El Madrid necesita encontrarle siglas a su nuevo tridente
Los doce goleadores. Este pasado fin de semana coincidi¨® que los delanteros de cuatro de los tridentes m¨¢s en forma del continente marcaron gol en sus respectivas ligas. En el Tercer Tiempo pusieron sobre la mesa el debate de cu¨¢l de estos tridentes era mejor: Messi, Su¨¢rez, Demb¨¦l¨¦, en el Bar?a; Salah, Firmino, Man¨¦, en el Liverpool; Mbapp¨¦, Cavani, Neymar, en el PSG o los sorprendentes atacantes del Eintracht: Jovic, Haller y Rebic, gran sensaci¨®n en la Bundesliga. Los doce vieron puerta el mismo fin de semana. Messi decanta cualquier balanza y el ataque del Barcelona, con la sensaci¨®n Demb¨¦l¨¦ en efervescencia, se llev¨® el gato al agua en la improvisada votaci¨®n.
Y el Madrid, ?qu¨¦?. Pues no sabemos si, sin Cristiano, le llegar¨¢ para ser otra vez campe¨®n de Europa, pero s¨ª est¨¢ clar¨ªsimo que necesita una renovaci¨®n de su ataque, cambiar las siglas de su tridente y revitalizar la ilusi¨®n de su parroquia, agarrada a los destellos de Vinicius. Aunque parezca la f¨®rmula del ¨¦xito, el Madrid no puede ni debe ser equipo de una sola competici¨®n. Ni imaginarse al ataque del Real Madrid en esa jerarqu¨ªa goleadora europea habla bien a las claras de que los deberes se han hecho mal en verano, tras la salida de Cristiano, y no tiene pinta de que vaya a ser ni m¨ªnimamente corregido en el mercado invernal. La convincente actuaci¨®n ante el Sevilla, desde la intensidad y el compromiso, con la recuperada forma de Modric y el 'testarazo' de Casemiro, no puede ocultar las limitaciones goleadoras en el ataque del gran campe¨®n blanco.
Todo ok, Jos¨¦ Luis. El VAR ha logrado hacer m¨¢s justas algunas jugadas, pero no es la panacea, ni mucho menos. Tiene una peligrosa influencia psicol¨®gica en los partidos, que se percibi¨® con nitidez en el gol anulado al Valladolid en el Ciutat de Val¨¨ncia. Lo ¨²nico que ha conseguido es cambiar el objetivo de los ca?ones. Antes se se?alaba al ¨¢rbitro de campo y ahora se mira a la Ciudad del F¨²tbol. Lo m¨ªnimo que se puede pedir es que compartan las mismas im¨¢genes con las que se toman las decisiones. As¨ª, al menos, los aficionados se sentir¨¢n menos manipulados.
Kevin-Prince Boateng. Si hubiesen pedido cincuenta nombres para elegir al nuevo delantero del Barcelona dudo que alg¨²n aficionado hubiese incluido al nuevo fichaje en su lista. Su talento es tan indiscutible como discutible es su hoja de servicios. Prince no suena a Larson, un ingrato papel para un personaje tan inquieto.