Matador Sainz
Carlos Sainz forma parte de una brillante generaci¨®n bisagra, la de aquellos deportistas que continuaron la estela de una serie de pioneros surgidos por brote espont¨¢neo, de los Santana, Nieto, Ballesteros, Bahamontes, Orantes, Paquito, Oca?a, para conducir el palmar¨¦s hacia esa Edad de Oro del Deporte Espa?ol que explot¨® ya en el Siglo XXI, acompa?ada de la famosa frase: ¡°Soy espa?ol, ?a qu¨¦ quieres que te gane?¡±. El madrile?o, campe¨®n mundial de rallys en 1990 y 1992, fue coet¨¢neo de Delgado, Arantxa, Crivill¨¦, Bruguera, Olaz¨¢bal, Blanca, Cacho, Aspar, Conchita, Sito¡ Campeones que honraron la herencia de aquellos y que coincidieron, algunos de manera activa, con el protagonismo de una fecha m¨¢gica, del punto de inflexi¨®n, de ese trampol¨ªn fechado en 1992 con la eclosi¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona y el reinado de Miguel Indurain en el Tour de Francia. El caso de Carlos es un poco diferente, porque sigue en lo m¨¢s alto, part¨ªcipe de los ¨¦xitos durante m¨¢s de tres d¨¦cadas, en paralelo a gente m¨¢s joven, entre ellos su hijo, y no como comparsa, sino como el ganador que ha sido siempre.
Sus gestas noventeras le hicieron merecedor de un apodo, Matador, que este domingo fue inevitable rescatar en informativos, en titulares e incluso en el tuit de felicitaci¨®n del otro Carlos Sainz, el mismo que en este 2021 debutar¨¢ con Ferrari en la F¨®rmula 1. De casta le viene al galgo. El madrile?o demostr¨® que tiene intactas las cualidades que le elevan como uno de los grandes del automovilismo. Un pinchazo le hab¨ªa relegado el s¨¢bado al 28? puesto, condenado a ¡°tragar polvo¡± y a perder ¡°minutos¡±, como ¨¦l mismo augur¨®. Se equivoc¨®. Carlos tir¨® de clase, de pilotaje y de experiencia para rematar con una remontada espectacular, que le aup¨® l¨ªder. Ya lo dijo en la v¨ªspera: ¡°Motivaci¨®n no me falta, de lo contrario no estar¨ªa participando en el Dakar a mi edad. Tengo la misma ilusi¨®n con 58 a?os que con 18¡±. Palabra de Matador.