El retorno del rey M¨¢rquez: re¨ªr y llorar cuando ganar no es la meta
Ganar sin ganar. ?C¨®mo ha cambiado la mentalidad de Marc M¨¢rquez en nueve meses?
![PORTIMAO, PORTUGAL - APRIL 18: Marc Marquez of Spain and Repsol Honda Honda prepares to start on the grid during the MotoGP race during the MotoGP of Portugal - Race at Autodromo Internacional Do Algarve on April 18, 2021 in Portimao, Portugal. (Photo by Mirco Lazzari gp/Getty Images)](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/B4SP2PWDZVI63KYFYV2JVRPGQE.jpg?auth=a4c60c3d5710268219795101034ac68cc5917fdb7611c4b9b8dd298f78ac134f&width=360&height=203&smart=true)
El Gran Premio de Portugal tuvo un protagonista indiscutible. Marc M¨¢rquez regresaba tras su superar su lesi¨®n y con ¨¦l, ese plus de emoci¨®n inexplicable que todos anhel¨¢bamos. Digo inexplicable porque las tres primeras carreras de MotoGP han dejado claro que si de algo va sobrado el campeonato este a?o es de aspirantes a coronar el t¨ªtulo. Pero faltaba algo y visto que no era precisamente emoci¨®n, ser¨ªa m¨¢s exacto decir que faltaba alguien. Marc M¨¢rquez.
Nueve meses despu¨¦s de romperse el h¨²mero, el piloto catal¨¢n regresaba al asfalto con un objetivo muy distinto al de sus compa?eros. La victoria para Marc pasaba por l¨ªnea de meta pero no por el podio, el lugar donde m¨¢s feliz ha sido y nos ha hecho. Ganar no era ganar, ganar era terminar. Completar 25 vueltas cuando no hab¨ªa rodado m¨¢s de seis seguidas. Y Marc lo hizo: gan¨® aunque no gan¨®.
Porque el reto era otro muy diferente: el reto era mucho m¨¢s peligroso y arriesgado que llegar primero o entre los primeros. Cada carrera es una nueva oportunidad para conseguir ese desaf¨ªo. Sin embargo, una ca¨ªda, un desgaste acusado o un movimiento en falso, podr¨ªa haber dado al traste con otra victoria m¨¢s deseada a¨²n que la propia victoria.
Para volver al asfalto, Marc ha emprendido un aut¨¦ntico viaje. Un proceso de recuperaci¨®n f¨ªsica que encerraba otro m¨¢s profundo: una transformaci¨®n mental capaz de guiar su regreso y no hacerlo errar en el camino. Ayer fue la primera prueba. Pero vendr¨¢n m¨¢s.
Solo hace falta escuchar a Marc para darse cuenta de que ha trabajado su mentalidad y, bajo mi punto de vista, de una forma muy acertada. Su mayor aprendizaje fue ayer el faro que le permiti¨® mantener el rumbo tal y como ¨¦l mismo explic¨® a los medios en rueda de prensa: "Lo que he aprendido yo de esta lesi¨®n es sencillo: tenemos muchas carreras por delante y solo un cuerpo y a veces necesitas descansar. Reconozco que comet¨ª un error".
Si no hubiera aprendido la lecci¨®n quiz¨¢ ayer no hubiera terminado. Quiz¨¢ hubiera precipitado un regreso en Qatar 1 o Qatar 2 para el que se sent¨ªa (o quer¨ªa sentirse) preparado pero que sus m¨¦dicos hab¨ªan desaconsejado. Otro Marc, el de antes, hubiera deso¨ªdo sus indicaciones. Pero este Marc es otro: se escucha (y tambi¨¦n a los dem¨¢s).
La humildad y la capacidad de autocr¨ªtica es algo que siempre le han definido fuera del asfalto, no tanto cuando rueda en moto, donde Marc ha demostrado ser obcecado e ingobernable. Ese car¨¢cter ha elevado MotoGP a un nuevo nivel, pero tambi¨¦n ha condicionado y eternizado su regreso. Hasta hoy. Lo que ha dejado por el camino es suficiente como para asegurar que no volver¨¢ a pasar.
Porque no ha sido un viaje sencillo ni una meta ni mucho menos asegurada. Durante la recuperaci¨®n, Marc ha sentido el vac¨ªo de quien sabe que arriesga algo m¨¢s que tiempo. Cab¨ªa la posibilidad de no volver. Cab¨ªa la posibilidad de no recuperarse. Cab¨ªa la posibilidad de no subir m¨¢s a una moto. Cab¨ªa la posibilidad de no volver a sentir el calor del asfalto, los nervios en la parrilla de salida, la exaltaci¨®n en la l¨ªnea de meta. Y ayer todo eso estuvo ah¨ª. Terminar no solo fue suficiente: fue lo mejor que pod¨ªa pasarle a ¨¦l y pasarnos a todos. Marc ha vuelto. Quiz¨¢ a¨²n no ha vuelto a ganar, pero ya est¨¢ ah¨ª.
"Soy el primero que me exijo estar en lo m¨¢s alto, pero ahora debo ir dando pasitos. Ahora es mi pretemporada¡±, explicaba. Y as¨ª fue. Una pretemporada que ayer lo coloc¨® sexto en la salida y s¨¦ptimo en la meta. No fue esa posici¨®n lo que origin¨® los aplausos entre su equipo. Tampoco las l¨¢grimas que no logr¨® evitar cuando tuvo ocasi¨®n de analizar la carrera con Izaskun Ruiz, periodista de DAZN. ¡°Ha sido duro¡±, fueron sus palabras. Su eterna sonrisa contrastaba con unas l¨¢grimas que no consegu¨ªa detener y la imposibilidad de seguir con la entrevista. Re¨ªr y llorar. Nada m¨¢s y nada menos.
Otro Mundial para Marc es posible y del todo necesario. El tiempo y su implacable ambici¨®n lo pondr¨¢n de nuevo en su sitio, bien arriba de la clasificaci¨®n. Mientras tanto, la victoria, como avanzaba d¨ªas antes: ni le preocupa ni le obsesiona. ¡°Est¨¢ claro que te fijas, pero no es, de entrada, mi pelea. Hay otros objetivos para cumplir. Si se cumplen r¨¢pido, ya se pensar¨¢ en el objetivo grande que es el t¨ªtulo", matiz¨® en rueda de prensa.
Son m¨¢s que palabras. El piloto de Cervera se ha encargado de refrendar estas firmes intenciones con hechos. La carrera de ayer evidencia un cambio de mentalidad imprescindible para que su regreso culmine con un estado de forma ¨®ptimo. Un regreso que me sirve, precisamente, para recordar que un objetivo no se mide como un resultado. Los objetivos y resultados est¨¢n muy relacionados entre si y es f¨¢cil confundirlos. Por ello, en este art¨ªculo quiero sacarte de dudas y explicarte sus diferencias.
Marc debe, en definitiva, disfrutar y no sufrir para encontrar su mejor versi¨®n, una incluso que supere la de temporadas anteriores: "El primer objetivo es sentirme bien con la moto, por eso estoy aqu¨ª. Ahora es el momento de volver a disfrutar sobre la moto".