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Una auténtica bestia gráfica: recordando cómo Epic Games y Gears of War le costaron 1.000 millones de dólares a Microsoft
Epic Games y Gears of War fueron responsables directos de que Microsoft tuviese un enorme sobrecoste durante proceso de desarrollo y fabricación de Xbox 360.

El primer Gears of War, que llegó a las tiendas en 2006, fue uno de los lanzamientos más importantes de la primera década de los 2000. Este título de Xbox 360 ofrecía un apartado gráfico sin precedentes en consola, y una evolución natural de las mecánicas de third person shooter ya vistas en Resident Evil 4. Este videojuego desarrollado por Epic Games no podría haber sido lanzado de no ser por las presiones de la compa?ía hacia Microsoft. ?El motivo? Epic insistió en que Microsoft equipase a cada Xbox 360 con 512MB de RAM en lugar de los 256MB previstos. Esto provocó un sobrecoste de mil millones de dólares en el desarrollo y fabricación de la consola, pero el resultado final hizo que mereciese la pena la inversión.
Epic Games insistió a Microsoft para que a?adiesen 512MB de RAM a Xbox 360 y así pudiese mover bien el primer Gears of War
Durante mediados de los 2000, Epic Games y Microsoft tenían una muy buena relación. Esto se vio reflejado en el lanzamiento en exclusiva de varios títulos de la saga Unreal en la primera Xbox, como Unreal Championship (2002) o Unreal Championship 2: The Liandri Conflict (2005). Dado que era la más potente de su generación, teniendo en cuenta la similitud de su arquitectura a la de los PCs de la época, y como Epic Games estaba especializada en lanzar sus juegos en PC, esto hizo que ambas empresas estrecharan lazos. Esta colaboración continuaría entre ambas durante el desarrollo de la siguiente máquina de Microsoft: Xbox 360.

Como uno de sus principales colaboradores, Epic Games ofreció a Microsoft Gears of War como un ambicioso nuevo videojuego que impulsase las ventas de Xbox 360. Aunque el concepto inicial de Gears of War surgió entre 2000 y 2001 como Unreal Warfare, un spin-off de la saga Unreal Tournament, poco a poco este proyecto evolucionó hasta ser la primera piedra de una franquicia completamente nueva. Con el paso de los a?os, el desarrollo de la versión final de Gears of War se perfiló para 360, y en la Game Developers Conference de 2005 se mostró el juego por primera vez a puerta cerrada.
Este nuevo título servía, además, de demostración técnica del por entonces nuevo Unreal Engine 3 —la versión más reciente y avanzada del motor gráfico de Epic Games entoncesa— y del procesador Xenon de la nueva Xbox 360. La demo se resumía en un peque?o grupo de soldados humanos patrullando una ciudad de noche que sufría una emboscada. Esta demo técnica recibió muy buenas críticas por su realismo visual y su acción cinematográfica, que elevaba a nuevas cotas lo que los jugadores de consola podían esperar en los juegos de disparos y acción. Se trataba de un golpe de efecto de Microsoft, que demostró que, con su nueva consola, seguiría ofreciendo gráficos y rendimiento vanguardistas.

No obstante, en Epic Games seguían sin estar conformes con el resultado final de la demo por un motivo: su nuevo juego estaba muy limitado por el hardware de Xbox 360. Así que, ni corto ni perezoso, el CEO y fundador de Epic Games, Tim Sweeney, se puso en contacto con Microsoft para sugerirles que debían doblar la cantidad de memoria RAM de la que disponía la consola: sus 256MB debían ser aumentados a 512MB. El argumento que esgrimió el due?o de Epic fue que doblar la RAM de la máquina no solo permitiría que el rendimiento y la fidelidad gráfica de Gears of War aumentasen, sino que este hardware mejorado podía ser utilizado también por otros desarrolladores para ofrecer experiencias de juego fluidas y realistas.
Microsoft decidió hacer caso a Sweeney, pero esta decisión tuvo un sobrecoste desorbitado porque se produjo apenas unos meses antes del lanzamiento de la consola en noviembre de 2005. Tal y como revelaría Mark Rein, vicepresidente de Epic Games en una entrevista a Eurogamer en 2006: “Le hemos costado a Microsoft mil millones de dólares. Discutimos mucho, y lo que hizo Tim fue enviarles una captura de cómo se vería Gears of War con solo 256 megas de memoria. Así que, el día que tomaron esta decisión, aparentemente fuimos los primeros desarrolladores en llamarles; estábamos en la Games Developers Conference, y nos llamó el jefe financiero de Microsoft Game Studios, y nos dijo ‘quiero que sepas que me has costado mil millones de dólares’, y le respondí ‘pero le hemos hecho un favor a mil millones de jugadores’”.

La alta definición requiere más memoria que la resolución estándar al renderizar más píxeles en pantalla, algo a lo que había que sumar el aumento de la resolución de las texturas, la mejor calidad y mayor número de polígonos de los modelos de los personajes, o efectos de iluminación y partículas complejos. Los 256MB que Microsoft tenía pensados implementar habrían sido insuficientes para Xbox 360 y la habrían puesto en una posición de inferioridad con respecto a la PlayStation 3 de Sony, su principal competidora. PS3 contaría con 512MB de RAM combinada (256MB de RAM del sistema y 256MB de VRAM dedicada), por lo que, de no haber igualado la capacidad, Xbox 360 se habría quedado en desventaja directa en cuanto a gráficos y rendimiento, especialmente en el terreno de los videojuegos multiplataforma.
En última instancia, la decisión de Microsoft, pese al sobrecoste, fue acertada. Xbox 360 fue su consola de mayor éxito hasta la fecha, con alrededor de 84 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Gran parte de las ventas se debieron a su catálogo de videojuegos tanto multiplataforma como exclusivos, a las posibilidades que ofrecía el juego en línea a través de su servicio Xbox Live y al potente apartado gráfico que ofrecían sus títulos de mayor perfil. Xbox 360 fue la primera consola lanzada de la séptima generación, que es la que introdujo el concepto de gráficos de alta definición y resolución de hasta 1080p al panorama de las consolas de sobremesa.
La contribución de Epic Games y Gears of War al legado de Xbox 360
El lanzamiento de Gears of War en 2006 marcó un antes y un después tanto para Epic Games como para Microsoft. Para Epic, significó la consolidación de Unreal Engine 3 como uno de los motores gráficos más avanzados y versátiles de la industria, algo que atrajo la atención de desarrolladores de todo el mundo y que, a su vez, influyó en el desarrollo de otros títulos de alto perfil que licenciaron el uso de este motor como Mass Effect (2007) o Batman: Arkham City (2011). Para Microsoft, Gears of War fue un éxito comercial con casi seis millones de copias vendidas en sus primeros dos a?os, además de un pilar clave para posicionar a Xbox 360 como una consola imprescindible y digna sucesora de la Xbox original. Con su espectacular apartado visual y sus mecánicas de juego innovadoras como el sistema de coberturas, este título demostró que 360 estaba más que preparada para ofrecer experiencias de acción visceral e intensa sin ataduras.

Tras su lanzamiento, Gears of War se convirtió en una nueva insignia de la marca Xbox, complementando el éxito que ya representaba la franquicia Halo. Mientras que Halo había captado la atención de los aficionados a los FPS durante la generación anterior, con Gears of War, Microsoft llegó a una nueva audiencia: la de los fans de la acción táctica en tercera persona. Además, su apuesta por los modos multijugador online a?adió valor a Xbox Live, consolidándolo como un servicio que podía ofrecer una fluidez comparable a la del juego en línea en PC. Y, por si no fuese poco, la popularidad de esta primera entrega contribuyó a que se expandiese hacia una franquicia con un universo con un trasfondo muy rico y que se manifestó en forma de múltiples secuelas, remasterizaciones, novelas, cómics, e incluso una adaptación en imagen real que llegará de la mano de Netflix.
Tanto para Epic Games como para Microsoft, la creación de Gears of War fue una jugada maestra que no solo atrajo a nuevos jugadores al ecosistema Xbox, sino que también les permitió competir en igualdad de condiciones con Sony, que ya contaba con muchas exclusivas de renombre debido a su mayor veteranía en la industria. Como franquicia, Gears of War demostró que Xbox 360 podía ofrecer experiencias exclusivas capaces de rivalizar con cualquier título de PlayStation 3. A día de hoy, el primer título de la saga sigue siendo recordado como uno de los mayores logros de la era Xbox 360 y uno de los grandes puntos de inflexión de la séptima generación; para muchos, fue el primer videojuego que realmente demostró el salto que había entre su generación y la anterior.