Impresiones de Dragon¡¯s Dogma 2: un juego feo, fuerte y formal

Dragon¡¯s Dogma 2 es feo, fuerte y formal. Y al igual que la m¨ªtica canci¨®n de Loquillo, es un juego de otra ¨¦poca. Lo decimos en el mejor de los sentidos. Pertenece a los tiempos de Xbox 360 y PlayStation 3, cuando para qu¨¦ mentir, las compa?¨ªas eran m¨¢s audaces e ingeniosas. No se trata de que idealicemos el pasado con un barniz de nostalgia, sino de pura l¨®gica. Por entonces el expediente t¨¦cnico ya te lo cubr¨ªa el salto al HD y pod¨ªas dedicar menos tiempo a los gr¨¢ficos y m¨¢s a probar ideas y tratar de ser divertido. As¨ª surgieron proyectos como Dark Souls, los cuales reinventar¨ªan la industria a¨²n siendo m¨¢s feos que una nevera por detr¨¢s. El caso es que, once a?os y dos generaciones despu¨¦s, Dragon¡¯s Dogma 2 emana esa misma esencia. No entra por los ojos, pero es una experiencia ¨²nica. No se nos ocurre otra en la que puedas trepar por las lorzas de un c¨ªclope, apu?alarle en la pupila hasta matarlo, saltar hacia atr¨¢s cuando le ves tambalearse hacia el suelo, dar un tirabuz¨®n mortal de flipado en el aire y aterrizar sin querer en una cascada que hab¨ªa cerca, cayendo por ella y perdiendo la vida y cuanto hab¨ªas conseguido. Sencillamente no la hay.

No hay que arreglar lo que no est¨¢ roto

Hace un a?o, coincidiendo con su d¨¦cimo aniversario, os cont¨¢bamos la historia del juego original en el reportaje ¡®Dragon¡¯s Dogma, 10 a?os demostrando que el amor no es s¨®lo a primera vista¡¯. En ¨¦l explic¨¢bamos los motivos de su le?azo en ventas y todos los problemas que le acompa?aron durante sus primeros meses de vida. Una autopsia demoledora que sin embargo conclu¨ªa lo siguiente: ¡°A¨²n con todos los defectos citados, el juego tambi¨¦n ten¨ªa muchas virtudes. Virtudes que no han dejado de crecer en este tiempo porque pr¨¢cticamente nadie ha logrado replicarlas. Se han vuelto algo ¨²nico y nos hemos sorprendido pensando en ellas a menudo, con sus correspondientes visitas veraniegas a Cassard¨ªs y la isla de Bitterblack¡±.

Tras pasar una hora con su secuela (gracias a Capcom y Plaion por ello), nuestras primeras impresiones de Dragon¡¯s Dogma 2 van en esa l¨ªnea. La pr¨¢ctica totalidad de sus mec¨¢nicas se antojan nuevas y viejas al mismo tiempo. Viejas porque ya se usaban en el juego original y nuevas porque, al no haber tenido demasiados herederos, siguen sinti¨¦ndose frescas y genuinas. Estamos otra vez ante un action RPG de fantas¨ªa medieval cuyas claves son las cuatro de entonces.

Las cuatro claves de Dragon¡¯s Dogma 2

La primera es un nuevo y envidiable bestiario. En apenas una hora recorrimos lo m¨¢s granado de la mitolog¨ªa y nos las vimos y deseamos contra harp¨ªas que dorm¨ªan a nuestros personajes al segundo de arrancarse a cantar, c¨ªclopes de dimensiones descomunales, dragones de escamas impenetrables, hipogrifos que escapaban volando si ve¨ªan complicarse el combate, lobos dignos de la casa Stark, trasgos en grupos de lo m¨¢s compenetrados y hasta lo que parec¨ªan los lizalfos de Zelda.

La segunda vuelven a ser el (enorme) tama?o de los enemigos y la posibilidad de interactuar con los mismos. Podemos trepar por ellos a lo Shadow of the Colossus y cercenarles determinadas extremidades como si estuvi¨¦semos en el g¨¦nero de cacer¨ªas (de hecho, Monster Hunter y Wild Hearts, entre otros, bebieron del primero Dragon¡¯s Dogma en ese sentido). Tambi¨¦n podemos agarrar a cualquier enemigo peque?o y lanzarlo al mar o por un terrapl¨¦n. Cuanto m¨¢s atrevidos y borricos seamos, casi que mejor.

Dragon¡¯s Dogma, Devil May Cry 5 y Final Fantasy XVI

La tercera clave es el sistema de combate y las f¨ªsicas. Esta secuela parece ir a tomar el relevo de la anterior como uno de los mejores simuladores de L¨¦golas y Merl¨ªn del mercado. Hab¨ªa pocos juegos del g¨¦nero en los que fuera tan satisfactorio ir de arquero o de mago. La acci¨®n de Dragon¡¯s Dogma 2 sigue siendo igual de divertida que anta?o.

Cabe recordar que detr¨¢s de la acci¨®n de Dragon¡¯s Dogma se encontraba en su d¨ªa Ryota Suzuki, a quien Capcom pondr¨ªa despu¨¦s a cargo de los combates de Devil May Cry 5. El talento del dise?ador tampoco pas¨® desapercibido en Square Enix, donde lo ficharon para desarrollar las batallas de Final Fantasy XVI. Quiz¨¢s es pronto para hablar de c¨®mo se conserva su estilo y de si ha evolucionado, pero como m¨ªnimo, la huella de Suzuki sigue presente (lo mismo con el legado de Hideaki Itsuno). Es probable que la orfandad del juego se plasme en la ausencia de ideas nuevas, pero tambi¨¦n est¨¢ por ver.

Peleas al margen, desplazarse por el mundo abierto sigue siendo de lo m¨¢s ameno. Por un lado porque est¨¢ lleno de f¨ªsicas con las que jugar. Rocas que hacer rodar colina abajo, puentes que derrumbar tras cruzarlos para que nadie nos sigan, ca¨ªdas, explosiones, etc¨¦tera. Por otro por la sorprendente libertad en la elecci¨®n de rutas. Nada como probar a atajar por caminos imposibles o como hacer parkour por los tejados de las ciudades.

Una IA referente

Y por ¨²ltimo, la cuarta clave es una inteligencia artificial que demuestra lo que ya sospech¨¢bamos, que la IA del original estaba diez a?os adelantada a su tiempo. Porque s¨ª, vuelven los peones. Vuelve el sistema para crear NPC con vida propia. Personajes que otros jugadores pueden importar v¨ªa online a sus partidas y que se desarrollan con independencia de nuestras acciones, como si de verdad habitaran las tierras de Vermund y Battahl. Compa?eros de aventuras que nos gu¨ªan, son h¨¢biles en combate y a menudo sorprenden por lo humano de sus acciones.

El sistema tuvo tanto ¨¦xito en el primer Dragon¡¯s Dogma que m¨¢s tarde juegos como Assassin¡¯s Creed Valhalla intentaron emularlo sin ¨¦xito (de ah¨ª los jomsviking). Ahora la secuela lo trae de vuelta y os adelantamos que a¨²n es capaz de sacarnos una sonrisa tras otra. Se crean verdaderos v¨ªnculos y momentos ¨²nicos con los tres NPC con los que podremos viajar (uno propio y dos importados). Es hilarante ver c¨®mo se sacan las casta?as del fuego y c¨®mo se relacionan con el mundo que les rodea. No tardar¨¦is en tener vuestros favoritos y vuestros se?alados, a los que vilipendiar de mil maneras diferentes.

Un nuevo motor gr¨¢fico para salvarlos a todos

Lo m¨¢s normal ser¨ªa preguntar qu¨¦ aporta esta secuela si sus principales argumentos son un calco de los originales. La respuesta es muy sencilla: n¨²meros. El mapa de Dragon¡¯s Dogma 2 se antoja descomunal. En la hora pasada junto a ¨¦l apenas hemos atisbado a ver una peque?a, infinitesimal, pincelada del mismo. Las vocaciones, eso s¨ª, se mantienen iguales. En el men¨² vimos las del original: arquero, hechicero, guerrero, ladr¨®n y luchador (quedamos a la espera de ver si tambi¨¦n pueden combinarse). Pero sobre todo, la principal novedad es el uso del RE Engine de Capcom, los motores gr¨¢ficos de Resident Evil.

Uno de los problemas del primero, que usaba el MT Framework, era que a nivel t¨¦cnico supon¨ªa un dolor de muelas. Ten¨ªa clipping, popping y cuantos defectos gr¨¢ficos acabados en -ing se os ocurran. Eso por no hablar de sus grav¨ªsimos problemas de framerate y de las franjas negras horizontales que envolv¨ªan la pantalla (de moda en aquel entonces, pues tambi¨¦n las ten¨ªamos en juegos como The Evil Within o The Order 1886). Es verdad que el rato pasado con Dragon¡¯s Dogma 2 estaba perfectamente seleccionado y delimitado, pero nosotros no hemos tenido ning¨²n problema durante toda la sesi¨®n. Sin ir a marcar un nuevo est¨¢ndar gr¨¢fico, s¨ª que parece ir a evitar tropezar con la misma piedra y a permitirnos centrar la atenci¨®n en lo importante: ambientaci¨®n y jugabilidad.

Dragon¡¯s Dogma 2 no viene para hacer amigos, pero en el fondo es un sentimental y le saldr¨¢n hasta de debajo de las piedras. Es un tanto animal en lo gr¨¢fico, pero tambi¨¦n sabes que siempre puedes contar con ¨¦l. Es de otra ¨¦poca y corte moral. Y tras una hora ya nos ha dibujado una sonrisa de complicidad. Feo, fuerte y formal, vaya. Capcom no se saca ning¨²n conejo de la chistera. Ha pulido los defectos gr¨¢ficos del original, ampliado su mapa y bestiario y conservado todo lo dem¨¢s. Si nos dicen que es un remake, nos lo creemos. Pero como llevamos once a?os esperando y como no ha habido muchos valientes que se atrevieran a apostar por una f¨®rmula similar, nos morimos de ganar de volver a ella. Porque sigue siendo uno de los mejores y m¨¢s satisfactorios safaris mitol¨®gicos del mundo del videojuego. Somos profetas de Cassard¨ªs y orgullosos. Ojal¨¢ tenga fecha pronto (sale s¨®lo en PS5, Xbox Series y PC), pues estamos ante uno de nuestros m¨¢s esperados de 2024.