Testarazo a los indocumentados
Sergio Ramos dijo del gol que Casemiro le marc¨® al Sevilla de tiro lejano: "Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa un testarazo de ese nivel". Como el tanto del brasile?o fue logrado de un potente disparo y no de cabeza, enseguida salieron a criticar a Ramos en los medios y en las redes algunos indocumentados, en el sentido literal de la palabra; personas que no se tomaron la molestia de consultar el Diccionario para saber qu¨¦ significa "testarazo". "Ramos se l¨ªa", titul¨® un diario.
Durante las temporadas radiof¨®nicas de 2004 a 2007, desarroll¨¦ en el programa finisemanal "No es un d¨ªa cualquiera", de RNE, el espacio denominado "Palabras moribundas". Cada fin de semana preguntaba a la audiencia por un vocablo presuntamente olvidado. Por ah¨ª pasaron "acerico", "aviador", "almazuela", "andancio", "chiticalla", "encetar", "garrotillo", "la?ar", "pisaverde", "tablajero", "zamina"¡ (Despu¨¦s me sucedi¨® en el espacio la fil¨®loga Pilar Garc¨ªa Mouton, y entre los dos publicar¨ªamos luego el libro "Palabras moribundas" --Taurus, 2011--, donde recogimos nuestras respectivas experiencias).
Pues bien, aquello nos permiti¨® comprobar que ninguna palabra muere, y que algunos significados extra?os siguen vigentes en distintas zonas de Espa?a aunque se hayan perdido en otras.
Recuerdo por ejemplo que la palabra "almazuela" parec¨ªa inexistente en el ¨¢mbito del espa?ol, pero estaba muy viva en La Rioja. (A la "almazuela" se le llama ahora, tristemente, "patchwork": esas mantas o edredones compuestos por distintas telas de diferentes colores).
Por eso conviene andarse con cuidado al juzgar vocablos o acepciones que nos suenan imposibles: tal vez se sigan usando mucho en algunos lugares.
Es l¨®gico que pensemos en "testarazo" como "golpe dado con la cabeza" ("testa" en lat¨ªn, significaba "cr¨¢neo"). Pero desde 1984 la Academia recoge una segunda acepci¨®n de ese t¨¦rmino: "Golpe, porrazo, encuentro violento". Y a¨²n podemos encontrar testimonios de uso anteriores. El mism¨ªsimo P¨¦rez Gald¨®s la escribi¨® con ese sentido en su relato "Zumalac¨¢rregui" (1898), donde se lee: "Algunos troncos le cortaban el paso con brutal choque, sacudi¨¦ndole formidable testarazo". Y casos similares hallamos en obras de Miguel Delibes (en 1958) o Rafael S¨¢nchez Ferlosio (en 1956), entre otros autores. Tambi¨¦n recoge ese segundo significado el acad¨¦mico Manuel Seco en su "Diccionario del espa?ol actual" (1999).
Tal vez se trate de una acepci¨®n olvidada, pero no se puede dar por muerta as¨ª como as¨ª, ni ridiculizar a quien la use. Sergio Ramos, al aplicarla espont¨¢neamente porque la aprendi¨® en su tierra, dio un testimonio m¨¢s de lo dif¨ªcil que es matar una palabra o un significado.