Unpacking, An¨¢lisis. El placer de convertir una casa en un hogar

Las mudanzas no son procesos f¨¢ciles, ni en el plano log¨ªstico ni en el emocional. Bien sea por voluntad propia o por una necesidad vital, abandonar tu hogar para determinar una nueva morada conlleva sacrificios, cambios. Y, como si de un im¨¢n se tratase, el apego a muchos objetos que forman parte de nuestra vida.

El videojuego ha explorado de diferentes maneras el concepto del paso del tiempo, la p¨¦rdida y el cambio; generalmente mediante el lenguaje verbal o el estrictamente sensible, ese que podemos constatar mediante hechos. Unpacking es un videojuego que te habla precisamente de la tolerancia al cambio. Witch Beam, de la mano de Humble Games, enmarca su nueva obra en los llamados wholesome games para romper con la concepci¨®n dram¨¢tica de las mudanzas y convertir el proceso en un placentero y relajado t¨ªtulo de puzle. Pura narrativa ambiental.

La l¨®gica de ordenar tu bienestar

Abrir cajas, coger objetos y situarlos all¨¢ donde tengan sentido (y quepan). Esa es la premisa principal de Unpacking. Por suerte, este peque?o estudio de seis personas basado en Brisbane, Australia, ha optado por ir un paso m¨¢s all¨¢ en esta preciosista aventura, que esconde una sosegada narrativa construida a base de peque?os gestos.

Porque no tiene mucho sentido decir que nuestras pertenencias definen al completo nuestra personalidad. No somos lo que tenemos, sino lo que somos. Sin embargo, aquello que queremos que siga con a nuestro lado all¨¢ donde vamos refleja afecto, un sentimiento de pertenencia y, al final del d¨ªa, seguridad. Bien sea un peluche, un viejo cubo de Rubik o un cuadro, hay cosas que no queremos olvidar, por muy pasivas que sean.

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Unpacking acota a la perfecci¨®n esa sensaci¨®n bajo un formato que, aun repetitivo y algo mon¨®tono con el paso de las horas, estructura cada cap¨ªtulo en un diario, a?o a a?o. La vida de la protagonista se escribe en libros, pero se materializa en fotograf¨ªas cada vez que terminamos una de esas mudanzas.

Es sorprendente lo mucho que es capaz de decirnos el juego solo con los objetos que perduran y con los que aparecen en el transcurso del tiempo. Nuestros enseres evidencian aficiones, gustos, preferencias. Asimismo, la forma en que ordenamos dichos elementos ofrece una perspectiva clara de nuestro grado de obsesi¨®n con el orden, el desorden o las rutinas de colocaci¨®n de libros, ropa interior, etc. T¨², como jugador, puedes elegir si quieres situar los pantalones y camisas por colores; si prefieres dejarlos colgados en el orden en que aparecen de las cajas o si, por el contrario, eres m¨¢s de guardar la ropa planchada en un caj¨®n. Lo mismo con todo dem¨¢s. ?Quieres dejar ese radiocasete en tu escritorio o eres m¨¢s de ponerlo en la estanter¨ªa?

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Lo ¨²nico que te pide el t¨ªtulo es que, una vez hayas sacado todos los b¨¢rtulos de las cajas, los coloques en lugares donde tenga sentido. Unpacking no te permite poner los rollos de papel higi¨¦nico dentro de la ba?era; pero s¨ª te de la opci¨®n de situarlos encima de tu armario o sobre el retrete. La l¨®gica de los puzles va de la mano de l¨®gica posicional.

Lo que dicen nuestros objetos y recuerdos de nosotros mismos

Witch Beam ha compensado la repetitividad de los viajes con una curva de dificultad directamente proporcional al tama?o de los hogares y la cantidad de bienes. A mayor espacio y m¨¢s habitaciones (sala de estar, cocina, ba?o, dormitorio¡­), m¨¢s complicada ser¨¢ la tarea de ubicaci¨®n. Puede que te veas abriendo cajas en el ba?o y, de improviso, aparezca una cacerola, que l¨®gicamente tiene que estar en la cocina.

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Y he ah¨ª otra de las gracias: a veces no todo cabe con holgura. La cocina es especialmente minuciosa, con mobiliario que puede quedar en un limbo si no ordenamos todos los cubiertos de forma correcta¡­ porque te quedas sin espacio. Una suerte de Tetris donde la l¨®gica vuelve a entrar en escena, esta vez con m¨¢s fuerza.

La magia de Unpacking es que esos momentos de frustraci¨®n se plasman con una sonrisa en la cara. ?Qui¨¦n nos mand¨® comprar esa enorme olla expr¨¦s que no cabe en ning¨²n sitio? La persona protagonista se empe?a en llevar pertenencias de su ni?ez que, transcurridos diez o quince a?os, solo suponen dificultades para su colocaci¨®n. Como la vida misma. Todos nos podemos ver reflejados en este tipo de situaciones, especialmente si nos hemos tenido que desplazar a entornos peque?os. Igual con las costumbres; algunas se quedan y otras se van. Lo que parece innegable es que la personalidad de esta aventura se aleja por completo del minimalismo. Cabe decir que hay pegatinas secretas escondidas en forma de coleccionables a lo largo de la aventura, que se puede completar en unas cuatro horas.

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No queremos contaros nada que se pueda considerar destripe argumental, as¨ª que simplemente os vamos a recomendar que lo jugu¨¦is, que conozc¨¢is la historia de esta mujer; bien sea en Xbox Game Pass ¡ªversi¨®n analizada¡ª en PC o en Nintendo Switch. Las fotos o las herramientas de trabajo que aparecen nos permiten adivinar su profesi¨®n, sus hobbies y su camino vital. La ropa hace lo propio con sus relaciones amorosas, mientras que las car¨¢tulas de sus videojuegos dejan claro que, por mucho que pase el tiempo, hay cosas que quieres que te acompa?en hasta el final de los d¨ªas.

Un acierto total. Tan sencillo como singular, original y puro. Una vida no cabe en una caja, pero cada pieza del puzle conforma una historia. Tu historia.

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