El Mundialito no es lugar para ensayos
Entre los elementos cuestionables del Mundialito, que da sus ¨²ltimas boqueadas en su formato actual, no es el menor el de que sea utilizado como banco de pruebas de nuevas normas. Esto es algo que me parece de verdad escandaloso. ?Es esto un Mundial de Clubes como pretendemos creernos? Se entiende que s¨ª. Entonces, ?por qu¨¦ se ensayan ah¨ª las ocurrencias (luego vuelvo sobre ello) de unos ociosos que se re¨²nen en hoteles inmejorables para echar el rato? Ya hace dos a?os vimos que ah¨ª se hicieron los primeros experimentos con el VAR, bastante catastr¨®ficos. Por fortuna, luego el invento se afin¨®, pero aquel bochorno...
Tiempo atr¨¢s, hab¨ªa un campeonato juvenil internacional en M¨®naco (en el que, por cierto, L¨®pez Ufarte y Michel se proyectaron al estrellato, en a?os diferentes) donde se experimentaban las ocurrencias de este tipo de gente. Al menos era un campeonato juvenil. All¨ª se llegaron a experimentar, con gaseosa, ciertas extravagancias como el saque de banda con el pie. Pero utilizar un sedicente Mundial de Clubes para tonter¨ªas como que el portero pueda tener en los penaltis un pie delante de la raya y el otro sobre ella me parece ya ¨®pera bufa. Es una idea que no s¨¦ de d¨®nde ha salido. No s¨¦ de portero alguno que haya planteado semejante pretensi¨®n.
El Reglamento fue bien y pacientemente elaborado durante los a?os que van de 1863, cuando naci¨® el f¨²tbol, hasta 1925, cuando con Stanley Rous se lleg¨® a una redacci¨®n sencilla y de comprensi¨®n universal. Desde entonces ha habido alguna mejora necesaria (la no cesi¨®n al portero, por ejemplo), pero en su esencia se ha mantenido firme gracias a la seriedad de los brit¨¢nicos, que conservan la mitad de los votos. Pero ahora se ha colado ah¨ª David Elleray, ex ¨¢rbitro ingl¨¦s, un adanista que por lo que veo pretende, como aquel mal poeta, poner el Quijote en verso. Y pare ocurrencias cada poco, salpicando suciedades al Mundialito.