Silencio, se rueda
AS prueba el Audi RS Q e-tron que pilot¨® Carlos Sainz en Arabia, el primer coche impulsado por electricidad que se enfrenta a la dureza del desierto.
Todo parec¨ªa un sue?o. El que se enfundaba el mono gris del equipo Audi no era Carlos Sainz, sino un periodista, cuyo nombre incluso estaba grabado en los display del interior del Audi RS Q e-tron. Eso s¨ª en el asiento de la derecha no faltaba la presencia de Lucas Cruz. Una vez ajustado todo, era el propio Sainz el que daba la salida con los dedos de su mano. "Cinco, cuatro, tres, dos, uno¡" y el primer coche impulsado por electricidad que se atreve con el Dakar ech¨® a andar.
AS tuvo el privilegio de ser uno de los tres medios espa?oles convocados a la prueba del Audi que debut¨® en Arabia el pasado mes de enero. Fue en Cerde?a, a una hora de Olbia, en un circuito de tierra que tambi¨¦n se utiliza como parte de un tramo del Rally de Italia del Mundial. Una pista revirada y compleja que no era muy representativa del terreno por el que se desenvuelve el RS Q e-tron habitualmente, pero que s¨ª que sirvi¨® para descubrir de primera mano sus sensaciones.
Bajo las indicaciones de Cruz enfilamos la pista con un silbido como ruido de fondo. Es el sonido que generan los dos motores el¨¦ctricos¡ hasta que un estruendo rompe la paz: la irrupci¨®n del motor de combusti¨®n procedente del DTM, que es el que genera la electricidad. Una bipolaridad de m¨²sica de fondo que al principio confunde, pero a la que r¨¢pidamente se adapta el que conduce.
Tras una primera vuelta de reconocimiento del trazado, es el propio Lucas el que anima a pisar el gas a fondo. "Ataca pronto las curvas, y saca el coche con el acelerador", no paraba de repetir. Y la verdad es que lo que m¨¢s sorprende del Audi es su manejabilidad. Sus generosas dimensiones exteriores y su elevado peso de dos toneladas no impiden que se pueda jugar con ¨¦l de curva a curva. De hecho, debido al sistema variable de reparto de potencia, da la sensaci¨®n de ser un veh¨ªculo de tracci¨®n trasera en algunas ocasiones, cuando se trata de un 4x4.
Una de sus principales virtudes es el par, ya que seg¨²n se pisa el acelerador los kilowatios fluyen a la velocidad del rayo, y tambi¨¦n la frenada, sobre todo cuando se activa el sistema el¨¦ctrico, que permite llevar su impresionante carrocer¨ªa hasta el mismo v¨¦rtice de la curva como si de un circuito asfaltado se tratara. El hecho de tener que preocuparse s¨®lo de acelerar frenar y girar, ya que no tiene cambio, facilita mucho la conducci¨®n, unas veces bajo el silencio del silbido el¨¦ctrico, y otras con la orquesta del motor de combusti¨®n animando el cotarro.