Siempre nos quedar¨¢ el Cl¨¢sico
Ni los m¨¢s viejos del lugar recordaban un Cl¨¢sico con los dos equipos en n¨²meros negativos. El Real Madrid llegaba con un balance de 5 victorias y 6 derrotas, mientras que el Barcelona agonizaba m¨¢s abajo con 4-7. Entre esos ¡®viejos¡¯ incluyo a dos hist¨®ricos de ambos lados, a los cincuentones Joe Arlauckas y Audie Norris. Los dos nos visitaron el d¨ªa anterior en As como embajadores de la Copa Colegial, un bello proyecto de un deporte creado por un profesor y nacido en los colegios. Y los dos nos contaron que algunos de sus mejores momentos, y tambi¨¦n de sus peores, los vivieron en los Cl¨¢sicos. Arlauckas lo describi¨® as¨ª: ¡°Las dos derrotas m¨¢s duras de mi vida fueron ante el Bar?a, las que me dejaron sin poder levantarme de la cama al d¨ªa siguiente¡±. Gran definici¨®n. M¨¢xima tensi¨®n y m¨¢xima rivalidad.
Arlauckas y Norris hablaban de tiempos en los que luchaban por t¨ªtulos de Liga o en la Final Four europea. Este jueves lo hicieron por evitar el pozo de la Euroliga: esa l¨ªnea que te excluye de los cruces. Eso se not¨® en la calidad del partido, en los titubeos iniciales, en la igualdad de los dos primeros cuartos (15-15 y 40-38), en el respeto al rival, en los miedos... Pero un Cl¨¢sico siempre es un Cl¨¢sico. El Real Madrid se solt¨® en la segunda parte. La diferencia vino de la magia de un jugador de ensue?o, Luka Doncic, que hasta clav¨® un triple desde 24 metros sobre la bocina del tercer parcial. El esloveno de 18 a?os podr¨ªa marcar una ¨¦poca en el Madrid. Podr¨ªa... Pero en el b¨¢squet actual, estos fen¨®menos suelen acabar pronto en la NBA. Las estrellas pasan, pero siempre nos quedar¨¢n sus destellos. Y tambi¨¦n los Cl¨¢sicos.