Todo est¨¢ ama?ado
Que el Madrid nos quite esta Liga -robando- empieza a parecerme un acto de justicia, casi una bendici¨®n para un equipo que necesita reaccionar si todav¨ªa aspira a despedir a Messi como se merece. Le quedan pocos a?os de carrera al argentino, y encontrar los est¨ªmulos necesarios para competir al m¨¢ximo nivel necesitar¨¢ de motivaciones extremas, una de las cuales bien podr¨ªa ser la victoria dom¨¦stica del m¨¢ximo rival pero sin alardes, un coscorr¨®n que no sea del todo deportivo y acent¨²e su sed de venganza. En este 2020, visto lo visto, queda poco que rascar salvo alguna tibia rival, un milagro europeo o el improbable asalto de Leo a la presidencia de la Xunta de Galicia que, ah¨ª s¨ª, podr¨ªa haber partido.
Fue tremendo lo del martes, posiblemente el partido m¨¢s aburrido que se ha vivido en el Camp Nou desde que el Tata Martino termin¨® de pellizcarse. Hubo un tiempo en el que los aficionados m¨¢s an¨¢rquicos nos pon¨ªamos una alarma en el m¨®vil para no perdernos el partido. Ahora, vivir para ver, las utilizamos para no quedarnos dormidos durante el mismo y beber agua regularmente, que siempre viene bien. A esto nos ha abocado un equipo en el que uno ya no sabe si culpar a Torra, a la directiva, a los jugadores, a Quique Seti¨¦n o a las vacas que abandon¨® sin que estas pusieran demasiado de su parte para que se quedara. Supongo que, en realidad, no es culpa de nadie y es culpa de todos, como en casi todas las grandes tragedias familiares.

La ¨²nica buena noticia, m¨¢s all¨¢ de que el estadio siga en pie, reside en la aparici¨®n refrescante de Ansu Fati y Riqui Puig, dos escolares sin mochila que se atreven m¨¢s que los dem¨¢s y conocen el idioma. Lo dram¨¢tico es que son pocos, ya, los que todav¨ªa les entienden en un vestuario donde reina una mezcla de conformismo y desconcierto: la peor combinaci¨®n posible para apuntalar sus virtudes y reforzarlos como ¨ªdolos del futuro. Los de hoy, exceptuando a Messi y Ter Stegen, solo parecen preocupados por mantener ciertos est¨¢ndares de confort y culpar de todos sus males a los ¨¢rbitros: a fin de cuentas, solo han ganado ocho de las ¨²ltimas once Ligas... ?C¨®mo no creer que todo est¨¢ ama?ado?