Ante un nuevo r¨¦cord del Real Madrid
El Madrid a?adi¨® brillo a su palmar¨¦s con una victoria c¨®moda, que se daba por descontada, pero que sumada a todo lo anterior supone escalar una nueva monta?a. Porque nadie antes hab¨ªa ganado tres Mundiales de forma consecutiva, para lo que se requiere, obviamente, haber ganado tres Champions tambi¨¦n consecutivas. Con estos tres, el Madrid ya re¨²ne siete t¨ªtulos mundiales de club, una vez que la vieja Intercontinental fue homologada como ello. Todo eso era lo importante anoche, no el partido en s¨ª, que poco problema supon¨ªa para un equipo acostumbrado a ganar finales ante enemigos de mucha m¨¢s enjundia y peligro.
No hago de menos al Al Ain. Estaba ah¨ª sin ser campe¨®n de ninguna confederaci¨®n, pero tras batir sucesivamente a los de Ocean¨ªa, ?frica y Sudam¨¦rica. La cuesti¨®n es la diferencia tremenda que hay entre el f¨²tbol de clubes de la Europa rica y el del resto del mundo. Es muy dif¨ªcil que cualquier equipo de cualquier parte le plante de verdad cara al campe¨®n europeo en una final as¨ª. Y menos a¨²n al Madrid, con su tremenda seguridad en este tipo de partidos. Eso explica el desarrollo del choque, con su absoluta carencia de intriga y ese marcador final, una goleada, dentro de todo, decorosa. El partido dio para un resultado mucho m¨¢s desequilibrado.
Fueron cuatro goles, cuatro felices goles que marcaron, quiz¨¢, los favoritos de la afici¨®n. Modric, el flamante Bal¨®n de Oro, con un toque elegant¨ªsimo; Llorente, el canterano que nos hace evocar a Gento y a Grosso, el chaval de la cantera que sigui¨® trabajando en la suplencia a la espera de algo as¨ª, hizo el segundo con un perfecto bote pronto, suerte antigua pero escasa. El tercero, el capi, con su cabezazo evocador de otros trances; y en el cuarto tuvo que ver (dej¨¦moslo ahi) Vinicius, que viene a ser algo as¨ª como la revoluci¨®n esperada. Solari es un tipo con buena estrella al que ahora se abre por delante un panorama de optimismo.