Lo que no hay que subestimar es el abandono del Bernab¨¦u
La llamada de Florentino. No es que el Real Madrid no tenga derecho a defenderse por una injusticia flagrante como fue el penalti cometido por Rulli sobre Vinicius, faltar¨ªa m¨¢s, pero una cosa es lamentarse, poner el grito en el cielo y otra bien distinta intentar tapar lo realmente importante, que fue lo que dijo Modric. Si Florentino hubiese estado igual de diligente para llamar a Rubiales cuando empez¨® a negociar con?Lopetegui, igual la historia hubiese sido completamente distinta. El VAR no es la panacea. Convierte en m¨¢s justas determinadas acciones del juego, pero tiene lagunas o socavones que, precisamente, por la posibilidad de ser consultadas y no hacerlo, multiplican la sensaci¨®n de injusticia. Por muy grande que sea la caja de resonancia del Real Madrid, el VAR est¨¢ penalizando bastante menos que la falta de gol, los errores individuales y la falta de apetito liguero.
Menos gente en el Bernab¨¦u. Igual convendr¨ªa que Florentino recibiese alguna llamada para preguntarle por ese Bernab¨¦u al que acuden menos aficionados, por la sensaci¨®n de orfandad que dej¨® la marcha de Cristiano y sus 44 goles no cubiertos, por no haber sabido gestionar la revoluci¨®n desde la tranquilidad del ¨¦xito y no desde la premura de otro v¨ªa crucis liguero. Este Madrid s¨ª es diferente al que gan¨® cuatro Champions de cinco, aunque parezca lo contrario. El abandono de Zidane, el de CR, el hast¨ªo del Bernab¨¦u tambi¨¦n son vasos comunicantes. Que nadie olvide que Lopetegui le pidi¨®, antes de empezar la temporada, a Lucas Hern¨¢ndez, a Hazard y a Lewandowski para ser m¨¢s fuertes y m¨¢s competitivos. Igual, el plan a¨²n hoy sigue pasando por ellos¡
El clavo ardiendo. Entre los huevos de Melilla y el no subestimar los empates de Solari, regresa la Copa del Rey y el fantasma del Legan¨¦s, ¨²ltimo verdugo blanco en esta competici¨®n. El modelo del Madrid ha virado de tal manera que Keylor o Isco, con la cara de ajo propia del que es protagonista obligado en la competici¨®n copera, tendr¨¢n que liderar a una pl¨¦yade de j¨®venes. El Madrid es tan grande que la Liga parece un incordio, la Copa, un 'marr¨®n' y la Champions, el clavo ardiendo, con el que arreglar todos los pecados cometidos. Lo curioso es que conoce tan bien el camino, que igual lo recorre de nuevo.
La luz de Vinicius. En medio del apag¨®n blanco emergi¨® la figura del joven brasile?o, que demostr¨® hambre, electricidad, desborde e imaginaci¨®n. Como no lleva ninguna mochila, vuela. Tiene que mejorar en su faceta defensiva, pero tiene muchos a?os para entender mejor el juego y la necesidad de ayudar. De momento, su personalidad para sobresalir en medio de la apat¨ªa ya merece que le dejen volar alto.