Dujsebaev, Sterbik y el grupo

Talant Dujsebaev naci¨® en Kirguist¨¢n y jug¨® con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero opt¨® por la nacionalidad espa?ola cuando se desmembr¨® la URSS. Hoy, Talant se siente tan espa?ol como el que m¨¢s, como si procediera de su amada Ciudad Real, y se emociona con el oro de los Hispanos. Por la victoria de su pa¨ªs y porque ah¨ª juegan dos de sus hijos, ?lex y Dani, nacidos ya en Santander y formados en Espa?a como jugadores y como personas. Talant llam¨® antes del partido a Valero Rivera para felicitarle por su t¨ªtulo de Asia con Qatar y para expresarle un deseo: ¡°Esta tarde veremos a nuestros hijos campeones de Europa¡±. Ni Dujsebaev pudo lograrlo como jugador, ni Rivera como t¨¦cnico de la Selecci¨®n. Pero hoy sus apellidos s¨ª cantan el alir¨®n, un oro que se resisti¨® durante generaciones, con cuatro finales perdidas.

El balonmano conquista as¨ª un t¨ªtulo que le faltaba y el deporte espa?ol, lanzado desde Barcelona 1992, pero especialmente en el actual milenio, tacha otra cuenta pendiente. Ya s¨®lo queda el oro en los Juegos Ol¨ªmpicos, donde s¨ª ha logrado tres bronces. Entre los h¨¦roes de la noche hubo otro apellido extranjero, Sterbik, nacido en la ¡®zona h¨²ngara¡¯ de la extinta Yugoslavia, exinternacional de Serbia y espa?ol desde 2008. Sterbik ya fue campe¨®n mundial en 2013 con la Selecci¨®n, se siente un hispano m¨¢s. A pesar de sus 38 a?os y de sus achaques, ya es la segunda vez que accede a suplir al titular P¨¦rez de Vargas por lesi¨®n. Su llegada en semifinales inyect¨® moral. El portero que entraba en nada envidiaba al que sal¨ªa. Los astros se han alineado con Espa?a, que ha ido creciendo como grupo hasta el oro final.