Estiradas y palomitas
Los porteros sacan manos y logran grandes paradas, pero ya se dice menos que hacen estiradas o palomitas. Sin embargo, ser¨ªa bueno aprovechar la herencia l¨¦xica de los grandes comentaristas que nos precedieron y hacer acopio de todas las met¨¢foras antiguas, para sumarlas a los actuales.
La palabra "estirada" ingres¨® en el Diccionario en 2001 (muy tarde), con la definici¨®n que a¨²n se mantiene: "En f¨²tbol, estiramiento r¨¢pido del cuerpo que realiza un portero para alcanzar un bal¨®n lanzado contra su meta".
Y la misma edad acad¨¦mica tiene el t¨¦rmino "palomita", que se defin¨ªa as¨ª en la edici¨®n de hace 18 a?os: "En f¨²tbol, parada espectacular del portero".
No obstante, la descripci¨®n actual de "palomita" ofrece dos cambios respecto a la originaria. El primero consiste en se?alarla como "espa?olismo" (es decir, que el t¨¦rmino futbol¨ªstico "palomita" se utiliza en Espa?a pero no en los dem¨¢s pa¨ªses hispanohablantes). Y el segundo cambio incluye un a?adido muy discutible, a mi entender. Dice as¨ª ahora la definici¨®n de "palomita", desde 2014: "En f¨²tbol, parada espectacular del portero con una estirada en el aire luci¨¦ndose m¨¢s de lo necesario".
?M¨¢s de lo necesario? Muchas palomitas son imprescindibles; y el guardameta no dispone de otra opci¨®n que dibujarlas si quiere alcanzar el cuero cuando ¨¦ste se dirige a la escuadra. As¨ª que eso de "luci¨¦ndose m¨¢s de lo necesario" se podr¨ªa cuestionar.
Toda palomita es una estirada (en el aire); pero no toda estirada es una palomita (pues se dan estiradas por raso para llegar a la cepa del palo; o estiradas en las cuales los pies del portero apenas se despegan del suelo).
La Academia, imagino que recogiendo ejemplos period¨ªsticos y de muchos aficionados, le ha dado un tinte peyorativo a la palabra. A m¨ª me parece injusto, si bien eso no es culpa de la Academia sino del uso general.
Sin embargo, el Diccionario no ha recogido un adjetivo que s¨ª muestra un indudable sentido descalificador: "palomitero". Se llama as¨ª al portero que se excede en hacer palomitas. El sufijo -ero, cuando forma adjetivos que califican a una persona, suele compartir con la ra¨ªz una visi¨®n negativa. La Academia pone algunos ejemplos: embustero, traicionero, rastrero¡ Y quiz¨¢s la existencia de "palomitero" en el habla haya contaminado el sentido que se da al sustantivo "palomita" en el Diccionario.
Con "estirada", en cambio, no hay problema. Nadie dice "ese guardameta es un estiradero". He ah¨ª la diferencia¡ y quiz¨¢s la explicaci¨®n.