Arlauckas: "Mis peores recuerdos son contra el Barcelona"

Ni Joe Arlauckas (52 a?os) ni Audie Norris (56) tienen claro qui¨¦n ganar¨¢ el Cl¨¢sico de hoy, al que llegan muy exigidos y con balance negativo tanto el Real Madrid en el que triunf¨® el primero (1993-98) como el Barcelona del que es uno de sus grandes s¨ªmbolos el segundo (1987-1993).

Ahora ambos ponen su nombre al servicio de la Copa Colegial. Y aunque no se enfrentaron en ning¨²n Cl¨¢sico, s¨ª lo hicieron cuando Arlauckas jugaba en M¨¢laga y Vitoria. ¡°?Qu¨¦ cu¨¢nto pegaba Norris de cero a diez? Doce¡±, asegura entre risas el ala-p¨ªvot, que tiene claro que enfrentarse al Bar?a con la camiseta del Madrid es especial: ¡°Mis peores recuerdos son contra ellos, las dos derrotas m¨¢s duras de mi vida, las que me dejaron sin poder levantarme de la cama al d¨ªa siguiente. Una, la del ¨²ltimo partido de la final de 1997, cuando nos ganaron y nos convertimos en el primer equipo que perdi¨® la Liga en un quinto partido de la final en su casa. La otra, la de la semifinal de la Final Four de Par¨ªs en 1996, en la que ¨ªbamos ganando por 17 en el primer cuarto¡±.

A Norris le viene a la cabeza la Liga de Petrovic (1988-89), cuando el Real Madrid acab¨® con cuatro jugadores en un partido de la final: ¡°Neyro empez¨® a pitar todas las faltas en contra del Madrid¡±. El eterno rival que pudo ser su equipo en el verano de 1986, cuando Fernando Mart¨ªn se march¨® a Portland: ¡°Estaba hecho, pero Ram¨®n Mendoza no firm¨® el contrato por 10.000 d¨®lares. Les dije que no me dejar¨ªa la liga italiana por menos de lo que ganaba all¨ª¡­ y el resto es historia¡±. Un a?o despu¨¦s fich¨® por el Barcelona, Fernando Mart¨ªn regres¨® al Madrid y sus duelos en las zonas marcaron ¨¦poca: ¡°Es el jugador m¨¢s listo al que me enfrent¨¦. Aunque el mejor era Kareem Abdul-Jabbar. Todav¨ªa recuerdo los golpes en el cuello que me daba cuando hac¨ªa su gancho. Era indefendible¡±.

El eterno p¨ªvot del Barcelona no niega el talento de Doncic, pero cree que hubo un jugador que era incluso mejor que ¨¦l a su edad, Toni Kukoc: ¡°Era un dolor jugar contra ¨¦l¡±. Como lo era para Arlauckas el alero lituano Arturas Karnisovas cada vez que se enfrentaba al Bar?a: ¡°Le dec¨ªa a Bodiroga que le defendiera de una vez, que cada vez que jug¨¢bamos nos met¨ªa 25 puntos. Luego era yo el que ten¨ªa fama de no defender¡­ pero yo met¨ªa m¨¢s puntos que mi rival¡±.

Los Cl¨¢sicos de Norris y Arlauckas fueron los de Jos¨¦ Luis N¨²?ez y Ram¨®n Mendoza. Y mientras que el primero asegura que su presidente nunca bajaba al vestuario, el cuatro de Rochester recuerda el encontronazo de Mendoza con un Zeljko Obradovic reci¨¦n aterrizado en la capital¡­ y con s¨®lo 34 a?os: ¡°Ten¨ªamos entrenamiento a las 11 pero nos mandaron al estadio porque Mendoza quer¨ªa hablar con nosotros porque no est¨¢bamos jugando bien. Lleg¨® un poco tarde y cuando estaba empezando a hablar, Zeljko le interrumpi¨®: ¡®S¨®lo quiero decir dos cosas. La primera es que esta es la ¨²ltima vez que me cambias la hora de un entrenamiento. Y la segunda es que si citas a mi equipo a las 11 tienes que estar cinco minutos antes porque nosotros no esperamos a nadie¡¯. Yo estaba all¨ª sentado y pens¨¦ que ese era un entrenador por el que har¨ªa cualquier cosa. No vimos a Mendoza m¨¢s hasta que ganamos la Euroliga en 1995¡±.

El gran protagonista de ese t¨ªtulo, la primera corona europea del Madrid en 15 a?os, fue Arvydas Sabonis: ¡°Le ve¨ªas y parec¨ªa grande, feo. Pero cuando empezabas a entrenar con ¨¦l te dabas cuenta de lo bueno que era. La calidad, el conocimiento del juego¡­ todo¡±.

El gigante lituano se fue a la NBA y Arlauckas sigui¨® en el Real Madrid gracias a Pedro Ferr¨¢ndiz, que evit¨® a su manera su marcha a Italia: ¡°Jug¨¢bamos en Bolonia el partido en el que luego met¨ª 63 puntos, y ya ten¨ªa apalabrada mi continuidad por dos a?os pero el club me dio largas. Despu¨¦s del partido, el Bolonia me ofreci¨® el doble de lo que ten¨ªa apalabrado con el Madrid. Iba a ganar tres millones y medio de d¨®lares por tres a?os. Entonces me fui a comer con Ferr¨¢ndiz y me hizo apuntar en un papel lo que quer¨ªa cobrar para quedarme mientras que ¨¦l apunt¨® en otro lo que cre¨ªa que era justo pagarme. Le dije que era feliz en Madrid y puse una cifra menor por tres a?os a lo que habr¨ªa cobrado en dos de los de Bolonia. Entonces sac¨® su papel y en ¨¦l solamente pon¨ªa ¡®OK¡±.