La IAAF margina en la Diamond
Al t¨¦rmino de los Mundiales de Doha, la IAAF presumi¨® de la profundidad de su atletismo: 43 pa¨ªses diferentes se hab¨ªan subido al podio, 68 hab¨ªan tenido finalistas. La universalidad siempre ha sido uno de los principios inamovibles del deporte rey ol¨ªmpico, que llega a cualquier rinc¨®n del planeta. Su ¨²ltima medida destruye esta filosof¨ªa en la Liga de Diamantes. A la Federaci¨®n Internacional, seguramente condicionada por los organizadores privados de esas reuniones, no le ha importado suprimir la prueba m¨¢s importante para el p¨²blico sudamericano, ese triple salto que lideran la venezolana Yulimar Rojas y la colombiana Caterine Ibarg¨¹en; ni la carrera de 3.000 metros obst¨¢culos que en las dos potencias africanas, Etiop¨ªa y Kenia, es una religi¨®n; ni el dominio cubano en el disco femenino, con Yaim¨¦ P¨¦rez y Denia Caballero. El recorte supone un apag¨®n en varias regiones del mundo. Al otro lado de esa raya permanecen los 3.000 metros lisos, que ni siquiera son ol¨ªmpicos, o el peso femenino, donde reina la china Lijiao Gong sin grandes emociones para el grader¨ªo de la Diamond.
La IAAF no esconde que ha priorizado ¡°los eventos m¨¢s populares¡±, aunque no explica d¨®nde recae esa popularidad. Ni han preguntado en Colombia, ni en Venezuela, ni en Cuba, ni en ning¨²n lugar de habla hispana. El estudio se ha centrado en China, Sud¨¢frica, Estados Unidos y Francia, y en los usuarios de las redes sociales, lo que ofrece pistas sobre los mercados y las audiencias que asoman tras la discriminatoria decisi¨®n. Un organizador o un patrocinador est¨¢n en su derecho de buscar estos beneficios, pero la IAAF deber¨ªa promover otros fines. Incluso una IAAF tan contradictoria como la actual, a la que no le molestan unos Mundiales con las gradas vac¨ªas, ni unas zapatillas m¨¢gicas que pulverizan r¨¦cords, ni que su Mejor Atleta, Caterine Ibarg¨¹en, ya no pueda competir en triple.