El Madrid y la obligaci¨®n de despedir con honores a Keylor Navas
El factor emocional. Debe ser muy dif¨ªcil salir del Real Madrid y no convertir el trance en algo traum¨¢tico. El club blanco se ha equivocado hist¨®ricamente descuidando las despedidas de iconos de su historia. A vuelapluma salen de carrerilla los nombres de Vicente del Bosque, Fernando Hierro, Ra¨²l o Iker Casillas. No hay m¨¢s que ver las despedidas de Xavi en el Barcelona, de God¨ªn, por ir a la m¨¢s cercana, en el Atl¨¦tico o la de De Jong en el Ajax para entender que el legado de determinados futbolistas est¨¢ muy por encima de personalismos o de coyunturas. La grandeza de un club se mide por su palmar¨¦s, el del Madrid es inigualable, pero tambi¨¦n por decir adi¨®s con grandeza a los que han escrito gloriosos episodios de su historia. Si el Madrid es un generador de ilusiones y sentimientos, estos momentos marcan tambi¨¦n una manera de sentir.
Entre Keylor y Courtois. No cabe duda de que el belga es cinco a?os m¨¢s joven y uno de los cinco mejores porteros del mundo. Sigo pensando que el costarricense es mejor portero para el Madrid, un club que vive cada temporada en presente y que deber¨ªa disputar todos los t¨ªtulos, muy por encima de festejar que otros no los ganen. Keylor es el trabajo, el sacrificio, el inconformismo, la humildad. Le gan¨® al fax, a Kepa, al velado desprestigio y pasar¨¢ a la historia como el guardi¨¢n de las tres Champions consecutivas. Le avalan sus hechos, su palmar¨¦s, su saber estar y su d¨ªa a d¨ªa. Tambi¨¦n dej¨® la frase del a?o "no se puede tapar el sol con un dedo" para explicar gr¨¢ficamente el vac¨ªo de goles tras la marcha de Cristiano. Se ir¨¢, como adelant¨® Jugones, pero que sea por la puerta m¨¢s grande.
El sinsentido de los "consentidos". En el imaginario de Florentino, el Madrid de esta temporada era Courtois, Vinicius y nueve m¨¢s. Zidane parece ahora querer tener cerca a su hijo Luca. No tiene mucho sentido destapar las querencias, porque es hacerle un flaco favor a los propios jugadores, que son vistos de otra manera por sus compa?eros, por la grada y por la cr¨ªtica. Le ocurri¨® al primer Benzema, a Kak¨¢, tambi¨¦n a Gareth Bale y ahora le va a ocurrir al mediano de los Zidane. No es nada f¨¢cil ver salir a un hijo del nido, pero, como alguien escribi¨®, s¨®lo queda darles las ra¨ªces para crecer y las alas para volar. El mejor favor a Luca ser¨ªa verle triunfar en otro club, con otro entrenador.