Un Tour sin p¨²blico no es un Tour
Uno de los principales distintivos del Tour de Francia se asienta en sus fechas, que adem¨¢s no son casuales. Han sido varios los dirigentes del pa¨ªs que a lo largo de la historia han agradecido que la Grande Boucle se celebre justo en julio, que es el mes tradicional de vacaciones de los franceses. El Tour es una fiesta en esa ¨¦poca, de la que tambi¨¦n participan en masa viajeros con otras banderas. Si alguien no ha tenido la fortuna de recorrer sus carreteras unas horas antes de que aparezca el pelot¨®n, puedo describirles que est¨¢n siempre inundadas de personas, especialmente en los n¨²cleos urbanos, y engalanadas para la ocasi¨®n. Antes del paso de los ciclistas tambi¨¦n transita una interminable caravana publicitaria que cubre la ruta de regalos y entretenimiento. El Tour reparte felicidad.
Por eso sorprende la propuesta de la ministra Roxana Maracineanu de celebrar la pr¨®xima edici¨®n ¡®a puerta cerrada¡¯. Su idea se basa en que los aficionados no pagan entradas, aunque ah¨ª se olvida del impacto econ¨®mico que generan a su alrededor, y en que el principal sustento del organizador es la televisi¨®n. Aun s¨ª, cuesta creer que ASO quiera mostrar al mundo s¨®lo im¨¢genes de competici¨®n, con paisajes vac¨ªos, localidades des¨¦rticas y sin colorido en las monta?as. Esas localidades, por cierto, tambi¨¦n pagan. Adem¨¢s, el Tour no son s¨®lo ciclistas, sino t¨¦cnicos, operarios, periodistas, jueces¡ Una ciudad ambulante que tendr¨¢ que moverse por hoteles y poblaciones, donde el riesgo de contagio seguir¨¢ vivo. ?D¨®nde se pondr¨¢ la l¨ªnea roja? No hace tanto que dos mec¨¢nicos contaminaron al pelot¨®n en los Emiratos ?rabes. Hay que entender que un organizador gestiona una empresa que sufre como cualquier otra los efectos de la pandemia, y que quiere salvarla. Pero un Tour sin p¨²blico o sin julio no es un Tour. Ni siquiera por televisi¨®n. Y tampoco garantiza la salud.