, el Efes de Ataman era el gran favorito. ?Ahora? Habr¨¢ que preguntar al CSKA de Itoudis qu¨¦ opina.

Olimpia Mil¨¢n, donde el dorsal ¡®4¡¯ est¨¢ maldito

El Armani Mil¨¢n fich¨® en 2019 a Luis Scola y, tras m¨¢s de dos d¨¦cadas batallando con el dorsal ¡®4¡¯, eligi¨® el ¡®40¡¯. ?Otro compa?ero luc¨ªa el ¡®4¡¯? No. ?Quer¨ªa apostar por un n¨²mero distinto? Tampoco. La explicaci¨®n era otra, no pod¨ªa llevar el ¡®4¡¯ porque en el club milan¨¦s el 4 est¨¢ maldito desde el 4 de abril de 1944, hace ahora 77 a?os.

Cuenta la leyenda que el fundador del Olimpia, tambi¨¦n presidente y hombre de negocios, Adolfo Bogoncelli, fue diagnosticado de poliomielitis, una enfermedad viral contagiosa que puede afectar a la m¨¦dula y causar par¨¢lisis, el 4 de abril de 1944, es decir, el 4-4-44. Desde aquella fecha, Bogoncelli consider¨® el 4 como un n¨²mero prohibido por fat¨ªdico (incluyan tambi¨¦n el 44, aunque no otros como el 14, el 24, el 34 o el 40 que escogi¨® Scola).

No siempre se pudo cumplir el deseo del hist¨®rico presidente, porque durante muchos a?os la FIBA solo permit¨ªa una numeraci¨®n comprendida entre el 4 y el 15. As¨ª que hubo jugadores que lo vistieron, incluso con ¨¦xito, y el propio club lombardo apunta ah¨ª el nombre de Sasha Djordjevic. Pero ahora que tanto la FIBA como la Euroliga no limitan los dorsales de dos d¨ªgitos solo hasta el 15 o el 20, no hay raz¨®n para no respetar la tradici¨®n del Olimpia Milano y seguir considerando el 4 como un n¨²mero nada recomendable. Nadie desde que se cre¨® la Euroliga en 2000 lo ha llevado en la competici¨®n. Y quiz¨¢ tampoco nadie, y nos referimos aqu¨ª al resto de equipos, lo luzca sobre el parqu¨¦ de Lanxess Arena de Colonia. En el Bar?a, ning¨²n jugador lo luce y, en la otra semifinal, el ¡®4¡¯ del Efes es Dogus Balbay, que solo actu¨® un total de 8 minutos en el playoff de cuartos ante el Madrid, y el del CSKA, el joven Alexander Khomenko, que acumula 85 minutos este curso, aunque quedo in¨¦dito en el playoff.

CSKA, el club de los casi 500 campeones ol¨ªmpicos

El PBC CSKA es un acr¨®nimo que significa Club de Baloncesto Profesional del Club Deportivo Central del Ej¨¦rcito, de ah¨ª que se le conozca como el equipo del Ej¨¦rcito Rojo. Ahora se encuentra en manos privadas porque su due?o, y tambi¨¦n principal patrocinador, es la compa?¨ªa metal¨²rgica y minera Nornickel, del norte de Rusia, que adem¨¢s de refinar nickel y paladio, procesa oro, plata, selenio¡­ La secci¨®n de baloncesto del CSKA es una de las m¨¢s reconocidas de Europa (ocho Euroligas, solo por detr¨¢s de las diez del Madrid) y un descendiente del ¡®Gran CSKA¡¯, el club que compiti¨® en m¨¢s de diez deportes de equipo, tambi¨¦n en categor¨ªa femenina, y que incluy¨® en sus filas a gimnastas y patinadores. Una sociedad deportiva que recibi¨® la Orden de Lenin en 1973 y que ha dado cobijo a casi 500 campeones ol¨ªmpicos bajo la bandera de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de Rusia. Y a m¨¢s de 2.500 medallistas de oro entre campeonatos de Europa y Mundiales.

El club se cre¨® en 1911, aun bajo el Imperio Ruso de los zares, unos cimientos que se pusieron sobre la base de una sociedad de esqu¨ª fundada diez a?os antes, en 1901, aunque el baloncesto no llegar¨ªa hasta finales de 1923, cuando se cre¨® el equipo bajo un departamento del servicio de educaci¨®n militar general de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, ya tras la revoluci¨®n de 1917. Para el primer gran ¨¦xito habr¨ªa que esperar m¨¢s de 20 a?os, hasta 1945, cuando logr¨® el t¨ªtulo de la URSS con el nombre CDKA (Casa Central del Ej¨¦rcito Rojo). Su nombre fue cambiando, pero la esencia era la misma: CDSA (Casa Central del Ej¨¦rcito Sovi¨¦tico) y CSK MO (Club Deportivo Central del Ministerio de Defensa). Y desde 1960 ya bajo el nombre de CSKA.

Efes, de segunda a la Copa de Europa en un a?o

El Anadolu Efes es un equipo acostumbrado a apariciones fulgurantes, lo vimos en 2019, cuando pas¨® de ser colista de la Euroliga un a?o antes a cargarse en semifinales al Fenerbah?e de Obradovic. Aquello nos record¨® a su origen, a sus vertiginosos primeros a?os de vida. El club hab¨ªa visto la luz en 1976 tras ocupar la plaza de un equipo con dificultades econ¨®micas en la segunda divisi¨®n turca. Ya en su segunda temporada de existencia, la 77-78, ascendi¨® de categor¨ªa como primer clasificado y, en su tercer curso, el del debut en primera divisi¨®n, gan¨® la Liga de 1979 y se clasific¨® para la Copa de Europa. En algo menos de medio siglo ha sumado 14 campeonatos turcos, cinco m¨¢s que el segundo en el palmar¨¦s, el Fenerbah?e.

Desde su inicio, el club llev¨® el nombre de Efes Pilsen, la famosa cerveza perteneciente a Anadolu Efes, cuya matriz es el Grupo Anadolu, pero en 2011 tuvo que cambiar de nombre debido a que en Turqu¨ªa, como hab¨ªa sucedido a?os antes en los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, se prohibi¨® las publicidades de tabaco y alcohol en el deporte. El equipo pas¨® a llamarse Anadolu Efes, compa?¨ªa que tambi¨¦n comercializa cervezas sin alcohol y refrescos en Turqu¨ªa, Rusia, Europa del Este, Asia Central y Oriente Medio.

El Grupo Anadolu se hab¨ªa creado en la d¨¦cada de 1950 y la cervecera en 1969 con el nombre de Efes, que en turco significa Efeso, la antigua ciudad j¨®nica a orillas del mar Egeo y pr¨®xima a la f¨¢brica de la compa?¨ªa en Esmirna. El respaldo empresarial ha mantenido al club en la ¨¦lite europea, pese a algunos altibajos. En los noventa despeg¨® con cinco Ligas turcas en seis a?os y, en 1996, gan¨® la Copa Korac tras derrotar en la final al Olimpia Mil¨¢n por 146-145 en el global de los dos partidos. Era el primer t¨ªtulo europeo de un club turco y la hinchada a¨²n recuerda a Petar Naumoski, Ufuk Sarica, Conrad McRae y un joven Mirsad Turkcan. Ahora, en la Final Four de Colonia, aspira a dar el salto definitivo, de ser colista a ganar el t¨ªtulo en tres a?os con una pandemia de por medio. A ver.

Bar?a, a la novena: el que la sigue la consigue

Pocos clubes han sufrido tanto para ganar la Euroliga como el Bar?a, paradigma del camino a seguir para conquistar el gran trofeo continental. Y es que nadie ha sido m¨¢s fiel a la m¨¢xima de ¡°volver siempre para seguir intent¨¢ndolo¡±, porque nadie lo intent¨® m¨¢s que el Bar?a. Esa es la realidad. Pero el deporte, a veces, no solo depende de uno mismo y los azulgrana tuvieron la mala fortuna de coincidir en uno de sus mejores momentos, cuando los Soloz¨¢bal, Epi y Norris luc¨ªan en plenitud en un bloque muy bien estructurado, con el que quiz¨¢ sea el rival m¨¢s temible de la historia del baloncesto europeo, la Jugoplastika de Kukoc y Radja.

Desde el debut cul¨¦ en la Copa de Europa en la temporada 81-82, en la que acab¨® cuarto (entonces solo participaba el campe¨®n de Liga y se disputaba una liguilla de seis equipos en la que los dos primeros jugaban la final), hasta el primero de sus dos t¨ªtulos en 2003 con Jasikevicius, Navarro, Bodiroga, Fucka y Due?as, padeci¨® hasta ocho eliminaciones en semifinales o en la final, la mayor¨ªa con A¨ªto de entrenador. Siete en la Final Four y una, antes de que se apostara por ese formato, en 1984, en una final cl¨¢sica. El verdugo de ese primer sinsabor, el Banco di Roma de Larry ¡®Lib¨¦lula¡¯ Wrigth y Clarence Kea.

Tras la primera decepci¨®n, llegaron tres m¨¢s seguidas ante los croatas de la Jugoplastika entre 1989 y 91. Y en cascada se sucedieron la derrota frente al Joventut, a la postre campe¨®n, en semifinales de 1994; el tap¨®n ilegal de Vrankovic a Montero en 1996; la exhibici¨®n de David Rivers frente a Djordejvic en 1997; el muro de Nate Huffman y su Maccabi en la semifinal de 2000¡­ Hasta nueve reveses, cada uno m¨¢s duro que el anterior, antes de tocar la gloria en casa, en un enardecido Palau Sant Jordi, el 11 de mayo de 2003. La espera hab¨ªa merecido la pena y, tras a?adir otras dos Final Four disputadas sin ¨¦xito, pronto, en 2010, llegar¨ªa la segunda conquista, de nuevo con otro equipo de ensue?o: Ricky Rubio, Navarro, Mickeal, Lorbek, Morris, V¨¢zquez, Ndong¡­

 Daniel Hackett - Vasilije Micic

Hackett ya es santo y se?a del CSKA, club al que lleg¨® en el verano de 2018. Esta ha sido su mejor curso en el equipo del Ej¨¦rcito Rojo (9,2 puntos y 2,3 asistencias para 10,6 de valoraci¨®n y de los mejores en el playoff frente al Fenerbah?e), con el que conquist¨® la Euroliga hace dos a?os. Pero en la Final Four de Colonia le toca el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, porque si hay un base que ha marcado el juego esta campa?a ¨¦se es Vasilije Micic. Codiciado por muchos, deseado por todos, el serbio dar¨¢ el salto a la NBA este verano y pretende hacerlo con la que ser¨ªa su primera Euroliga. Un generador de juego, que sabe marcar el tempo del partido, que tambi¨¦n presume de mu?eca y que no ha podido jugar un a?o mejor: ha batido su r¨¦cord en puntos (37), rebotes (8), asistencias (13), robos (5) y valoraci¨®n (44). Problemas, por lo tanto, para Hackett.

Iffe Lundberg - Shane Larkin

Hay pocos jugadores como Shane Larkin en Europa. La pasada temporada, la pandemia evit¨® que acabara como MVP un¨¢nime del curso europeo y aunque en esta campa?a ha sido algo m¨¢s terrenal, el de Ohio ha mejorado mucho en esta recta final de temporada. Peligros¨ªsimo. Desequilibrante en el uno contra uno y con una mu?eca prodigiosa, siempre est¨¢ muy atento a las l¨ªneas de pase. Un jugador complet¨ªsimo. En febrero de este a?o, el CSKA pesc¨® en el mercado a Iffe Lundberg por los recurrentes problemas con Mike James, un jugador talentoso pero que le estaba dando muchos quebraderos de cabeza al CSKA y a Itoudis y que finalmente se march¨® a EE UU. Lundberg lleg¨® al equipo ruso procedente del Zielona Gora polaco y est¨¢ sorprendiendo para bien. Promedia 10,9 puntos (con un 44,9% de acierto de tres) y fue el mejor en el pase del CSKA a la Final Four (22 puntos y 32 de valoraci¨®n en el tercer partido frente al Fenerbah?e).

Nikola Milutinov - Bryant Dunston

El p¨ªvot del CSKA fue uno de los fichajes m¨¢s sonados del verano (era uno de los objetivos del Bar?a para sustituir a Ante Tomic), pero se lesion¨® a finales de enero y el equipo ruso tuvo que reforzarse (lleg¨® Michael Eric). A pesar de que parec¨ªa que hab¨ªa dicho adi¨®s a la temporada por una lesi¨®n en el hombro, seg¨²n comentan en Rusia su recuperaci¨®n ha ido bien y podr¨ªa regresar en la Final Four. Milutinov estaba siendo el mejor reboteador del curso, 8,6 rechaces a los que ha a?adido 9,8 puntos para 19,7 de valoraci¨®n en su primera temporada en Mosc¨². Con el permiso de Tavares, uno de los mejores cincos de la competici¨®n. Con algunos cent¨ªmetros menos (2,03) se presenta Dunston, un p¨ªvot muy f¨ªsico sobre el que ha crecido el Efes estos a?os (es el segundo jugador con m¨¢s partidos en la historia del club). El americano vive una aut¨¦ntica pesadilla desde el tiro libre (60,2%), pero puede aportar mucho atr¨¢s.

Nick Calathes - Sergio Rodr¨ªguez

Sergio Rodr¨ªguez no suele salir de inicio en el Armani Mil¨¢n (Malcolm Delaney ha sido titular en 31 de los 33 partidos que ha disputado), pero con ¨¦l en pista, Messina ha encontrado muchas veces la clave para desatascar un partido. Dos de los mejores pasadores de la competici¨®n estar¨¢n frente a frente en la segunda semifinal de Colonia. A Calathes no le ha costado mucho adaptarse al Bar?a y ha conectado muy bien con los p¨ªvots azulgrana y qu¨¦ decir del Chacho, que esta temporada se la lio a sus ex del Madrid (37 de valoraci¨®n, su tope en la competici¨®n) y, posiblemente, sea m¨¢s peligroso en ataque que el base del Bar?a. Sergio, campe¨®n con el Real Madrid en 2015 y con el CSKA en 2019, aspira a su tercera Euroliga con tres equipos diferentes; Calathes tiene una con el Panathinaikos (2011).

Cory Higgins - Kevin Punter

Duelo de killers en el Bar?a-Armani. Higgins aterriz¨® en el verano de 2019 en la Ciudad Condal tras levantar la Euroliga con el CSKA en Vitoria, dando un recital en la final contra el Efes (20 puntos y 4/5 en triples). Para muchos, ¨¦l deber¨ªa haber sido el MVP de aquella Final Four. El ahijado de Michael Jordan ha sido el segundo m¨¢ximo anotador del Bar?a en Europa (s¨®lo por detr¨¢s de Nikola Mirotic) con 12,9 puntos de media y fue de los m¨¢s entonados en la eliminatoria contra el Zenit. Kevin Punter estaba brillando el pasado curso en el Estrella Roja y su salto a un equipo con m¨¢s presupuesto (y presi¨®n por volver a la Final Four) no ha hecho resentir sus n¨²meros. Este curso ha promediado 14,4 puntos, con casi un 40% de acierto desde la l¨ªnea de 6,75. Un gran tirador, un jugador al que no le puede la presi¨®n, pero que se ha sentido algo infravalorado. "Creo que mucha gente no me ha tenido en cuenta", se quejaba en una entrevista con Eurohoops.

Nikola Mirotic - Luigi Datome

Uno de de los fichajes m¨¢s sonados del pasado verano en Europa fue el regreso de Gigi Datome a Italia. El ala-p¨ªvot pon¨ªa punto final a su etapa en el Fenerbah?e turco, al que lleg¨® en 2015 procedente de la NBA y con el que conquist¨® la Euroliga en 2017. A sus 33 a?os, Datome se ha sentido c¨®modo saliendo desde el banquillo y ha demostrado que no se le ha olvidado tirar de tres (51,7% en triples). El equipo que m¨¢s le ha sufrido este a?o ha sido el Valencia Basket, que vio como el partido se le escapaba ante un Datome en estado de gracia (6/8 en lanzamientos de tres puntos). Mirotic ha mostrado dos caras en esta Euroliga: el m¨¢s valorado en la fase regular de la competici¨®n (22 cr¨¦ditos) tuvo un papel mucho m¨¢s discreto en los cuartos ante el Zenit (7,6). Eso s¨ª, Mirotic ha sido elegido (por primera vez en su carrera) dentro del cinco ideal de la Euroliga.