Kroos, en las ant¨ªpodas de Gil Manzano y Ra¨²l Garc¨ªa
Con esfuerzo, pocas ideas y un jugador m¨¢s, el Real Madrid derrot¨® al Athletic, que resisti¨® con entereza y buen ¨¢nimo. Le castig¨® la temprana expulsi¨®n de Ra¨²l Garc¨ªa, que cometi¨® tres faltas dignas de la amarilla en los primeros 10 minutos del encuentro. El ¨¢rbitro le mostr¨® dos. Suficiente para abocar al equipo a una situaci¨®n dram¨¢tica que el Real Madrid estuvo a punto de desaprovechar. Lleg¨® al ¨²ltimo minuto con un gol de ventaja y el agua al cuello. Courtois, criticado en los ¨²ltimos partidos, emergi¨® como un gigante para negar el empate al Athletic.
La Liga es larga y pocos se acordar¨¢n de este partido, bien peleado por el Athletic y mal interpretado por el Real Madrid. No se pareci¨® al engrasado equipo que venci¨® al Sevilla, Borussia Moenchengladbach y Atl¨¦tico de Madrid en ocho d¨ªas, pero la temporada avanza y la clasificaci¨®n sit¨²a al Real Madrid en la tronera de ataque al campeonato. A esa fase donde los equipos ganan con o sin alardes, pero ganan, se le atribuye una velocidad: la de crucero.
Todo indica que el Madrid la ha encontrado, y no ha sido f¨¢cil para un equipo con tendencia a la irregularidad en los ¨²ltimos a?os, salvo el periodo posterior al confinamiento. Sufri¨® frente al en¨¦rgico Athletic de los primeros minutos y se ator¨® tras la expulsi¨®n de Ra¨²l Garc¨ªa, jugador que ha rendido una admirable contribuci¨®n al club. No esta vez.
Ra¨²l Garc¨ªa se embarc¨® en un ejercicio de irresponsabilidad dif¨ªcil de entender, m¨¢s a¨²n en la situaci¨®n de debilidad que atraviesa el Athletic en la clasificaci¨®n. Lejos de liderar al equipo, lo aboc¨® al drama. Se adivin¨® la expulsi¨®n desde el primer momento. Por razones que s¨®lo pueden relacionarse con la frustraci¨®n, Ra¨²l Garc¨ªa envi¨® un lamentable mensaje a un equipo que le necesitaba m¨¢s que nunca. Suplente en las jornadas anteriores, emiti¨® se?ales parecidas despu¨¦s de transformar el penalti que adelant¨® al Athletic en Mestalla, a falta de cuatro minutos para el final del encuentro. Lejos de celebrar el gol como merec¨ªa, se expres¨® con un gesto de funeral. En Valdebebas sigui¨® la misma ruta.
El Madrid fue Kroos y muy poco m¨¢s. Esta vez Benzema ayud¨® menos en el juego, pero salv¨® al equipo con dos goles. Ejerci¨® de delantero centro con todas las de la ley. Modric tampoco desmay¨® en una buena actuaci¨®n, sin m¨¢s. Despu¨¦s de tres actuaciones sensacionales y de desgastarse hasta los huesos, Modric fue humano por fin. Con 35 a?os, lleva un ritmo salvaje. Si no le pasa factura, ser¨¢ un milagro. Si su salud se resiente, Zidane se enfrentar¨¢ a un problem¨®n. El peque?o croata es indispensable en este Madrid con escasos centrocampistas integrales.
Al Madrid le cost¨® tanto encontrar fisuras en la defensa del Athletic que Unai Sim¨®n no fue exigido. La ¨²nica gran parada de la noche correspondi¨® a Courtois, en el momento cumbre de un partido que dej¨® en cueros al ¨¢rbitro y al VAR. Lo habitual en esta ¨¦poca. Un minuto antes de la expulsi¨®n de Ra¨²l Garc¨ªa, Carvajal empuj¨® sin medias tintas a Williams, cuando preparaba el remate ante Courtois. Fue un penalti como un piano y no era descartable la expulsi¨®n.
Gil Manzano se hizo el longuis y el VAR tambi¨¦n, ejercicio de compadreo que se repiti¨® poco despu¨¦s en una mano flagrante de Capa en el ¨¢rea del Athletic. Esta vez asom¨® la mala conciencia en el ambiente. Dicen que Gil Manzano es un excelente ¨¢rbitro. En este partido perdi¨® cr¨¦dito a chorros. El VAR lo perdi¨® por completo desde que se instal¨® en el f¨²tbol.