El trabajo del deportista, del terreno de juego a las Redes
Las nuevas generaciones no conciben la realidad sin compartirla en virtual, para j¨®venes que alcanzan la fama r¨¢pidamente esto acarrea numerosos peligros.
El mejor ejemplo para evidenciar esta transici¨®n de deportista a icono comercial posiblemente sea Sir David Beckham, un futbolista que si bien nadie puede dudar de su gran talento, siempre le acompa?o la sombra de ser un jugador para vender camisetas. Un futbolista que causo sensaci¨®n junto a su pareja sentimental y han construido un imperio de m¨¢s de 900 millones de euros. Un futbolista que cuando ficho por el Real Madrid, vio el salto que acabar¨ªa dando a Estados Unidos y eligi¨® el dorsal 23 de Michael Jordan como gui?o a este mercado. Un futbolista en definitiva que cambio el paradigma de jugador que solo piensa en el terreno de juego y va m¨¢s all¨¢.
Mucho ha llovido desde principios de los 60 y actualmente las grandes estrellas del deporte, son los principales referentes de todas las marcas, desde bancos, telefon¨ªa, moda, automoci¨®n y todo tipo de productos de consumo. La publicidad y sus derechos de imagen son piezas fundamentales en su carrera (mal que le pese a la agencia tributaria) y en muchas ocasiones llegan incluso a convertirse en su fuente principal de ingresos. No en vano en Espa?a los deportistas tributan bajo el ep¨ªgrafe de artistas.
Cristiano Ronaldo factura cerca de un mill¨®n de euros por cada post que realiza, publicado por Marisa Mendes, hija del representante Jorge Mendes en redes sociales, lo que le genera a final de a?o una cantidad significativamente m¨¢s elevada que su actual sueldo en la Juventus. El astro portugu¨¦s, tiene solo en Instagram m¨¢s de 230 millones de seguidores actualmente, lo que le convierte en la persona con m¨¢s seguidores del mundo dispuestos a recibir con los brazos abiertos cualquier noticia que les transmita su ¨ªdolo. El Santo Grial de la publicidad, solo Leo Messi y Neymar se le acercan a¨²n lejos de la cifra de 200 millones.
Sin duda esta nueva realidad resulta especialmente atractiva para los j¨®venes deportistas que empiezan y han vivido con un m¨®vil toda su vida, pero es importante ser tambi¨¦n consciente de la cara negativa y los peligros de exponer su vida y opiniones en la red ya que pueden afectar gravemente a su carrera. Hace unos a?os Julio Rey vio truncado su fichaje por el Deportivo tras haber publicado a?os atr¨¢s un tweet injurioso y ofensivo contra la entidad. En esta misma situaci¨®n se encontr¨® Sergi Guardiola tras fichar por el Barcelona y comprobarse que a?os atr¨¢s hab¨ªa publicado en contra de Catalu?a y en apoyo del Real Madrid.
Estos dos casos pueden resultar comprensibles, pero no hay que remontarse muy atr¨¢s para recordar como en 2013, el Atl¨¦tico de Madrid no dudo en despedir a Sara Ezquerro, portero del F¨¦minas B, por aparecer en sus redes celebrando la Champions del Real Madrid, un ejemplo en el que un contenido de su vida personal condiciona su trayectoria profesional.
En los ¨²ltimos meses estos peligros se han multiplicado, y los deportistas ya no parecen solo responsables de sus propias comunicaciones, sino tambi¨¦n de las de sus parejas como el jugador Mirko Antonucci, despedido de su club por aparecer en im¨¢genes sugerentes con su novia y hace unas semanas el jugador de Los Angeles Galaxy, Aleksandar Katai que fue despedido por unos comentarios racistas de su mujer.
Los deportistas deben ser especialmente prudentes en sus publicaciones en redes sociales desde muy j¨®venes e incluso con las de su entorno m¨¢s cercano y la mejor forma de hacerlo en confiando en profesionales que en lugar de dejarse cegar por los posibles r¨¦ditos econ¨®micos a corto plazo, sepan proteger sus intereses a largo plazo.