A los 41 a?os menos 22 d¨ªas
Miguel Indurain y Alejandro Valverde chocaban los pu?os en el podio, ese saludo tan propio de la pandemia, durante la ceremonia de premiaci¨®n. Valverde acababa de ganar por tercera vez la carrera que lleva el nombre del pentacampe¨®n del Tour, el Gran Premio Miguel Indurain. Nada de particular para un ciclista que suma 128 victorias en su dilatado palmar¨¦s, si no fuera por una edad tan at¨ªpica para triunfar en bicicleta. Las cr¨®nicas resaltan sus actuales 40 a?os, pero para ser m¨¢s justos habr¨ªa que decir que el murciano venci¨® con 41 a?os menos 22 d¨ªas, porque soplar¨¢ esas velas este mismo mes, el 25 de abril. Alejandro ha sido, todav¨ªa es, un ciclista excepcional, que luce en su brillante historial la Vuelta a Espa?a, el maillot arco¨ªris, la Lieja, la Flecha Valona, un podio en el Tour, San Sebasti¨¢n, el Dauphin¨¦, siete medallas mundialistas¡ Para una figura de este calibre debe ser una sensaci¨®n extra?a no ganar desde hace 582 d¨ªas, el tiempo que le separaba de la etapa de Mas de la Costa en la Vuelta, incluso si tienes la excusa de la edad. Estella ha sido una liberaci¨®n.
Valverde venci¨® de forma espectacular, con tres ataques que rompieron la carrera en los diez ¨²ltimos kil¨®metros, en un pulso contra el Astana que decant¨® en las rampas del 15% de Ibarra. En la reciente Volta a Catalunya ya se le vio fino. Y a la pr¨®xima Vuelta al Pa¨ªs Vasco llegar¨¢ de dulce. Alejandro ha decidido divertirse en su ¨²ltima temporada, con Tokio marcado con rotulador. Y d¨®nde mejor para resurgir que en Navarra, la tierra original de su equipo, ahora Movistar, y ante los ojos de Indu?rain, otro campe¨®n de su especie, historia de la misma escuadra, entonces Reynolds y Banesto. Es verdad que esta meta no es una grande del calendario. Los lobos de las cl¨¢sicas estar¨¢n este domingo en Flandes: Van der Poel, Van Aert, Alaphilippe¡ Pero ver triunfar de nuevo a Valverde siempre gusta.