Kyrie Irving rompe la fantas¨ªa Disney
El mundo real no es un mundo de dibujos animados. Aunque Disney tambi¨¦n haya popularizado a ilustres malvados, a Cruella de Vil, Mal¨¦fica o Shere Khan, su universo de fantas¨ªa siempre proyecta un final feliz, el triunfo del bien sobre el mal. El mundo real no es as¨ª, est¨¢ lleno de matices. Tampoco el deporte, a pesar de su magia. Kyrie Irving, una estrella de la NBA, se ha convertido de repente en un malvado para unos y en un h¨¦roe para otros. El Capit¨¢n Garfio y Peter Pan en la misma persona. Seg¨²n se mire. Cuando el deporte USA respiraba felicidad por el retorno de la NBA, cuando todo parec¨ªa atado y consensuado, con el mayoritario voto a favor de las franquicias (29-1) y con el refrendo del sindicato de jugadores, ha surgido Irving para incitar a la rebeli¨®n. A su toque de corneta han acudido m¨¢s de 80 compa?eros, algunos tan relevantes como Durant, Carmelo, Westbrook y Howard. El base de los Nets no quiere que se juegue la fase final de Walt Disney, prevista con 22 equipos en una sede ¨²nica y sin p¨²blico del 30 de julio al 13 de octubre. Un salvavidas de 2.000 millones de d¨®lares.
El motivo de la oposici¨®n no se centra s¨®lo en cuestiones sanitarias, en el temor a un contagio y a lesiones, o en el malestar por la estricta cuarentena a la que se ver¨¢n sometidos en el parque tem¨¢tico, sin familiares hasta bien avanzada la competici¨®n. El motivo principal es de tipo social: la lucha contra el racismo. La muerte de George Floyd ha despertado una ola de protesta en la que los jugadores de la NBA, mayoritariamente de raza negra, est¨¢n muy activos. Temen que ese encierro de tres meses para retomar el torneo desv¨ªe la atenci¨®n hacia el espect¨¢culo y apague el fuego de sus reivindicaciones. Irving ha encendido esa llama en la NBA. H¨¦roe y villano. Y al fondo asoman consecuencias terribles para la liga en forma de p¨¦rdidas o de un cierre patronal. El mundo real no es Disney World.