Cine
Black Adam, cr¨ªtica. Dwayne Johnson tira del carro
DC parece que ha vuelto a tomar el pulso a las pel¨ªculas de superh¨¦roes, pero a¨²n tiene que decidir qu¨¦ quiere ser de mayor.
DC est¨¢ decidida a recuperar el terreno que ha cedido a Marvel en estos ¨²ltimos a?os dentro del universo superheroico, donde a¨²n mantiene el honor de haber firmado el mejor producto de todos, la trilog¨ªa de Nolan, aunque de eso hace ya demasiado tiempo.
Con Black Adam intenta acortar distancias. A priori lo ten¨ªa todo, un actor con gancho, guste o no Dwayne Johnson se ha convertido en una de las grandes estrellas de Hollywood, un secundario de lujo, Pierce Brosnan, y uno de los personajes de DC m¨¢s atractivos de sus c¨®mics, el villano Black Adam. Porque s¨ª, en los c¨®mics Black Adam es uno de los malos, y uno de los m¨¢s interesantes.
A pesar de todos estos mimbres Black Adam no se ha convertido en la pel¨ªcula que pod¨ªa haber sido porque DC no tiene claro a¨²n si quiere orientar sus pel¨ªculas hacia un p¨²blico m¨¢s amplio, al estilo Marvel, o hacia un p¨²blico m¨¢s adulto. Y eso es algo que se nota en el film, por un lado, Black Adam va matando malos a diestro y siniestro sin el m¨¢s m¨ªnimo asomo de arrepentimiento, pero por otro la trama es demasiado pueril.
Dos grandes actuaciones
Si algo queda claro en Black Adam es que Dwayne Johnson ha llegado al universo DC para quedarse, se le nota c¨®modo en el papel de h¨¦roe malo o villano bueno, y su humor socarr¨®n, muy al estilo de Schwarzenegger en Terminador, funciona perfectamente. Un f¨ªsico imponente y una interpretaci¨®n en la que el hieratismo es el rasgo fundamental ayudan a que todo vaya como la seda. La segunda gran alegr¨ªa es la presencia de Pierce Brosnan como Doctor Fate, magn¨ªfica interpretaci¨®n que hubiera merecido una pel¨ªcula propia dentro del UCDC, sin duda pod¨ªa haber rivalizado con el Doctor Strange de Marvel con el que comporte muchos puntos: elegancia, un ir¨®nico sentido del humor y dos actores de primera para interpretarlos.
En cuanto al resto, los guionistas han hecho un destrozo con Hawkman, uno de los personajes m¨¢s complejos de DC que aqu¨ª se ha reducido a categor¨ªa de caricatura, con unos di¨¢logos que rozan lo rid¨ªculo y unas escenas de acci¨®n en las que sirve de saco de boxeo para todo tipo de amigos y enemigos. Una pena. En cuanto al resto de la Liga de la Justicia Am¨¦rica, porque la peli sirve para como gala de presentaci¨®n de un nuevo equipo de DC, no dan para mucho, simplemente porque no ocupan mucho metraje. Aunque se agradece el trabajo de efectos especiales hecho con Cyclone, sobre todo tras el destrozo que vimos hace poco en Morbius con un sistema parecido.
Efectos especiales
Como toda buena pel¨ªcula de superh¨¦roes los efectos especiales tienen un peso decisivo en el conjunto y aqu¨ª hay un abuso de ellos. La primera de las confrontaciones llama la atenci¨®n por la originalidad, pero cuando la situaci¨®n se repite cada 15 minutos pierde la gracia y hasta se hace aburrida, sobre todo porque Black Adam se muestra como una amenaza indestructible e implacable, tampoco ayuda mucho el abuso del slow motion al estilo Zack Snyder. Otro punto negativo es la construcci¨®n del archienemigo, Sabbac. Un demonio al que se le ve demasiado artificial y sacado de una cinem¨¢tica del Dark Souls.
Historia
DC se apunta a lo pol¨ªticamente correcto, adaptando libremente la historia original del c¨®mic y situando la acci¨®n en pa¨ªs ficticio muy similar a Egipto y que est¨¢ ocupado por unos terribles mercenarios al estilo Black Water. Resulta curioso que la piedra angular sobre la que se sujeta el argumento sea el debate moral sobre los l¨ªmites del poder y si un superh¨¦roe debe o no matar, aqu¨ª Black Adam no tiene duda alguna, cuando ya hemos visto anteriores pel¨ªculas de DC en las que Superman arrasa media ciudad sin despeinarse ni cuestionarse nada.
Divertida, pero no trascendente
Con todo esto, ?es Black Adam una mala pel¨ªcula? En absoluto, de hecho, es de los estrenos m¨¢s entretenidos de DC, el ¡®espa?ol¡¯ Jaume Collet-Serra construye una cinta con ritmo, acci¨®n, las dosis de humor justas y la presencia de dos buenos actores que dignifican al resto. En algunos puntos recuerda al Spielberg de ¡®El templo maldito¡¯: el uso de los chistes en mitad de las peleas, las persecuciones por niveles, la presencia de un chaval como elemento desengrasante, la presencia de una reliquia maldita y la rebeli¨®n popular ante un mal que viene del m¨¢s all¨¢. El problema de la pel¨ªcula reside m¨¢s en su guion, de no decidirse hacia qu¨¦ p¨²blico tiene que decantarse y de construir un relato excesivamente maniqueo e infantil.