Cine
¡®?Shazam! La furia de los dioses¡¯, cr¨ªtica. Esperando a James Gunn
David F. Sandberg repite la f¨®rmula de su primera Shazam, pero la sorpresa ya no funciona y DC vuelve a mostrar que tiene que decidir qu¨¦ camino debe elegir.
En 2019 ¡®?Shazam!¡¯ supuso un par¨¦ntesis dentro la l¨ªnea oscura impuesta por Zack Snyder en el universo DC; la pel¨ªcula, una especie de ¡®Big¡¯ con superh¨¦roes, funcion¨® como comedia ligera. Ahora cuatro a?os despu¨¦s y con la divisi¨®n en plena reconstrucci¨®n aterriza en tierra de nadie una segunda parte que repite clich¨¦s y villanos de primera l¨ªnea, pero que carece de la frescura de la primera.
A pesar de los cuatro a?os transcurridos, problema a?adido cuando el reparto es de corta edad, Sandberg consigue que el espectador tenga una sensaci¨®n de continuidad con la original. Sus protagonistas se mueven en un universo conocido y los problemas de adaptaci¨®n adolescente vuelven a ser el centro de la trama. A partir de aqu¨ª se construye un relato plano en el que mitolog¨ªa, pubertad y acci¨®n conviven en un mismo plano, pero no terminan de mezclar bien. ?Shazam! La furia de los dioses repite el mismo error de Black Adam, intenta contentar a un abanico de p¨²blico demasiado amplio y por ello no termina de encajar bien con ninguno. Para los m¨¢s peque?os las escenas de violencia y la presencia de algunas criaturas pueden resultar aterradoras, para los adultos la trama es demasiado simple y los di¨¢logos insustanciales. Qu¨¦ lejos quedan los Batman de Nolan.
Villanos al rescate
Si en la primera Mark Strong fue el gran antagonista de Shazam, en esta ocasi¨®n Helen Mirren, Lucy Liu y Rachel Zegler dan la r¨¦plica a Zachary Levi. Ni siquiera el buen oficio de las dos primeras es capaz de levantar el tono gris de toda la pel¨ªcula, llena de clich¨¦s y referencias a la cultura popular actual, que buscan una complicidad con el espectador que no termina de llegar.
C¨¢mara y acci¨®n
Las partes m¨¢s rescatables son aquellas en las que domina la acci¨®n, Sandberg crea coreograf¨ªas que funcionan y ¡®toma prestado¡¯ para el cine el drag¨®n del caminante blanco de Juegos de Tronos, pues el monstruo de este ?Shazam! es muy similar a la de la serie, rest¨¢ndole un punto de originalidad a su puesta en escena. Tambi¨¦n hay un gran homenaje a las criaturas de la factor¨ªa Harryhausen, aunque me temo que para la mayor¨ªa del p¨²blico que acude a las salas de cine esto les queda demasiado lejos como para apreciarlo. La ciudad de Filadelfia se convierte en el campo de batalla donde dioses y h¨¦roes van a librar sus combates y eso asegura un grado de destrucci¨®n que al menos est¨¢ en la media de las ¨²ltimas entregas de DC.
Uno de los grandes aciertos de La Furia de los dioses es su banda sonora. La m¨²sica compuesta por Christophe Beck no tiene nada que envidiar a las grandes creaciones del g¨¦nero y sirve de transmisor de emociones mejor incluso que las propias im¨¢genes.
Entretenida
¡®?Shazam! La furia de los dioses¡¯ no es que sea un desastre, su problema es que como comedia no sorprende, como pel¨ªcula de adolescentes ya la hemos visto muchas veces y la acci¨®n por s¨ª misma no es capaz de sujetar todo el edificio. A finales de los 80 los c¨®mics se encontraron en una encrucijada similar a la que est¨¢ ahora el cine de superh¨¦roes y de esa crisis salieron reforzados gracias a que los mejores talentos del momento (Frank Milller y Alan Moore) abrieron una nueva forma de abordar las historias: optaron para hacerlas m¨¢s serias, profundas, reales y oscuras. Esperemos que Gunn sea el l¨ªder que DC necesita con urgencia.