El fracaso de dos campeones que compromete su futuro
Los franceses unen la crisis institucional a sus malos resultados en 2019 y los brit¨¢nicos subsisten cerrando todas las parrillas de esta temporada.
Yas Marina despide el Mundial de F1. 21 carreras despu¨¦s, algunas cosas cambiaron: Mercedes dej¨® de hacer dobletes, Ferrari al fin pudo ganar, Red Bull Honda tambi¨¦n, igual que McLaren regres¨® al podio. Otras, sin embargo, fueron tendencia durante toda la temporada 2019: Williams cerr¨® todas las clasificaciones y Renault consum¨® su paso atr¨¢s. Si Hamilton y su escuder¨ªa son los grandes ganadores, la hist¨®rica firma de Sir Frank y el fabricante franc¨¦s salen muy perjudicados.
Abiteboul, al frente del departamento de competici¨®n de Renault, est¨¢ ahora en entredicho porque las cr¨ªticas empiezan a se?alarle tras cuatro temporadas sin progresos. En los ¨²ltimos meses ha puesto patas arriba el departamento de aerodin¨¢mica y tambi¨¦n cambia por completo su estrategia de pilotos desvincul¨¢ndose de Hulkenberg, a quien eligieron para liderar el proyecto.
Por el camino se habr¨¢n quedado Nico, Magnussen, Palmer o Sainz y ahora regresar¨¢ Ocon junto a Ricciardo, que est¨¢ cada vez menos convencido. Y a la crisis deportiva, se une la institucional: su expresidente, el brasile?o Carlos Ghosn, ha sido detenido bajo acusaciones de malversaci¨®n de fondos e irregularidades fiscales y la nueva presidenta, Clotilde Delbos, admite que se revisar¨¢n las inversiones en competici¨®n.
En cuanto a Williams, su situaci¨®n es a¨²n m¨¢s delicada. Su subsistencia pasa por los patrocinios que aportan sus pilotos: de Lawrence Stroll y el capital ruso de Sirotkin se pas¨® a los anunciantes polacos de Kubica, m¨¢s el alivio econ¨®mico que haya permitido Mercedes por alinear a Russell. En 2020 sus dos pilotos ser¨¢n el brit¨¢nico y Latifi, que tiene muchas novias y soporte financiero. Su padre es uno de los accionistas importantes de McLaren. En la casa de Grove, que ahora dirige Claire Williams, hay mucho que solucionar. Y da la impresi¨®n de que las de Williams no se solucionan ni siquiera con una buena pretemporada.